En el borrador del proyecto la productora de carbón de Río Turbio integra el grupo de empresas que «solo podrán ser privatizadas parcialmente». Las dos estrategias que ya están en marcha para elminar el déficit y atraer inversores.
En la nueva Ley Bases, el Gobierno incluye a Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) entre las empresas que podrán ser vendidas, pero deberán tener al Estado como accionista mayoritario. Y mientras busca encausar el proyecto con los gobernadores y en el Congreso, la intervención de la empresa puso en marcha un plan con la prioridad de la mayoría de las políticas del Ejecutivo: eliminar el déficit, que en este caso es muy alto desde hace años.
Luego de la derrota parlamentaria a principios de febrero del proyecto original de la llamada Ley Omnibus, el Ejecutivo envió la semana pasada un nuevo borrador del proyecto en el que la cantidad de empresas pública propuestas para la venta se reduce a 18, una cifra inferior a las 41 del proyecto original, y que ya se había bajado antes de que fuera finalmente rechazado en el recinto.
En el capítulo 2, se vuelven a identificar las empresas estatales que el gobierno pretende transferir completamente al sector privado, incluyendo a Aerolíneas Argentinas, Enarsa, Radio y Televisión Argentina e Intercargo.
Además, hay cinco compañías púlbicas que podrían ser objeto de privatización o concesión bajo la ley: AySA, Correo Argentino, Belgrano Cargas, Corredores Viales y Trenes Argentinos.
La empresa minera estatal YCRT enfrenta una situación financiera crítica, con un déficit anual que superó los 140 millones de dólares en 2023.
Las demás empresas «solo podrán ser privatizadas parcialmente», con el Estado Nacional manteniendo una participación mayoritaria en el capital o en las decisiones societarias. En esta lista incluye a Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT).
El plan para YCRT
La empresa minera estatal YCRT enfrenta una situación financiera crítica, con un déficit anual que superó los 140 millones de dólares en 2023, una deuda aproximada de 46 millones de dólares, y una capacidad de producción de energía que opera solo al 4% de su potencial total.
Según el ingeniero Thierry Decoud, actual interventor de la compañía, la situación del año pasado fue inaceptable, y se está trabajando para que la empresa vuelva a ser rentable.
Entre las metas establecidas, se espera que la producción alcance las 50.000 toneladas en mayo y aumente a 100.000 por mes a partir de agosto.
Decoud también mencionó que el formato de intervención inicial debería haber sido temporal, y ahora se está considerando si la empresa debería ser una Sociedad Anónima (SA), una Sociedad Anónima con participación estatal mayoritaria (SAPEM) o una sociedad unipersonal, decisión que será tomada por la Jefatura de Gabinete de la Nación.
La empresa minera estatal YCRT enfrenta una situación financiera crítica, con un déficit anual que superó los 140 millones de dólares en 2023, una deuda aproximada de 46 millones de dólares, y una capacidad de producción de energía que opera solo al 4% de su potencial total.
La prioridad de reducir el déficit
El plan delineado por el Gobierno, con Decoud como referente, se estructura en dos fases que tienen un objetivo común: eliminar el déficit de YCRT mediante la exportación de cargamentos de carbón.
Este enfoque parte de la premisa crucial de que la empresa debe ser rentable para atraer interés privado en invertir capital en la compañia.
El acuerdo estratégico para lograr este objetivo implica poner en funcionamiento una segunda locomotora que, junto con la ya operativa, abastecerá de carbón a un buque carguero que, según lo programado, podrá ser abastecido a partir de mayo.
“El primer buque vamos a venderlo de la mejor manera posible y se hará la operación cuando estemos cerca de completarlo», precisó el interventor de la empresa al diario La Opinión Austral, la semana pasada.
Y agregó: «Estamos quizás a 10 ó 15 días de cumplir ese objetivo. Iremos a una compulsa de precios y al que oferte el mejor precio se le adjudicará el contrato de venta”.
El funcionario también destacó que “después habrá un compromiso en firme de despachar un buque por mes».
Decoud precisó que ese el el ritmo necesario de producción «para reducir al menos al 50% el déficit de la empresa», de acuerdo a la cotización internacional del precio del carbón.
«A partir de agosto, si dan fruto las medidas que estamos tomando, podremos exportar dos buques por mes», agregó el interventos. De esa manera, «el déficit de la compañía es prácticamente cero y a partir de ahí la discusión es otra”.
En cuanto a las deudas de YCRT, el monto total asciende a unos 46 millones de dólares, distribuidos principalmente en obligaciones comerciales (casi 24 millones), cargas sociales (más de 10 millones), deudas fiscales (9 millones), y otros incumplimientos fiscales.
Ganar horas de trabajo y mejorar la producción
Se estima que este año la producción de YCRT alcanzará las 850 mil toneladas de carbón. En 1979, con casi 1.400.000 millones de toneladas, la mina logró su marca histórica de producción.
En el Gobierno evalúan que una de las razones que redujo la producción en la mina está relacionada con las limitadas horas efectivas de trabajo en el frente minero.
Esto se debe a que por ley, los trabajadores solo pueden desempeñarse durante seis horas debido a las condiciones insalubres del lugar, debido al calor, la falta de iluminación y la exposición a polvo, entre otros factores.
El principal desafío es el tiempo requerido para llegar al frente de trabajo, que implica una caminata de 45 minutos durante nueve kilómetros hasta llegar al punto en el que se realizan las tareas, seguido de más tiempo para colocarse el equipo de protección antes de recorrer el último kilómetro.
Según el informe, de las seis horas de trabajo, cada empleado utiliza al menos una hora y media para llegar y lo mismo para regresar. Así, el tiempo efectivo de tareas se reduce a la mitad: tres horas.
En respuesta a esto, ahora se implementó una gestión de turnos superpuestos para evitar encender y apagar las máquinas repetidamente.
Según informó Decoud, en los primeros meses esta dinámica mejoró la productividad en el frente minero, lo que también se reflejó en la planta de tratamiento.