Con esta obra, se pueden transportar 160.000 barriles diarios de crudo hacia Chile y al complejo Luján de Cuyo, en Mendoza. Las instalaciones, ubicadas en La Amarga Chica, están conectadas con el ducto Otasa, que envía petróleo al país vecino.
Con la activación de los primeros dos tanques y la operación del sistema de bombeo, YPF finalizó el oleoducto Vaca Muerta Norte, que permitirá el transporte diario de 160.000 barriles de petróleo tanto hacia Chile como a su complejo en Luján de Cuyo, Mendoza, una de las refinerías más importantes del país.
Este punto de entrega se posiciona como la principal vía de salida para el crudo no convencional de Neuquén, ubicado en el área central del desarrollo, en un contexto en el que la ampliación de la evacuación de recursos de la formación shale es crucial para incrementar la producción.
Chile se consolidó en los últimos meses como el principal destino de los barriles de petróleo exportados por la Argentina, con un crecimiento significativo en los envíos, que en lo que va del año se incrementaron en más de un 50%.
El proyecto consta de un oleoducto de 151 kilómetros, una estación de bombeo y un conjunto de tanques con capacidad para almacenar 370.000 barriles.
Estas instalaciones se localizan en el yacimiento La Amarga Chica, al norte de Añelo, y su destino final es el nodo Puesto Hernández, en Rincón de los Sauces, desde donde el sistema se enlaza con el Oleoducto Trasandino (Otasa), que transporta el crudo hacia Chile.
Otasa, que volvió a operar en mayo de 2023 tras 17 años de inactividad, es ahora parte de este sistema que, con la conclusión de Vaca Muerta Norte, «consolida el punto de entrega como la principal salida de crudo no convencional ubicada en Neuquén, en la zona central del desarrollo», según destacaron desde la petrolera estatal.
Destinos e inversión para Vaca Muerta Norte
El oleoducto de Vaca Muerta Norte cruza 16 áreas hidrocarburíferas concesionadas a lo largo de su trayectoria, comenzando en La Amarga Chica –donde YPF trabaja en sociedad con la malaya Petronas– y abarcando zonas como Bandurria Sur, Bajada de Añelo, Pampa de las Yeguas, Rincón La Ceniza y Bajada del Choique.
Además, el ducto está conectado con el complejo Luján de Cuyo en Mendoza, lo que asegura el abastecimiento a una de las principales refinerías del país.
Esa planta mendocina ha recibido una inversión de 800 millones de dólares en los últimos dos años, con el fin de aumentar su capacidad para procesar el crudo liviano de Vaca Muerta y actualizar sus procesos, obteniendo combustibles más limpios y de mayor calidad.
El proyecto Vaca Muerta Norte implicó una inversión de 250 millones de dólares y, en su pico de actividad, generó empleo para 1.200 personas. La construcción, que se extendió por aproximadamente 18 meses, involucró a más de diez empresas tanto locales como nacionales.
El oleoducto será vital para cumplir los acuerdos con la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), la petrolera de Chile.
En palabras de la empresa: «YPF se posiciona como un actor central en el negocio del midstream, que busca desarrollar y garantizar el transporte de hidrocarburos tanto dentro como fuera de nuestro país, potenciando la creación de una plataforma exportadora de energía».
Chile, a la cabeza de las exportaciones de crudo
Chile se consolidó como el principal destino de los barriles de petróleo exportados por la Argentina, en un escenario en el que el desarrollo de Vaca Muerta dio un fuerte impulso a las ventas al exterior de crudo desde la Cuenca Neuquina, con un crecimiento significativo en los envíos, que en lo que va del año se incrementaron en más de un 50%.
A partir de la reactivación del Otasa, Chile aumentó de manera constante sus compras de crudo y, en agosto, se convirtió en el mercado más rentable para el petróleo local.
Según el informe de agosto del Intercambio Comercial Argentino (ICA) del Indec, las exportaciones de petróleo crudo entre enero y agosto sumaron 3.582 millones de dólares, lo que representa un incremento interanual del 54%.
De ese total, 3.367 millones de dólares (equivalente al 94%) fueron destinados a los cinco principales países compradores del crudo argentino: Chile, Estados Unidos, Brasil, Emiratos Árabes Unidos y Perú.
Hasta julio, Chile se ubicaba solo 88 millones de dólares por detrás de Estados Unidos como principal importador. Sin embargo, en agosto, esa diferencia se disipó, y Chile logró superar a Estados Unidos por un margen mínimo, invirtiendo las posiciones en el ranking.
