En noviembre el litro alcanza los $1.184 en CABA, equiparándose al valor de Uruguay. Se trata de un cambio radical en el sector de los combustibles luego de caracterizarse por sus bajos precios durante años.
El precio del gasoil en Argentina alcanzó en noviembre uno de los niveles más altos de la región, igualando el valor en Uruguay y situándose en 1.184 pesos por litro. Estos niveles se registraron tras el reciente incremento dispuesto por las petroleras, que rondó el 2,5% en el país y más del 4% en la Patagonia.
Este cambio en la dinámica de precios marca un contraste con los valores relativamente bajos de los últimos años, y según analistas, los valores podrían aumentar aún más con la actualización de los impuestos pendientes. Un informe de la consultora Montamat y Asociados detalló que la liberación del mercado permitió la esperada «paridad de importación».
Un posible aumento de aranceles en Estados Unidos podría reducir la actividad comercial y afectar los precios del crudo.
Este nivel de precios responde en parte a una aplicación parcial del impuesto a los combustibles líquidos (ICL), que, de haberse implementado en su totalidad, habría elevado el componente impositivo hasta un 150%.
Daniel Montamat, ex secretario de Energía y director de la consultora, explicó que esta política impositiva, sumada a la decisión del gobierno de limitar el aumento mensual de precios al 2%, ha permitido mitigar su impacto directo en el mercado.
El precio del gasoil y el mercado internacional
Además de los factores internos, el contexto internacional influye en los precios del gasoil en el país. En octubre, el crudo Brent mantuvo un precio de referencia estable en 75,38 dólares por barril, lo que facilitó una paridad entre los valores de los importados y los locales.
Sin embargo, Montamat advirtió sobre posibles cambios en el mercado mundial: una disminución de la demanda en China y un posible aumento de aranceles en Estados Unidos podrían reducir la actividad comercial y afectar los precios del crudo.
Este panorama también afecta a los países exportadores de petróleo, como los de la OPEP, que evalúan ajustes en la producción para proteger sus ingresos.
La demanda global incierta podría reducir los precios internacionales, pero, por ahora, la paridad de importación ofrece cierto alivio para las finanzas de las refinerías argentinas, evitando incrementos inmediatos para los consumidores.
Pedido por mejor señalización en las estaciones de servicio
Un proyecto de ley en la provincia de Buenos Aires plantea que las estaciones de servicio deberán informar de manera clara y accesible cuando carezcan de algún combustible, incluyendo la causa. Impulsada por la diputada Natalia Lorena Dziakowski, esta medida busca garantizar que los consumidores puedan elegir entre diferentes tipos de combustibles según sus necesidades y presupuesto, sin sorpresas al momento de cargar.
Dziakowski señaló que los costos para implementar esta norma serían mínimos y podrían ser cubiertos con simples carteles o avisos digitales. Inspirada en una iniciativa similar en Mendoza, la propuesta se debatirá en el recinto antes de pasar al Senado provincial y, eventualmente, al Poder Ejecutivo para su reglamentación.
“Las Estaciones de Servicio, en su rol de proveedoras de un insumo fundamental como es el combustible, tienen la obligación de informar a los clientes sobre la disponibilidad de sus productos. Los ciudadanos deben poder elegir el tipo de combustible que se ajuste a sus necesidades y presupuesto, sin sorpresas al momento de cargar,” declaró la legisladora.
Para la parlamentaria, este principio de libertad de elección, “está amparado en las leyes de protección al consumidor vigentes, que exigen a los vendedores de bienes y servicios brindar una información clara y completa”.