La Cámara empresaria CECHA apoya la medida del Gobierno y afirma que «al menos por el momento» este cambio no reducirá el empleo. Desde el Sindicato de Carlos Acuña volvieron a rechazarla y denunciaron que están en alerta para defender 65 mil fuentes de trabajo.
El gobierno nacional formalizó por decreto esta semana el autodespacho de combustible en todo el país, una medida que ya había encendido el debate entre empresarios y trabajadores playeros sobre su impacto en el empleo dentro de las estaciones de servicio, que ahora recrudeció.
Desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), minimizaron el impacto laboral de la iniciativa y señalaron que «no hay una separación tan tajante como para pensar que porque está el autoservicio se elimine a algún playero».
En cambiio, el secretario adjunto del Sindicato de Empleados de Estaciones de Servicio de CABA y PBA, Carlos Roberto Acuña, advirtió que el autoservicio podría poner en riesgo más de 65.000 empleos. Y advirtió: «No descartamos una acción gremial».
El secretario adjunto del Sindicato de Empleados de Estaciones de Servicio de CABA y PBA, Carlos Roberto Acuña, advirtió que el autoservicio podría poner en riesgo más de 65.000 empleos. Y advirtió: «No descartamos una acción gremial».
La autorización para implementar el autodespacho de combustible quedó oficializada a través del Decreto 46/2025, publicado en el Boletín Oficial.
Desde el sector empresarial respaldaron la medida y aseguraron que su aplicación será «optativa», descartando un impacto inmediato en el empleo: «No hay riesgo de puestos de trabajo, al menos por el momento», argumentaron.
El gerente ejecutivo de CECHA, Guillermo Lego, destacó la iniciativa del Gobierno y afirmó que puede ayudar a las estaciones de servicio en «momentos críticos», como los feriados, cuando la demanda es alta y el personal disponible suele ser menor.
Estacioneros no ven riesgos de pérdida de trabajo
Frente a las críticas que recibió el Gobierno por la implementación del autodespacho de combustible, Lego explicó que la iniciativa no busca reemplazar a los playeros, sino que estos puedan asistir a quienes utilicen el sistema de autoservicio.
«La idea es que el playero pueda colaborar con quien se acerca al autodespacho, pero no es que porque hay un surtidor desaparece una persona«, señaló. Y agregó: «No hay una separación tan tajante como para pensar que porque está el autodespacho se elimine a algún playero«.
Lego comparó esta situación con la automatización en supermercados: «se puede pasar por una caja y marcarse los precios, autoatenderse, pero el personal de caja se está usando para otras tareas», explicó.
Desde CECHA sostienen que esta modalidad será una «herramienta útil para consumidores y estacioneros«. En una primera etapa, afirman, ofrecerá nuevas opciones en la operación de las estaciones de servicio sin afectar la presencia de empleados en los surtidores.
Rechazo de los playeros: analizan paro
El debate por la implementación del autodespacho de combustible sigue escalando, con posturas encontradas entre empresarios y trabajadores del sector.
Lego intentó minimizar el temor a la pérdida de empleo y señaló que “los trabajadores protestan por la sombra que hay atrás de esto, por lo que pasó en otros casos, es un cuco que acá no se está dando”. No obstante, reconoció que “se habló esto con los trabajadores, pero no se llegó a un acuerdo”.
El rechazo de los playeros fue contundente. Aseguran que la medida traerá «más desocupación y mayor rentabilidad para las petroleras y estaciones de servicio«, además de que «el cliente nunca tomó la idea de ser el playero y además gratuitamente».
El secretario adjunto del Sindicato de Empleados de Estaciones de Servicio de CABA y PBA, Carlos Roberto Acuña, advirtió que el autoservicio podría poner en riesgo más de 65.000 empleos. Y advirtió: «No descartamos una acción gremial».
Además, subrayó que el salario de los playeros representa apenas el 3% del precio total del combustible, por lo que la reducción de personal no significaría un gran alivio en costos.
Acuña también comparó la situación con países donde el autodespacho ya es una realidad, pero en contextos económicos muy distintos.
“Argentina está lejos de tener el estado de bienestar que tienen en Europa o Estados Unidos. Nosotros tenemos una desocupación muy grande», remarcó.
Finalmente, fue tajante en su crítica: «Lo que quieren vender como un avance tecnológico no es ningún avance».
