El poder Ejecutivo le otorgó los derechos de explotación del oleoducto Sierras Blancas-Allen a la sociedad PAE, Shell y Pluspetrol. El objetivo es incrementar la capacidad de transporte de la formación neuquina.
El Estado Nacional sigue en busca de maximizar el potencial de Vaca Muerta por lo que la infraestructura de evacuación se torna fundamental. En esa línea, el oficialismo le concesionó los derechos de explotación del nuevo oleoducto a las compañías petroleras Shell, Pan American Energy (PAE) y a Pluspetrol, durante un plazo de 35 años.
El mercado energético se ha vuelto muy tentador para la Argentina dado el contexto mundial marcado por la escasez de hidrocarburos no convencionales y los megayacimientos de estos recursos con los que cuenta el país. Es por eso que, mediante el Decreto 142/2023 publicado en el Boletín Oficial, se le otorgó la concesión del ducto que se extiende desde el área de Sierras Blancas ubicado en Neuquén, hasta la estación de bombeo del sistema troncal situada en la localidad de Allen, en la Provincia de Río Negro.
Dado que atraviesa más de una provincia, la Ley 26.197 de Hidrocarburos establece que es el estado nacional quien establece las concesiones.
El decreto ordena a las concesionarias a permitir el acceso indiscriminado de terceros a la capacidad de transporte del ducto
De esta manera, la adjudicación será ejercida en un 25 % para PAE, un 15 % para Pluspetrol y un 60 % para Shell, firmas que construyeron el oleoducto con una inversión de 80 millones de dólares y que poseen concesiones de explotación de las áreas desde donde se evacuará la producción.
El ducto alcanza una extensión de 104 kilómetros y tiene una capacidad de transporte de crudo de 20 mil metros cúbicos por día, lo que equivale a un tercio de la producción de la formación.
El oleoducto fue inaugurado hace un mes y se espera que facilite una evacuación más fluida. Si bien Vaca Muerta representa el segundo yacimiento con la mayor reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo de este tipo, la producción no puede ser trasladada con eficiencia debido a las cantidades de gas y petróleo que se extraen.
A partir de lo estipulado, el consorcio se hará cargo por los próximos 35 años de transportar la producción de las empresas Puerto Silva Oeste, Loma Jarillosa Este, La Calera, Meseta Buena Esperanza, Aguada Villanueva, Bandurria Centro, Bajada de Añelo y Coirón Amargo Sur Oeste, Coirón Amargo Sur Este, Sierras Blancas, Cruzo de Lorena y Aguada Cánepa. Lo que incluye a la cabecera principal de las operaciones de Shell y desemboca en el sistema operado por Oleoductos del Valle (Oldelval).
Por otro lado, la Secretaría de Energía de la nación debe aprobar la tarifa máxima de transporte de petróleo crudo aplicable a la capacidad no contratada y a la capacidad contratada no utilizada. En tanto, el decreto ordena a las concesionarias a permitir el acceso indiscriminado de terceros a la capacidad de transporte del ducto que no esté comprometida por la misma tarifa y en igualdad de condiciones.
Además, las petroleras estarán obligadas a presentar de forma periódica los estudios de operación y mantenimiento, el plan de contingencias y los informes de monitoreo correspondientes, además de pagar anualmente la Tasa de Control de Transporte y Captación de Hidrocarburos.
Entre las obligaciones a las que están atadas las compañías, está declarar mensualmente los volúmenes transportados y mantener actualizada su inscripción tanto en el Registro Nacional de Empresas Transportistas de Hidrocarburos Líquidos por Ductos como en el Registro de Capacidades de Transporte y de Almacenaje de Hidrocarburos Líquidos.
