En un nuevo cambio del Código Aeronáutico, el Gobierno modificó los máximos permitidos de horas de vuelo y servicio, e introdujo nuevos criterios para los descansos. Los operadores podrán implementar sistemas propios de gestión de fatiga bajo supervisión de la autoridad aeronáutica.
A pocos días del anuncio de un nuevo paro de pilotos en un conflicto que sigue sin resolución, el Gobierno nacional avanzó con las modificaciones al Código Aeronáutico y oficializó, mediante el Decreto 378/2025 publicado en el Boletín Oficial, una nueva reglamentación sobre los tiempos máximos de vuelo, los períodos de servicio y los descansos mínimos para las tripulaciones de la aviación civil aerocomercial.
Esta disposición, que reemplaza al anterior Decreto 877/2021, introduce modificaciones estructurales dentro de un contexto más amplio de desregulación del sector aéreo. Los cambios se formalizan solo unos días después del anuncio de paro por parte de Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA).
El decreto establece un máximo de 1.000 horas de vuelo al año y 120 por mes para servicios regulares.
Según se indica en sus considerandos del texto oficial, la normativa tiene como objetivo alinearse con los estándares internacionales de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), en particular con lo estipulado en su Anexo 6, y al mismo tiempo asegurar “el cumplimiento de los más altos estándares de la seguridad operacional”.
Las empresas definirán sus cronogramas
El texto oficial sostiene que la regulación anterior “ha tenido una marcada influencia política, ajena a las estrictas consideraciones técnicas”, y propone un modelo en el que los explotadores aéreos tengan “absoluta libertad para fijar sus propios tiempos de vuelo, períodos de servicios de vuelo y períodos de descanso”, dentro de los máximos permitidos por la norma.
Así, las empresas podrán adoptar un Sistema de Gestión de Riesgos Asociados a la Fatiga (FRMS), que debe garantizar un nivel de seguridad equivalente o superior al del régimen prescriptivo. El decreto establece un máximo de 1.000 horas de vuelo al año y 120 por mes para servicios regulares.
Las horas de vuelo por jornada dependen de la dotación: de 8 a 9 horas con tripulación mínima y hasta 13 o 17 horas con tres o cuatro pilotos, siempre que existan espacios adecuados de descanso a bordo. El tiempo de servicio también varía: puede ir de 9 a 14 horas en funciones mínimas y hasta 19 con dotación aumentada.
En cuanto al descanso, se fija un mínimo equivalente a la duración del servicio anterior, sin poder ser inferior a 10 horas consecutivas. Además, cada 168 horas trabajadas debe otorgarse un descanso de al menos 30 horas, y las vacaciones anuales deben ser de 15 días consecutivos.

Para vuelos que cruzan más de 60 grados de longitud, se establece un período de recuperación para aclimatarse al huso horario. Los límites son distintos para vuelos no regulares y tripulaciones de cabina. En vuelos no regulares, se permiten hasta 1.400 horas de vuelo al año.
Los tripulantes de cabina pueden prestar servicios por 14 horas, ampliables hasta 18 con personal adicional, respetando el descanso mínimo de 10 horas. También se contemplan situaciones excepcionales como emergencias médicas o demoras imprevistas, que permiten ampliar los límites hasta un 20% en 24 horas o un 10% en el mes, con justificación del comandante.
Nuevo paro de pilotos
La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) anunció un paro total de actividades para el martes 10 de junio entre las 18:00 y las 02:00 del día siguiente, que afectará los vuelos de Aerolíneas Argentinas en los aeropuertos Jorge Newbery y Ezeiza.
La medida se da en un contexto de fuerte conflicto con la empresa y el Gobierno, marcado por reclamos salariales, denuncias de incumplimientos del convenio colectivo de trabajo, falta de inversión en mantenimiento de aeronaves y ausencia de un plan estratégico claro para la compañía. Desde APLA señalaron que los ajustes salariales han sido parciales y quedaron por debajo de la inflación, sin nuevas propuestas a la vista.
El sindicato también denunció fallas técnicas recurrentes por falta de inversión y modificaciones unilaterales en procesos de trabajo, que afectan la seguridad y la calidad del servicio. Este conflicto ocurre mientras el Gobierno continúa con la reforma del Código Aeronáutico, incluyendo los cambios oficializados ayer.
A la protesta de los pilotos se suma el anuncio de paros parciales de ATEPSA, el gremio de controladores aéreos, en rechazo a la falta de actualización salarial. El conflicto se profundiza con la reciente reglamentación del derecho de huelga, que fija un 75% de prestación mínima en servicios esenciales como el transporte aéreo, pero que fue rechazado por la justicia.