En una encuesta a jerárquicos del sector, la mayoría adelantó que habrá oportunidades de nuevos trabajos en cinco a diez años, aunque advierten por la formación práctica. Las regiones con mayor expectativa y el impacto social.
Tener un trabajo en el sector de la minería es un objetivo deseable, ya que se trata de uno de los tres sectores que mejor pagan en promedio junto al petróleo y el gas. Por eso, el inicio de algún proyecto, sean de litio, cobre, oro o cualquier otro mineral, genera esperanza.
Por primera vez, los gerentes mineros le pusieron un número a la posibilidad de generar empleo: el 75% estimó que habrá más trabajo, con un pico en los próximos 5 a 10 años. Eso sí, la respuesta llegó con un “pero” porque ven la necesidad urgente de que mejore la preparación profesional: hoy no creen que desde las comunidades estén dadas las capacidades en cuanto a calificación y cantidad de talento.
De este total de los gerentes encuestados, el 77% consideró que en los próximos 5 a 10 años crecerá la contratación. Un 18% dijo que se mantendrá estable y solo un 5% fue pesimista y aseguró que no iba a expandirse. En el trabajo publicado por la consultora dividieron estas preguntas según la provincia de donde venía cada uno de los consultados.
Los tres lugares con resultados más optimistas, donde dijeron que iban a crecer los puestos de trabajo, fueron San Juan (95%), Buenos Aires y CABA (92%) y Mendoza (86%). Las provincias cuyanas tienen en común la expectativa con proyectos en exploración o avanzando a la explotación.
Los gerentes mineros le pusieron un número a la posibilidad de generar empleo: el 75% estimó que habrá más trabajo, con un pico en los próximos 5 a 10 años.
En Buenos Aires están también muchas de las oficinas centrales de las empresas de mayor escala, por lo que puede referirse tanto a contratación de personal en la ciudad para roles administrativos o en los lugares donde se ubican los proyectos.
En el medio de la tabla quedaron Catamarca (81%) y Jujuy (75%). En estas dos provincias se da un panorama similar en cuanto al litio y hay proyectos prometedores como MARA, con posibilidad de reiniciar la producción de cobre.
En otras, la esperanza por el crecimiento de la actividad convive con preocupaciones sectoriales: tal es el caso de Santa Cruz, donde un 56% cree que el empleo podría crecer, pero siguen con incertidumbre el devenir de las minas maduras. Lo mismo en Salta y Jujuy, donde la caída del precio del litio generó algunos despidos.

Los datos se desprenden de una encuesta que hizo Poliarquía Consultores a 136 personas del sector minero con alto nivel dentro de las empresas, en un trabajo junto a WIM (Women in Mining). Los consultados eran gerentes, encargados de Recursos Humanos, analistas, supervisores, directores y propietarios, entre otros jerárquicos.
A su vez, todos integran firmas que están dentro de la minería, como operadoras en proyectos ya activos, otros en exploración y proveedores. Las respuestas llegan, entonces, de quienes toman decisiones dentro de la industria en el país.
A partir de esta encuesta, la consultora creó un mapa de cómo se encuentra hoy y cómo será el mercado laboral de la minería. Los encuestadores tomaron en su mayoría referentes de empresas de menor escala que hoy trabajan en exploración, que es la mayoría de las firmas hoy presentes en el país.
Si bien en las regiones del litio puede verse un alto porcentaje de gerentes que creyeron que se iba a mantener estable el mercado laboral, en la patagónica se vio el mayor pesimismo. En Santa Cruz un 11% anticipó una reducción de los puestos de trabajo y el resto apostó por la estabilidad.
Esto sucede en la región más afectada por la falta de nuevos proyectos en exploración de plata y oro, con minas que hoy se encuentran en un estado más maduro, con pocas posibilidades de alargar su vida útil. Se trata de una de las regiones donde la crisis de los metales preciosos genera más preocupación, lo que explica la baja expectativa de crecimiento.
La oferta de cada provincia y la falta de pasantías
La contratación de personal ocurre, hasta ahora y según los resultados de la encuesta, en un 84% en las comunidades cercanas al proyecto. El 59% de los consultados dijo que contratan mayormente de la comunidad, el 25% que llaman a algunas personas de la comunidad, el 4% a pocas y el 10% que no lo hacen.
Estos datos se vinculan con otro análisis que surge del documento. Ante la consulta de si consideraban que la provincia donde estaban instalados tenía la capacidad para cubrir la demanda laboral, la mayoría dijo que sí, aunque con matices.
En el apartado de formación fue donde existen más desafíos según la opinión de los encuestados. El 45% dijo que los resultados académicos actuales son buenos, un 12% dijo que eran muy buenos, un 28% los calificó como neutrales, y un 11% malos.

