Luego de 16 años de inactividad es inminente la reactivación del Oleoducto Trasandino (OTASA) a Chile que permitirá la exportación de unos 110 mil barriles de crudo diarios.

Por medio de la Resolución 175/2023 publicada este martes en el Boletín Oficial, la Secretaría de Energía reglamentó el procedimiento de autorización para poder exportar petróleo a través de los oleoductos transfronterizos como el Oleoducto Trasandino, que volverá a estar operativo en breve.

De acuerdo con la resolución que lleva la firma de la secretaria de Energía, Flavia Royón, el objetivo de esta decisión es “optimizar” la exportación de hidrocarburos de modo de poder “preservar y lograr la obtención de divisas” proveniente de los envíos al exterior.

La medida es clave ante la inminente reactivación del Oleoducto Transandino (Otasa) a Chile y las diferencias existentes respecto a la exportación por buques. Por esta razón la normativa busca regular “de manera diferenciada y autónoma” la exportación por ductos transfronterizos considerando “las contingencias logísticas y las variables técnicas y económicas que implica la continuidad de aprovisionamiento requerida para obtener contratos de venta competitivos”.

Otasa
El Gobierno reglamentó la exportación de petróleo por oleoductos transfronterizos

A partir de esta normativa, las empresas interesadas en exportar deberán registrar sus operaciones ante la Subsecretaría de Hidrocarburos y tendrán que informar, entre otros datos, el oleoducto utilizado, el país de destino, las explotaciones que aportarán los volúmenes de petróleo, el cronograma de exportaciones y su volumen máximo estimado para el año; así como también información de precios contratados o proyectados.

La subsecretaría tendrá un plazo de 60 días para efectuar los “análisis técnicos y económicos pertinentes” a fin de asegurar que las exportaciones “no impacten en forma negativa” en el abastecimiento interno. Una vez realizado este análisis, autorizará o no las operaciones de exportación, pudiendo reducir en caso de ser necesario el volumen máximo solicitado.

El objetivo de la decisión que oficializó hoy la Secretaría de Energía es optimizar la exportación de hidrocarburos de modo de poder preservar y lograr la obtención de divisas.

Durante ese lapso, el área podrá además otorgar autorizaciones provisorias de hasta 90 días para poder realizar pruebas en los oleoductos, si así se requiere.

Luego de ser aprobadas, las operaciones también serán informadas a la Dirección General de Aduanas (DGA) para que dicha dependencia “instrumente los respectivos permisos de embarque a través del Sistema Informático Malvina».

Previa autorización a las mismas podrán añadirse una exportación excedente o también podrán ser cedidas a otra empresa.

Durante la vigencia de las autorizaciones, las empresas deberán informar dentro de los 15 días corridos luego de finalizado el mes, el número de permisos de embarques otorgados por Aduana y una planilla con los volúmenes explotados en forma diaria, además de mantener actualizada la información respecto del destino final de los volúmenes y modificaciones en la calendarización de entregas.

La Secretaría de Energía aclaró además que este procedimiento de autorización será evaluado anualmente tomando en cuenta el nivel de inversiones en el sector, la evolución de las reservas de petróleo y sus precios, al igual que la situación del mercado energético internacional.

En caso de cambios –indicaron- “no quedará afectada la firmeza, continuidad y estabilidad jurídica de las autorizaciones de exportación otorgadas hasta dicha fecha”.

Evitar un cuello de botella

Entre los considerandos de la Resolución que entró en vigencia este martes, se señala que actualmente “los sistemas troncales de transporte de hidrocarburos disponibles para evacuar la producción de la Cuenca Neuquina” se encuentran en el límite de su capacidad, lo cual restringe su exportación desde el Océano Atlántico; pero que el país posee una “oportunidad de generar un mercado de exportación” a través de los ductos transfronterizos existentes para la exportación a Chile “y eventualmente otros mercados desde el Océano Pacifico” sin necesidad de “inversiones adicionales de gran magnitud”.

En ese sentido, está proyectado que el Oleoducto Transandino, de 427 kilómetros y con capacidad de 110.000 barriles diarios, se rehabilite en los próximos meses tras 16 años de inactividad en un sistema binacional que tiene a YPF, Chevron y ENAP como principales accionistas.

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