Tras la intervención de la Secretaría de Trabajo, el gremio chubutense suspendió momentáneamente la retención de servicios por varios reclamos a YPF y PECOM. En Neuquén, ratificaron una paralización de actividades de 48 horas.
Los conflictos gremiales vuelven a sacudir el tablero energético. En menos de una semana, dos sindicatos clave de los petroleros anunciaron medidas de fuerza que impactan en yacimientos de todo el país.
Por un lado, el Sindicato del Petróleo, Gas y Energía de Chubut lanzó una retención de tareas en reclamo por retrasos en los pagos, despidos en la actividad y en pos de mejoras salariales, aunque suspendió la medida tras la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo.
Por el otro, el Sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa confirmó un paro general en Vaca Muerta: la protesta —que apunta directamente a la producción de shale— comenzará el miércoles 30 de julio a las 20 horas y se extenderá durante 48 horas.
El conflicto de los petroleros en Chubut
El conflicto en Chubut tiene un trasfondo complejo. Según explicó el gremio, la transición en la entrega de áreas de YPF a Pecom viene generando tensiones financieras que impactan en contratistas y PyMEs del sector.
En Chubut, la decisión de ir al paro se tomó ante la falta de respuestas concretas a múltiples reclamos a YPF y PECOM que vienen acumulándose desde hace meses.
Sin embargo, tras la intervención de la Secretaría de Trabajo, el gremio acató la conciliación obligatoria y suspendió momentáneamente la retención de servicios prevista en los yacimientos de Manantiales Behr, de YPF, y en otros campos que la petrolera nacional le transfirió recientemente a Pecom.
Carlos Gómez, secretario adjunto del sindicato chubutense, explicó que la decisión se precipitó luego de que el martes 29 de julio venciera el último plazo acordado sin que las empresas cumplieran los compromisos asumidos.
Entre los principales reclamos figuran salarios y aguinaldos impagos, despidos sin acuerdo con el gremio e indemnizaciones mal liquidadas. Además, el sindicato advirtió que se violaron los acuerdos de paz social firmados el 25 de mayo y el acta de reconversión productiva sellada el 9 de junio.
El dirigente detalló también que hay expedientes abiertos por el retraso en el pago de salarios de junio y aguinaldos, la paralización del equipo perforador 302 de AESA por decisión unilateral de Pecom, y una deuda creciente con contratistas que amenaza con paralizar aún más la operación.
Conciliación obligatoria y acatamiento
La Secretaría de Trabajo dictó conciliación obligatoria por un plazo inicial de 15 días, prorrogables por cinco más.
“Tenemos habilitada la retención de servicios, pero inmediatamente la conciliación obligatoria fue notificada y, por lo tanto, acatamos esta medida suspendiendo las acciones directas”, sostuvo Gómez. El gremio espera ahora que las operadoras cumplan con sus compromisos y normalicen los pagos.

El conflicto tiene un trasfondo más complejo. Según explicó el gremio, la transición en la entrega de áreas de YPF a Pecom viene generando tensiones financieras que impactan en contratistas y PyMEs del sector.
“El promedio de ajuste paritario implica que en un solo mes se deben depositar alrededor de un millón de pesos por trabajador, lo cual es un gran desafío para las PyMEs”, indicó Gómez.
Desde el sindicato advierten que la situación en la Cuenca del Golfo San Jorge se agrava semana a semana. Las próximas audiencias con YPF y Pecom serán clave para definir si el conflicto se resuelve o se profundiza.
Paro confirmado en Vaca Muerta
Mientras tanto, en Neuquén, el Sindicato de Petroleros Privados ratificó un paro de 48 horas luego del fracaso de la reunión con las operadoras en la Ciudad de Buenos Aires. Según denunció el gremio, el encuentro no duró ni una hora y no hubo voluntad de negociar.
La medida de fuerza fue confirmada el 23 de julio y afecta directamente la producción de shale oil y gas. Ese mismo día se presentó formalmente la denuncia por conflicto colectivo ante el Ministerio de Trabajo de la Nación.
El gremio denuncia que más de 1.200 trabajadores quedaron fuera del sistema por ajustes en las dotaciones, mientras otros 2.000 siguen suspendidos, sin tareas y cobrando solo el salario básico.
El paro comenzará el miércoles 30 de julio a las 20:00, coincidiendo con el cambio de turno, y se extenderá hasta el viernes 1 de agosto a la misma hora. Solo se mantendrán guardias mínimas y operativas las plantas de compresión de gas, tal como lo exige la normativa vigente.