A pesar de que estos resultados no fueron totalmente negativos, el 93% de los encuestados dijo que existe una brecha entre lo que ofrece el sistema educativo y lo que necesitan las firmas mineras y proveedoras.
Cuando les pidieron opinar en general, el 74% dijo que lo que hoy ofrecen no es suficiente. Algo similar contestaron a la pregunta de si había suficientes alternativas de posgrado: el 63% dijo que no existían los necesarios. Las provincias con peores resultados en estas tres preguntas fueron Catamarca, Salta y Santa Cruz.
En el estudio, los encuestadores agregaron algunas de las opiniones de los jerárquicos respecto a la educación. La mayor fuente de críticas fue la falta de actualización de las ofertas educativas y los programas.
También señalaron que, aunque hay teoría que sí cumple las expectativas, no tienen respaldo en práctica.
Otra de las críticas que sumaron fue la falta de vinculación con el sector privado, para conocer las necesidades de las empresas. Con respecto a este dato, los mismos encuestados dijeron en un 51% de los casos que sus empresas no tenían sistemas de pasantías.
La oferta en las provincias tiene que ver con múltiples factores, tales como la cantidad de habitantes que impacta en el número de universidades o institutos técnicos. Existe también una relación entre oferta educativa y desarrollo de la industria. En Argentina hay 42 carreras de grado vinculadas a minería y geología.
La provincia con más carreras universitarias y posgrados vinculados a la minería es San Juan, con 9 en total, tanto ingeniería en minas como geología, geofísica y otras vinculadas.
Mendoza, en cambio, que se encuentra empezando a avanzar con sus nuevos proyectos, este año creó la primera tecnicatura en la UNCuyo y cuenta con tecnicaturas solo en Malargüe. Una excepción es Santa Cruz, que tiene solo una tecnicatura universitaria en la UNPA, a pesar de contar con 4 minas de plata y oro produciendo.
Las novedades: búsqueda de oficios, inteligencia artificial, salud mental y energía solar
Durante el estudio que realizó Poliarquía, los jerárquicos contestaron cuáles son los tipos de profesionales y posgrados que hoy tienen más demanda, cuáles son los oficios que más se requieren y también qué habilidades tecnológicas más busca la industria.
Con estos datos, es posible ver cuáles son las alternativas que ofrece el sector minero, tanto para quienes ya cuentan con formación como para los que están buscando elegir una carrera que les de oportunidades.

En materia de formación técnico-profesional, que hoy implica entre el 30% y el 45% del personal contratado en empresas mineras, los más requeridos son quienes estudiaron minas, ciencias ambientales, seguridad e higiene, mecánica y electromecánica.
Para los próximos cinco años, los dos primeros se mantienen; y en tercer lugar se suman las ingenierías o tecnicaturas en industria, luego sigue electromecánica y finalmente seguridad e higiene.
Si bien cambian levemente entre provincias o el sector (sea exploración, proveedores o explotación), estas especialidades están siempre entre las cinco que más se requieren.
En posgrados, los jefes mineros consultados sumaron algunas áreas que responden a las nuevas tendencias técnicas y empresariales. Los cinco tipos más valorados son minería sostenible, minería y energía, gestión integral minera, operación y procesos mineros y geología minera.
En materia de formación técnico-profesional, que hoy implica entre el 30% y el 45% del personal contratado en empresas mineras, los más requeridos son quienes estudiaron minas, ciencias ambientales, seguridad e higiene, mecánica y electromecánica.
En cuanto a certificaciones adicionales, no necesariamente posgrados, los consultados valoraron mejor la informática, gestión minera, oficios, ciencias ambientales y economía/negocios.
En oficios no hubo tantas sorpresas entre los cinco más demandados, que fueron mecánica, instalaciones eléctricas, chofer, albañilería y herrería. En el sexto puesto se vio un sector novedoso: instalación de paneles solares, a los cuales siguieron otros como plomería, gasista, gastronomía y auxiliar de enfermería.
El mayor interés por los oficios estuvo entre los proyectos que hoy están en operación o en construcción. A pesar del interés, el 77% de los empresarios dijo que la compañía en la que están no desarrolla cursos de oficio y los pocos que sí lo hacen se enfocaron en soldadura, albañilería y manejo de maquinaria.
Hubo también un apartado sobre nuevas tecnologías, en las que preguntaron cuáles son las ramas que hoy tienen más demanda. La que recibió más votos fue análisis de datos, seguido de inteligencia artificial, automatización, digitalización y ciencia de datos.

También les preguntaron cuál sería un oficio que debería incorporarse en la minería y la mayoría dijo que es necesario sumar personal especializado en salud mental. En esto incluyeron a terapeutas, formadores en educación emocional y psicología motivacional. Este apartado les ganó a otros rubros tradicionales como informáticos, gestores ambientales o la inteligencia artificial.
Las figuritas difíciles
Los jefes y propietarios de empresas votaron por cuál es el rol o puesto más difícil de llenar, incluso con uno de los sueldos más altos del país como oferta. El 20% dijo que son los gerentes los más complicados de encontrar, tanto en gestión minera, operaciones, liderazgo y medio ambiente.
En el segundo lugar quedaron los vinculados a la ingeniería, tanto de minas como planificación o control. En tercer lugar, quedaron los geólogos, tanto de campo como los que tienen puestos de negocios.
Con los mismos votos que los especialistas en geología, quedaron también entre los puestos más difíciles de cubrir los vinculados a puestos operativos. Los gerentes señalaron que es complejo encontrar trabajadores para yacimiento, especializados o ya capacitados y quienes puedan desempeñarse en sala de control.
Es de esperar que todos estos espacios sean cada vez más difíciles de llenar mientras se amplía la cantidad de proyectos mineros en distintas instancias. Hoy Argentina tiene mayores inversiones en exploración, lo que achica la base de la pirámide.
En el litio, aunque ralentizado por el bajo precio del metal de las baterías, siguen invirtiendo en la puesta en marcha de proyectos. El cobre tiene varios gigantes que están cerca del inicio, aunque moviéndose con pie de plomo.
Incluso el oro, con sus problemas de décadas sin inversión, parece tener algunos buenos anuncios a mano. Y más allá de estos datos, está la opinión de los 105 gerentes que creen que crecerá la toma de personal.