La provincia avanza en gestiones para recuperar la concesión de Andacollo, actualmente en manos de una empresa en concurso preventivo. El plan es abrir una licitación nacional e internacional que permita poner en marcha un yacimiento con menos del 15% de explotación.
La Corporación Minera del Neuquén (Cormine) trabaja para recuperar el control de la mina de Andacollo, en el norte neuquino, cuya concesión sigue en manos de Trident Southern Explorations de Argentina SRL, firma que atraviesa un prolongado concurso preventivo en la Justicia porteña.
Desde el organismo aseguran que la intención es crescindir el contrato y avanzar en un nuevo proceso licitatorio que logre atraer a compañías de peso con experiencia comprobada en el negocio del oro y el cobre.
Uno de los argumentos más sólidos para insistir en la reactivación de Andacollo es que apenas entre el 10% y el 15% de sus 50.000 hectáreas fue explotado hasta el momento. Esto significa que el margen de exploración y aprovechamiento sigue siendo muy amplio, tanto en oro como en cobre.
“Por instrucción del gobernador, deseamos que se culmine cuanto antes para obtener y disponer de la mina nuevamente”, sostuvo el presidente de Cormine, Mariano Brillo, quien explicó que el paso siguiente será convocar a un proceso público abierto a nivel nacional e internacional.
El caso Andacollo está judicializado desde hace más de cuatro años. Trident, que obtuvo la concesión en 2016, no cumplió con las obligaciones de inversión y explotación, y hoy se encuentra bajo concurso preventivo con un proceso de salvataje en curso.
La jueza subrogante que entiende en la causa debe resolver si la mina será transferida a un tercero interesado, la firma Eco Friendly SA, o si el pedido de la provincia prosperará para dar por finalizada la concesión y devolver el yacimiento al Estado neuquino.
Según Brillo, esta indefinición “provoca a la Provincia severos perjuicios económicos”, dado que el recurso permanece ocioso. De allí que el objetivo oficial es obtener cuanto antes una resolución para activar una nueva licitación.
Un pliego con condiciones distintas
El rediseño del pliego de condiciones aparece como un punto central en la estrategia provincial. El titular de Cormine adelantó que, a diferencia del pasado, esta vez se exigirá que todo el proceso productivo se lleve a cabo en Neuquén.
“Nosotros solamente veíamos pasar los camiones”, recordó Brillo al referirse a la etapa en la que el mineral de Andacollo era exportado a Chile y Perú para su procesamiento.
La nueva concesión contemplará que la extracción, el desarrollo y la separación se concreten dentro del territorio neuquino, de manera de maximizar el impacto económico y laboral en la región.

La provincia también evalúa la inclusión de cláusulas que refuercen aspectos vinculados a la licencia social y la seguridad jurídica, dos factores que han sido determinantes en otros proyectos mineros de la zona.
“Hay que cuidar licencia social porque sin licencia social ninguna inversión se va a poder producir”, enfatizó Brillo.
El potencial de un yacimiento poco explotado en Neuquén
Uno de los argumentos más sólidos para insistir en la reactivación de Andacollo es que apenas entre el 10% y el 15% de sus 50.000 hectáreas fue explotado hasta el momento. Esto significa que el margen de exploración y aprovechamiento sigue siendo muy amplio, tanto en oro como en cobre.
El funcionario destacó que “por lo que venimos estudiando, hoy la minería en general, y especialmente el tema del oro, es absolutamente rentable”.
Además, remarcó que el interés de inversores por Neuquén “ha sido extraordinario”, incluso en una provincia donde históricamente el petróleo y el gas dominaron la agenda de recursos naturales.
Aunque la mina no produce desde hace años, Cormine mantiene un esquema de resguardo. Trabajadores locales y personal de la corporación se encargan del cuidado de las instalaciones, lo que permite preservar el valor del activo.
El plan oficial es claro: una vez que se logre recuperar la concesión, se abrirá una licitación pública para buscar empresas con respaldo técnico y financiero. La idea es atraer a jugadores globales del sector que garanticen inversión sostenida, generación de empleo y procesamiento en origen.
En paralelo, la provincia busca impulsar otros minerales, como el potasio y las arenas vinculadas a la actividad hidrocarburífera, apoyándose en incentivos nacionales como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y en normativas locales como la ley de Invierta en Neuquén.