Las palas convencionales duran de 20 a 25 años y en muchos de los parques existentes ya están alcanzando el final de su vida útil, lo cual plantea un desafío que la madera terciada puede superar fácilmente.

Alemania fue testigo de la instalación del primer prototipo de molinos eólicos con palas de madera.

Las aspas tienen 19,3 metros de largo y fueron instaladas en un generador ya existente, en la localidad de Breuna, cerca de la ciudad de Kansel.

El uso de madera laminada (LVL) como material para las palas de las turbinas eólicas representa una alternativa más sostenible en comparación con los materiales convencionales, que resuelve un problema complejo y muy actual en este segmento de las energías renovables.

La clave es que la madera permite un reciclaje significativamente mejor al final de la vida útil de las aspas, además de ofrecer un alto nivel de automatización durante el proceso de fabricación, algo que no es posible con los materiales actuales, y proporcionar una mayor flexibilidad en el diseño y la producción.

A pesar de que la energía eólica es una fuente de energía renovable y sostenible, todavía existen desafíos por resolver para hacerla aún más ecológica.

Aunque está experimentando un rápido crecimiento y desempeña un papel fundamental en la transición hacia fuentes de energía no fósiles, uno de los desafíos es la disposición final de los componentes de las turbinas al final de su vida útil.

La madera ofreece también un alto nivel de automatización durante el proceso de fabricación, y mayor flexibilidad en el diseño y la producción.

Actualmente, la mayoría de los componentes de las turbinas eólicas son reciclables, pero las palas, hechas principalmente de fibra de vidrio y fibra de carbono unidas con resina epoxi, representan un desafío significativo debido a la dificultad y el costo asociados con su descomposición y reciclaje.

Con un ciclo de vida típico de 20 a 25 años, la mayoría de las que están instaladas en los parques eólicos del mundo están alcanzando en esta época el final de su vida útil inicial.

LVL, un material sostenible y duradero

Las palas de madera fabricadas por Voodin Blade Technology en sus turbinas eólicas están realizadas con LVL, un material que ofrece mayor sostenibilidad y durabilidad en comparación con los materiales compuestos convencionales.

A diferencia de la fibra de vidrio y la resina epoxi, que son difíciles de reciclar, la madera es una materia prima renovable que puede ser reutilizada de manera efectiva al final de su ciclo de vida.

Palas de madera para molinos eólicos
Las palas de madera están realizadas con LVL, un material que ofrece mayor sostenibilidad y durabilidad en comparación con los materiales compuestos convencionales.

“Actualmente, la mayoría de las palas de turbinas eólicas terminan como residuos enterrados o incinerados, contribuyendo significativamente a la acumulación de desechos”, cuenta Tom Siekmann, director ejecutivo de Voodin Blade Technology.

La tecnología de fresado CNC es esencial para la fabricación de estas palas de madera: permite la creación eficiente de formas 3D complejas sin la necesidad de moldes tradicionales, lo que resulta en un alto nivel de automatización en la producción.

De esta forma, se reduce la dependencia de mano de obra intensiva, lo que a su vez permite que la fabricación pueda realizarse más cerca de los parques eólicos.

Esto conduce a una reducción en los costos de transporte y en las emisiones asociadas al transporte de componentes de turbinas eólicas a largas distancias desde países con costos laborales más bajos.

Molinos eólicos con palas de 80 metros

Además de ser más sostenible, la madera, especialmente el LVL, es extremadamente duradera, incluso más que los materiales compuestos utilizados actualmente en las palas de turbinas eólicas.

En los últimos dos años realizaron pruebas de laboratorio para perfeccionar el material y garantizar su resistencia en las duras condiciones de producción de energía eólica terrestre, que constituye aproximadamente el 85% del total de las instalaciones de la actualidad.

Las pruebas indicaron que estas palas muestran menos fatiga y una excelente resistencia frente a diversas condiciones climáticas terrestres.

Tras la instalación de los primeros prototipos, el siguiente paso será la construcción de nuevos modelos, incluyendo palas de tamaños más grandes, de 60 y 80 metros de longitud.

El objetivo es demostrar el potencial y la viabilidad de utilizar madera laminada en palas de turbinas eólicas de gran escala, ofreciendo no solo beneficios ambientales sino también un rendimiento superior en comparación con los materiales tradicionales.

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