Las dos competidoras que quedaron en carrera por la compra de 29 coches son de ese país. Uno de los factores que condiciona el proceso es que el proveedor deberá financiar al menos el 80% de la operación.

Tras meses de silencio, la demorada y varias veces pospuesta licitación para la compra de nuevos vagones para la línea B del Subte entra en etapa de definición. De las tres empresas estatales que habían presentado propuestas en enero —la india BEML y las chinas CRRC Changchun y CITIC Construction—, solo dos siguen en carrera.

Según un documento interno al que accedió el medio EnelSubte, Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) desestimó la oferta de BEML por incumplir requisitos del pliego. Con esa baja, la compulsa se encamina a una definición entre las dos firmas chinas.

Los trenes serán del tipo «open gangway», es decir, sin puertas internas ni cabinas intermedias, permitiendo el libre paso de punta a punta, como ocurre con los Alstom Serie 300.

CITIC, que ya ha intervenido en compras anteriores de material rodante para el Subte, no fabrica trenes: actúa como intermediario y financista. Por eso, es probable que si gana, subcontrate la construcción a CRRC o a otro fabricante.

En tanto, CRRC nunca participó directamente en licitaciones del Subte, aunque una de sus antecesoras, CNR, sí lo hizo en 2004, en una compulsa fallida junto a la propia CITIC.

Más adelante, CNR y CSR (ambas luego fusionadas en CRRC) fueron responsables de fabricar trenes eléctricos para las líneas Sarmiento, Mitre, Roca, y coches para el Belgrano Sur, el San Martín y los servicios de larga distancia.

Un punto clave: el financiamiento

Uno de los factores que condiciona esta licitación es que el proveedor deberá financiar al menos el 80% de la operación.

Esa exigencia, que fue agregada después del lanzamiento de la compulsa, limitó el número de oferentes, ya que solo pudieron seguir adelante las empresas con capacidad de ofrecer financiamiento externo.

Como el presupuesto de la Ciudad aún no tiene partidas asignadas para esta compra, cualquier línea de crédito ofrecida por el adjudicatario deberá pasar por la Legislatura porteña.

Línea B, Subte, SBASE, Horario nocturno
Nuevas obras serán necesarias para que este cambio pueda implementarse, a la vez que se plantean nuevos interrogantes acerca del período de transición entre la flota actual.

En paralelo, en enero la Ciudad también activó una cláusula de ampliación de un contrato firmado hace más de una década para incorporar ocho formaciones más a las líneas A y C. Ese antecedente refuerza la fluidez de las relaciones con el consorcio chino.

Trenes más amplios, modernos y compatibles

La compra de 29 nuevas formaciones (174 coches en total, seis por tren) tiene como objetivo que la línea B opere con una sola flota, algo que SBASE considera clave para mejorar la operación del servicio.

Los trenes serán del tipo «open gangway», es decir, sin puertas internas ni cabinas intermedias, permitiendo el libre paso de punta a punta, como ocurre con los Alstom Serie 300.

Además, tendrán un ancho de 3,10 metros, aprovechando al máximo el gálibo ferroviario de la línea B, herencia de su pasado como línea de tren pesado. Esto representa una mejora significativa en capacidad respecto a los actuales Mitsubishi (2,80 m) y CAF 6000 (2,77 m), que nunca fueron diseñados específicamente para esta línea.

Nuevas obras serán necesarias para que este cambio pueda implementarse, a la vez que se plantean nuevos interrogantes acerca del período de transición entre la flota actual y la nueva, y sobre el futuro de la conexión entre la línea B y el Ferrocarril Urquiza, posible gracias a que ambas comparten la alimentación por tercer riel.

En cuanto al sistema de señalamiento, las nuevas formaciones deberán ser diseñadas para el actual sistema ATP (Automatic Train Protection) y estar preparadas para una posible conversión a CBTC (Communications-Based Train Control) con ATO en GoA2, sistema cuya instalación no fue anunciada aún en la línea B, pero que ya opera en las líneas C, D y H.

Otro cambio técnico importante es el aumento de la tensión: si bien la línea B opera actualmente con 600 V, ahora se exige que los nuevos trenes estén preparados para 1500 V. Esto implica un salto tecnológico y una señal clara de que habrá más inversiones en infraestructura eléctrica.

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