En abril se superó por primera vez, y largamente, el umbral de las 2.000 etapas, alcanzando una marca 12% por encima de la anterior, lograda hace apenas dos meses. ¿Qué empresas lideraron el fracking?
Vaca Muerta volvió a romper sus propios límites. Abril cerró con un hito histórico: se realizaron 2.214 etapas de fractura, lo que no solo marca el mayor nivel de actividad en más de diez años de desarrollo shale, sino que supera en casi un 12% el récord anterior, logrado hace apenas dos meses.
Por primera vez, se superó el umbral de las 2.000 etapas mensuales, gracias al trabajo simultáneo de 11 operadoras activas en distintos bloques, una concentración poco habitual que da cuenta del nivel de aceleración que atraviesa la cuenca.
Este nivel de actividad permite anticipar un crecimiento importante en la producción de crudo en las próximas semanas, dada la correlación directa entre etapas de fractura y rendimiento productivo.
YPF realizó 931 etapas de fractura, utilizando cinco de los doce sets de fractura disponibles en el país. Su nivel de actividad la siguer posiciando muy por encima del resto.
El récord anterior correspondía a febrero de este año, cuando se alcanzaron 1.978 fracturas en un mes dos días más corto. Aquella marca ya reflejaba un fuerte ritmo operativo, vinculado directamente con la expansión de la capacidad de transporte de crudo que habilitó el sistema Oldelval (Oleoductos del Valle).
Esta nueva ola de fracturas responde a una combinación de factores, según el informe especial que elabora Luciano Fucello, country manager de NCS Multistage, para la Fundación Contactos Energéticos.
Si bien el foco principal sigue siendo el petróleo, también se ejecutaron trabajos en la ventana de gas natural, con el objetivo de anticiparse al declino de los pozos conectados. No se busca cubrir la demanda del próximo invierno, sino garantizar continuidad en la oferta a mediano plazo.
Desde la propia industria reconocen que estos picos no son inéditos. Ya el año pasado se había visto un comportamiento similar, y todo indica que algunas empresas están acelerando operaciones para mostrar mejores números de producción en sus reportes financieros trimestrales.
Quiénes lideraron la actividad en abril
Como es usual, YPF encabezó el ranking con 931 etapas de fractura, utilizando cinco de los doce sets de fractura disponibles en el país. Su nivel de actividad la posiciona muy por encima del resto.
Pampa Energía se ubicó en segundo lugar con 200 fracturas, pero lo llamativo es que esta vez apuntó al petróleo en el bloque Rincón de Aranda, a pesar de que su fuerte históricamente ha sido el gas.

Vista y Shell completaron el podio con 196 y 193 etapas, respectivamente. Por su parte, Tecpetrol mantuvo su foco en el gas, con 189 fracturas concentradas en Fortín de Piedra, su principal bloque.
Un escalón más abajo se ubicó Capex-Capsa, que sumó 166 etapas en el pad de Agua del Cajón, mientras que Pan American Energy (PAE) realizó 141.
En la segunda mitad del ranking, TotalEnergies agregó 90 fracturas, Pluspetrol completó 56, Phoenix Global Resources hizo 47, y Chevron, que inició su campaña a fin de mes, apenas 5.
Productividad y obstáculos en Vaca Muerta
Para Luciano Fucello, Vaca Muerta no tiene techo: “La productividad media de Vaca Muerta supera al 10% de los mejores pozos de Estados Unidos”, afirmó, destacando el potencial de la formación como uno de los yacimientos más competitivos del mundo.
Sin embargo, también puso sobre la mesa los obstáculos que siguen limitando su crecimiento. Entre ellos, mencionó la “capacidad de transporte insuficiente, la escasez de equipos especializados debido a restricciones en importaciones y la falta de inversión extranjera directa”.
Aun así, su visión es optimista: Fucello considera que, con el nivel de inversiones adecuado, Argentina podría lograr una balanza energética positiva ya en 2025.
Desde la Secretaría de Energía de Neuquén, las proyecciones también son alentadoras. Estiman un incremento del 15% en la producción de shale oil y shale gas hacia fines del próximo año, impulsado justamente por esta ola de fracturas que está en marcha.
Con más de 2.000 pozos activos y una inversión acumulada de más de 6.000 millones de dólares en lo que va del año, Vaca Muerta reafirma su papel central como motor energético y estratégico de la economía argentina.