La provincia había planteado regalías del 1% del precio de venta del crudo transportado por el futuro conducto. Las empresas que conforman la sociedad del proyecto estarían dispuestas a aceptar “un monto fijo por año”.
El gobierno de Río Negro y las empresas del proyecto Vaca Muerta Sur están en la recta final de las negociaciones para definir el pago de un canon por el uso de la infraestructura provincial en el marco del desarrollo del oleoducto.
En un principio, el gobernador Alberto Weretilneck había propuesto un esquema de regalías equivalente al 1% del precio de venta del crudo transportado, lo que significaba unos 60 millones de dólares anuales.
Pero con el avance de las negociaciones, el modelo se redefinió hacia un pago anual con una suma fija, menor a la planteada originalmente. Desde la sociedad confirmaron a EconoJournal: “No serán regalías, será un monto fijo por año”.
Una vez en operación, la infraestructura permitirá trasladar hasta 550.000 barriles de petróleo diarios desde Vaca Muerta hacia los mercados internacionales.
Este acuerdo allana el camino para la concreción del megaproyecto, que contempla un oleoducto de 437 kilómetros y un puerto de exportación en la costa de Río Negro.
Una vez en operación, la infraestructura permitirá trasladar hasta 550.000 barriles de petróleo diarios desde Vaca Muerta hacia los mercados internacionales.
El oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) es clave para el futuro de la producción de hidrocarburos en la Cuenca Neuquina.
Su puesta en marcha ayudará a aliviar las restricciones en el transporte de crudo y abrirá nuevas oportunidades de exportación, con un impacto estimado de 15.000 millones de dólares anuales en ingresos.
Además, YPF confirmó que dará luz verde al proyecto Duplicar X, liderado por Oldelval, que sumará 24.000 metros cúbicos diarios de capacidad de evacuación, reforzando aún más la infraestructura de transporte de crudo.
Cruces y negociaciones por el Vaca Muerta Sur
El pedido del gobierno de Río Negro tomó por sorpresa a las empresas involucradas en el proyecto, ya que la obra estaba en marcha cuando se planteó el reclamo.
Desde el sector privado cuestionaron la medida, argumentando que la exigencia llegó con la inversión ya en curso y recordando que el proyecto se desarrolla bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), un marco que garantiza estabilidad fiscal a los inversores.

A pesar de esto, desde el Gobierno aseguran que “las reglas del juego siempre estuvieron claras”.
Mientras tanto, en YPF confirman que el acuerdo está cerca de cerrarse. “Vamos a llegar a un acuerdo lógico, pero ya deberá estar solucionado la semana próxima”, señalaron desde la petrolera con mayoría estatal.
En medio de la controversia por el plan de Río Negro de cobrar un bono, el gobierno provincial intimó a fines de febrero a las empresas Techint, Sacde e YPF, responsables de la obra, a cumplir con los términos del contrato que acordaron con la administración local.
En concreto, las autoridades provinciales exigieron el cumplimiento de la normativa que obliga a contratar mano de obra local.
El propio Weretilneck fue categórico: “Si no se respeta el derecho de los trabajadores rionegrinos, la obra no avanzará”.
Además, cuestionó la baja participación de trabajadores locales en el proyecto: “No puede ser que del total de trabajadores en el obrador de Villa Regina, solo el 30% sean rionegrinos. Es una vergüenza que eso suceda y no lo permitiremos”, enfatizó.
El mensaje del mandatario fue claro: “Que nadie se confunda aquí: el oleoducto se hace respetando a los rionegrinos o no se hace”.
Su reclamo se dio en medio de una protesta de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) en la región.
Tras las tensiones, las empresas, la Secretaría de Trabajo de Río Negro y el sindicato lograron un acuerdo que destrabó el conflicto.