Alberto Weretilnek confirmó asi la versión de una eventual salida de la malaya de la iniciativa. Horacio Marín, CEO de la petrolera argentina, le aseguró que “habría alternativas de inversión con otros socios”. Qué hay detrás de la posible ruptura.
A apenas un poco más de un mes y medio de que YPF y Petronas oficializaran que la planta de GNL se construiría en Río Negro, la información de una posible retirada de la compañía estatal malaya del megaproyecto abrió la puerta de un brusco cambio de escenario para uno de los proyectos estratégicos más importantes de la Argentina en la actualidad.
Aunque Petronas no emitió un comunicado oficial, diversas fuentes del mercado confirman que este tema está siendo evaluado dentro de la compañía malaya.
Un artículo publicado en Clarín por el periodista Marcelo Bonelli alerto que la decisión estaría “en un 95%” tomada«. Según la misma versión, el presidente de YPF, Horacio Marín, aún busca persuadir a sus socios para que mantengan su participación. Además, se menciona que, en caso de que la empresa malaya se retire, existen otras compañías interesadas en asociarse.
La última comunicación oficial de la empresa malaya fue el 2 de agosto, cuando junto a YPF anunciaron la elección de Punta Colorada, en Río Negro, como el sitio donde se enfocarán para diseñar los detalles del proyecto.
El principal factor que estaría inclinando a Petronas a dar un paso al costado son las incertidumbres generadas por la macroeconomía argentina, así como las tensiones políticas en el país, que se expreñsaron en la disputa por la ubicación de la planta, inicialmente planeada en Bahía Blanca, que generó un fuerte cruce entre Nacion y el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof.
Pero desde YPF, además, señalan que el escenario nacional no es tan trascedente, y que los vaivenes -que podrían ser provisorios- de la compañía asiática se deben más bien al su interés en proyectos más rentables que surgieron en el último tiempo en otras regiones del mundo.
Ante la repercusión de la versión, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, expresó en la mañana de este viernes que, “más allá de la veracidad o no” de la información, «lo que he hablado con Marín es que, independientemente de que Petronas continúe o no, YPF seguirá adelante con el proyecto”.
El gobernador también afirmó: “Existen alternativas de inversión con otros socios. No creo que sea un proyecto que YPF deba asumir en solitario debido a su magnitud, pero puede llevarlo adelante en colaboración con otras empresas. No tengo dudas de que el proyecto se realizará; luego veremos si es con Petronas o no”.
Para finalizar, aseguró que “la ubicación en Río Negro no cambiará«.
La planta de GNL, un proyecto de miles de millones
Lo cierto es que Petronas nunca confirmó explícitamente que invertirá los miles de millones de dólares que se proyectan como necesarios para el desarrollo del proyecto de exportación.
La última comunicación oficial de la empresa malaya fue el 2 de agosto, cuando junto a YPF anunciaron la elección de Punta Colorada, en Río Negro, como el sitio donde se enfocarán para diseñar los detalles del proyecto.
Este ambicioso plan de construcción de una planta de GNL requerirá una inversión total de aproximadamente 30.000 millones de dólares en toda la industria, de los cuales unos 20.000 millones estarán destinados al desarrollo de gasoductos y otras infraestructuras complementarias.
Una vez que la planta esté operativa, se estima que Argentina podría llegar a exportar en 2031 una cifra cercana a los 30.000 millones de dólares en energía, una cantidad similar a la esperada este año por la exportación de granos.
De ese total, YPF, la petrolera de control estatal, podría aportar entre 10.000 y 12.000 millones de dólares en exportaciones energéticas.
Cortocicuitos de la relación YPF y Peronas
Diversas fuentes del mercado informaron que, en las últimas semanas, surgieron varios roces entre YPF y Petronas en torno al proyecto de GNL.
El primer desacuerdo radica en la decisión de YPF de abrir la participación del proyecto exportador de GNL a otras petroleras que también producen gas en Argentina.
Este movimiento habría generado tensiones con Petronas, ya que el Memorandum de Entendimiento (MOU) firmado más de un año atrás contemplaba únicamente a YPF y Petronas como los actores involucrados, sin incluir a otras empresas.
El segundo punto de conflicto, y posiblemente el más delicado, tiene que ver con la producción de gas en el país. Aunque Petronas es socia de YPF en el bloque La Amarga Chica de Vaca Muerta, este es un bloque enfocado en la producción de petróleo, no de gas.
Para participar en el proyecto de GNL, Petronas tendría que adquirir gas, ya sea a YPF o a otra productora, lo que añade complejidad a las negociaciones.
Un tercer aspecto en disputa es la diferencia en los tiempos. YPF está buscando acelerar los plazos del proyecto para comenzar con las primeras producciones hacia 2030, mientras que Petronas no comparte la misma urgencia, dado que tiene una visión a más largo plazo en su planificación global.
En caso de que Petronas decida retirarse del proyecto, sería necesario buscar otras grandes compañías para ocupar su lugar.
Durante una reciente gira por Europa y Asia, el CEO de YPF, Horacio Marín, mantuvo reuniones con potenciales inversores interesados en el megaproyecto.
De acuerdo con lo revelado, al menos dos empresas ya habrían expresado interés en participar de alguna manera en este proyecto, que ha despertado un notable interés en Europa y Asia, en el marco de las iniciativas de descarbonización y transición energética.
