El BGP Prospector ya inició la exploración offshore a unos 300 kilómetros de la costa de Mar del Plata, donde se prevé que puede existir «un nuevo Vaca Muerta».

El buque BGP Prospector contratado por la empresa noruega Equinor ya dio inicio a las tareas de exploración offshore en busca de petróleo en el Mar Argentino, a poco más de 300 kilómetros de Mar del Plata.

Allí, en la Cuenca Argentina Norte, el barco de bandera de Bahamas, de 100 metros de eslora y 24 de manga hará un primer foco en el pozo Argerich, donde a través de una serie de cables gruesos llamados streamers, captará datos sísmicos del subsuelo que luego serán procesados por geocientíficos para identificar las zonas en las que puede haber crudo.

Equinor junto a YPF y Shell se encuentran asociadas en otras tres áreas (CAN-100; CAN-108 y CAN-114) ubicadas en la Cuenca Argentina Norte, zona en la que se cree que hay un gran potencial de presencia de hidrocarburos.

Los estudios preliminares realizados por YPF consideran que podría existir un yacimiento con capacidad de producir 200 mil barriles de petróleo por día, el equivalente a casi 40% del petróleo que produce en la actualidad la Argentina.

El área en cuestión tiene similitudes geológicas con las costas de Namibia, lugar en el cual se realizaron importantes descubrimientos de hidrocarburos.

Los estudios preliminares de YPF señalan que podría existir un yacimiento con capacidad de producir 200 mil barriles de petróleo diarios el equivalente a casi 40% de la producción actual del país.

Según señalaron las autoridades de YPF en las audiencias públicas para analizar el estudio de impacto ambiental, los hallazgos podrían equivaler a todo lo que produce hoy en conjunto la petrolera.

En busca de petróleo en el Mar Argentino

Para realizar el relevamiento marino se utilizan buques construidos específicamente con equipo especializado.

El buque sísmico avanza a baja velocidad, menos de 5 nudos, y arrastra una serie de cables gruesos llamados streamers, que contienen sensores que captan datos sísmicos del subsuelo. La matriz de streamers puede abarcar hasta dos kilómetros de ancho y diez de longitud.

Para recopilar datos sísmicos, se lanzan breves ráfagas de aire comprimido desde una fuente de sonido hacia el agua y el fondo marino, cada cinco o quince segundos. Esto crea ondas sonoras de baja frecuencia que atraviesan el agua, el fondo marino y las capas del subsuelo. Estas ondas sonoras se reflejan luego hasta la superficie del mar, donde son registradas por los sensores.

Buque BGP Prospector, petróleo en el Mar Argentino
El buque BGP Prospector ya busca petróleo en el Mar Argentino, en el bloque CAN-100.

Una vez que el sonido ha sido enviado desde la fuente de sonido, el nivel sonoro disminuye rápidamente. El tiempo acumulado de salida de sonido constituye menos del 5% del tiempo total del relevamiento.

Ya en tierra, los geocientíficos procesan e interpretan los datos adquiridos durante el relevamiento para identificar las zonas en las que puede haber petróleo y gas. Por razones de seguridad, se utilizan buques de apoyo durante las operaciones para alertar a otros navegantes de que se está realizando un relevamiento.

En el video difundido por Equinor, la empresa explica que aplica las “normas internacionales y las mejores prácticas de seguridad” para reducir al mínimo el impacto en el ambiente y en otras actividades marinas de la zona. Por esta razón, también hay observadores de mamíferos a bordo del buque sísmico para vigilar y registrar las especies marinas, como las ballenas, las tortugas y los delfines.

Su tarea consiste en asegurarse de que los animales sensibles a los sonidos de baja frecuencia no se encuentren cerca antes de poner en marcha la fuente de sonido. Una vez que la fuente de sonido se pone en marcha, la emisión acústica aumenta lentamente para dar tiempo a que los animales se alejen.

Si se observan animales en las cercanías durante la adquisición sísmica, se detiene la emisión de sonido hasta que estén fuera de la zona de exclusión (1000 m) definida por las autoridades argentinas.

Se prevé que las operaciones duren entre 100 y 150 días, y se desarrollarán ininterrumpidamente las 24 horas del día si las condiciones meteorológicas lo permiten.

Comentarios

Por si acaso, tu email no se mostrará ;)