La famosa curva de aprendizaje desarrollada en Vaca Muerta a lo largo de la última década será la base a partir de la cual las empresas YPF y CGC (del Grupo América) comenzarán a explorar en Palermo Aike, considerada la segunda formación no convencional más importante del país.

Allí en el extremo sur del país, en Santa Cruz, Palermo Aike es la roca madre de la Cuenca Austral y puede llegar a representar en volúmenes hasta un tercio de lo que se le reconoce a la formación de Neuquén, por lo que recibió el apodo de “hermana menor”.

Por sus condiciones geológicas, es el reservorio de gas y petróleo más parecido a Vaca Muerta dada su extensión espacial, la profundidad del objetivo entre los 3.000 y 3.500 metros de profundidad, origen marino y potencial hidrocarburífero.

Pero eso recién comenzará a confirmarse a partir de las tareas de exploración que encaren en conjunto las dos petroleras, al promediar la segunda mitad del año cuando pase lo más crudo del invierno.

Palermo Aike es la roca madre de la Cuenca Austral y puede llegar a representar en volúmenes hasta un tercio de lo que se le reconoce Vaca Muerta, razón por la cual se la conoce como “la hermana menor”.

Cuando la industria comenzaba a hablar del potencial de Vaca Muerta, a principios de la década pasada, también se destacaba la existencia de otras formaciones geológicas no convencionales que podían ser muy importantes en materia de recursos de gas y petróleo.

Es así que se concretaron unas muy pocas exploraciones en otras rocas madres conocidas como D-129 en la que avanzó YPF en el Golfo San Jorge; Los Molles, en Neuquén; o Los Monos, en el noroeste del país.

De todas ellas se estima que la formación del sur de Santa Cruz es la que mayor potencial tiene para transformar sus recursos en reservas comercialmente explotables, con proyecciones que la ubican como el cuarto reservorio más importante del mundo, de acuerdo a la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA).

Palermo Aike

Para tener una dimensión de lo que se puede encontrar en el subsuelo santacruceño, las estimaciones indican que la formación podría contar con reservas por 130 TCF de gas natural y 6,6 billones de barriles de crudo, lo que permite apreciar su magnitud frente a Vaca Muerta que dispone de 308 TCF y 16 billones de barriles.

Para intentar el desarrollo de estos recursos, YPF y CGC firmaron recientemente un memorando de entendimiento para la perforación del primer pozo exploratorio en «Fracción II – El Cerrito», perteneciente a la concesión no convencional de CGC en Santa Cruz. La operatoria estará a cargo de la compañía con mayoría accionaria estatal, la que podrá aportar en Santa Cruz todo el aprendizaje que desarrolló en Vaca Muerta.

En caso de obtener resultados positivos, ambas compañías avanzarán con el desarrollo de una parte del área, invirtiendo en pozos adicionales e instalaciones asociadas. La eventual producción a nivel comercial de Palermo Aike contará con una importante infraestructura ya existente, debido a que está muy próxima al gasoducto San Martín que se extiende desde Ushuaia hasta las puertas del Área Metropolitana Buenos Aires, y para el caso de petróleo dispone de un puerto de aguas profundas en Punta Loyola.

Experiencia, clave para el desarrollo

La importante tradición hidrocarburífera de Santa Cruz también facilitará el desarrollo de las nuevas áreas no convencionales, al contar con infraestructura preexistente, mano de obra capacitada y una red de proveedores para la industria de los hidrocarburos.

No obstante la necesidad de equipos de fractura como los que se utilizan en Vaca Muerta son un punto a resolver debido a la alta demanda global y el creciente requerimiento de las operaciones en el no convencional neuquino.

Además, a pesar de la amplia experiencia previa en tight en el sur santacruceño, una explotación de recursos en terreno más permeable que el no convencional, deberán resolver los altos requerimientos de agua y arena utilizadas para el fracking y toda la logística que demanda esos volúmenes.

No obstante, se avanzará con la construcción de un equipo para la perforación de uno a tres pozos previstos para este año que tendrán una rama horizontal de entre 1.500 a 2.000 metros para explorar distintas regiones de ésta área de unos 5.000 kilómetros cuadrados con potencial de Palermo Aike.

Si esos primeros resultados son positivos se prevé que recién para 2025 las empresas podrían tomar la decisión de avanzar con el primer pad de pozos para una producción en escala comercial.

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