Cuando las expectativas son muy altas, los malos resultados pueden ser igualmente de decepcionantes. Pero no debe ser el caso del primer pozo exploratorio offshore que se acaba realizar en la Cuenca Argentina Norte y que técnicamente fue definido como “seco”, es decir sin la presencia determinante de hidrocarburos.
La empresa Noruega Equinor encabeza un consorcio junto a la angloholandesa Shell y la nacional YPF que avanzó con todas las etapas previstas de prospección sísmica y primer paso exploratorio en el área CAN100, en donde se ubica el famoso Pozo Argerich, a unos 300 kilómetros de la ciudad de Mar del Plata.
Tras poco menos de dos meses de perforación del lecho marino, a unos 1500 metros de profundidad, el buque Velaris DS17 concluyó su operatoria y tras recalar en el puerto marplatense, ya salió de las aguas jurisdiccionales a su próximo objetivo en Brasil.
Si bien se aguardaba que los primeros resultados del pozo se dieron a conocer pasadas varias semanas, Equinor decidió reducir la incertidumbre con un primer análisis público en el que detalló que el pozo EQN.MC.A.x-1 fue completado de forma segura, y que si bien se había podido confirmar el modelo geológico, no se han encontrado indicios claros de hidrocarburos, por lo cual el pozo fue clasificado como seco.
Durante los meses siguientes, todos los datos y la información recopilada serán analizados exhaustivamente, y esto les brindará una mayor comprensión del potencial hidrocarburífero en estas áreas.
La empresa Noruega Equinor encabeza un consorcio junto a la angloholandesa Shell y la nacional YPF que avanzó con todas las etapas previstas de prospección sísmica y primer paso exploratorio en el área CAN100, en donde se ubica el famoso Pozo Argerich, a unos 300 kilómetros de la ciudad de Mar del Plata.
Las campañas de adquisición sísmica en la Cuenca Argentina Norte y las cuencas Austral y Malvinas Oeste lanzadas en 2019 y postergadas por la pandemia y el riesgo argentino, representa una importante campaña de exploración costa afuera en el país.
Pero la perforación de este primer pozo en aguas profundas, de por sí, es un hito en la historia de la exploración costa afuera en la Argentina.
Los expertos de la industria explican que si bien se habían depositado muchas expectativas en torno al pozo Argerich, lejos se puede estar hablando de un fracaso. Basta recurrir a un ejemplo cercano y comparable: Brasil produce por día unos 4,2 millones de barriles por día, bastante más de lo que ofrece la Argentina con apenas 600.000 barriles diarios.
Pero el vecino país para llegar a ese resultado que lo está convirtiendo en un jugador global, no solo por la geología sino por la política petrolera que encabeza Petrobras, realizó en los últimos 15 años 2173 pozos exploratorios, mientras que Argentina en un plazo similar apenas 8, de los cuales sólo 1 fue en aguas profundas tal como el que se realizó en 2011 el consorcio YPF, PAE y Petrobras en el pozo Malvinas x-1 a una profundidad de 492 metros.
El offshore en Argentina
Desde 1970, en aguas de la Argentina se realizaron apenas 137 pozos, muchos de los cuales resultaron exitosos y permitieron, por ejemplo, que hasta la irrupción de Vaca Muerta casi el 20% del gas que consume el país sea abastecido por las plataformas costa afuera, ubicadas en la Cuenca Austral, a pocos kilómetros de las costas de Tierra del Fuego.
Petrobras, realizó en los últimos 15 años 2173 pozos exploratorios, mientras que Argentina en un plazo similar apenas 8, de los cuales sólo 1 fue en aguas profundas tal como el que se realizó en 2011 el consorcio YPF, PAE y Petrobras en el pozo Malvinas x-1 a una profundidad de 492 metros.
Es decir, la nueva era de exploración de aguas ultraprofundas apalancadas por los avances tecnológicos que permiten una mayor eficiencia de la determinación de los recursos, apenas entró en su día 1, con un único pozo de los cientos que habrá que realizar a lo largo de toda la extensión marítima, en una de las locaciones más inexploradas del planeta.
Más aún, recientemente a partir de métodos científicos, Argentina logró fijar el límite exterior de su plataforma continental, extendiendo el área geográfica de los derechos de soberanía sobre los recursos del lecho y subsuelo marino en más de 1.782.000 km2 , más allá de las 200 millas naúticas.
Este sustancial logro, se concretó utilizando criterios geológicos y geofísicos, basados en información sísmica y multiplicó el área objetiva de exploración.
Ante esa oportunidad de reconocimiento internacional sobre los límites jurisdiccionales, en 2019 se concretó el concurso público Ronda I de exploración de hidrocarburos offshore, del cual resultaron 18 bloques adjudicados a una decena de empresas.
Por entonces, en esa primera etapa, la superficie ofrecida fue de 225.000 km2 y la finalmente adjudicada de 94.834 km2, es decir el 42% del total de las 38 áreas ofrecidas. En con junto las compañías comprometieron una inversión en torno a los US$ 720 millones.
Luego de este primer pozo Argerich, los expertos continúan afirmando que el offshore Argentino presenta un potencial de decenas de billones de barriles de petróleo por investigar, volúmenes por descubrir de la escala de Vaca Muerta.
Teniendo en cuenta la situación global de la exploración y producción offshore, que contiene las acumulaciones de hidrocarburos más grandes por descubrir y de donde proviene el 30% de la producción mundial, el offshore de Argentina representa una de las fronteras exploratorias más extensas del mundo.
En ese marco gigantesco, un pozo no resulta demostrativo ni mucho menos determinante de lo que puede haber en cientos de miles de kilómetros cuadrados pendientes de relevamiento.
El incentivo es que ante un descubrimiento de gran escala, se podría generar una importante demanda de actividad local y empleo altamente calificado en rubros hoy inexistentes en el país, y el potencial impacto económico podría ser enorme.
Lejos de abandonar, la transición energética a nivel global impone la necesidad de acelerar esta escala de proyectos en una ventana de tiempo acotada.
