El Gobierno busca apuntalar la reforma del marco regulatorio del sector eléctrico con el objetivo de establecer un sistema de señales de precios para la demanda de energía eléctrica y un sistema de remuneración para la oferta, permitiendo que la demanda gestione su abastecimiento a través de contratos en un Mercado a Término (MAT).
Se trata para los analistas, de una reforma compleja que busca avanzar en el proceso de desregulación del sector a fin de incentivar las inversiones en el segmento de generación y transporte de gas natural sin intervención del Estado pero que, a su vez, pretende que no se registren modificaciones sustantivas en los costos de abastecimiento.
Sin dudas es una de las aspiraciones más desafiantes de la actual gestión de gobierno, tras 15 años de centralidad de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) que generó varias distorsiones en el sistema que, en definitiva, limitaron el desarrollo adecuado de inversiones que permitiría tener hoy mayor seguridad de abastecimiento.
El Gobierno busca apuntalar la reforma del marco regulatorio del sector eléctrico con el objetivo de establecer un sistema de señales de precios permitiendo que la demanda gestione su abastecimiento a través de contratos en un Mercado a Término (MAT).
Surge de esta manera una herramienta clave en la contractualización del sector con la conformación de un Mercado a Término (MAT), en donde los grandes usuarios –incluidos los Grandes Usuarios de Distribuidoras (GUDI)- comiencen a contractualizar su demanda de energía y potencia de manera libre en cuanto a precios, volúmenes y plazos entre privados.
Para la industria no es algo muy novedoso ya que es así como funciona actualmente el Mercado a Término de Energías Renovables o Mater, que pasará a integrar parte de la oferta de ese MAT.
De la misma manera ocurrirá con cualquier incorporación adicional de generación al sistema que se realice en los próximos años y no se encuentre comprendida entre los contratos de abastecimiento del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), como por ejemplo una futura licitación de centrales termoeléctricas que el Gobierno pretende avanzar este año.
Mientras tanto, la generación que cuenta con contratos de abastecimiento en el MEM, la energía nuclear, hidroeléctrica y las centrales térmicas de Enarsa se destinarán al abastecimiento de la demanda prioritaria, conformada por los usuarios residenciales y comerciales abastecidos por distribuidoras.
En el último año la demanda prioritaria representó el 74% de la demanda eléctrica total, de la cual el 63% corresponde al segmento residencial y el resto a la demanda comercial.
La demanda de este segmento presenta una sensible variación estacional y que , por ejemplo, durante 2024 en el día de mayor consumo del período estival la demanda prioritaria alcanzó un 62% por encima de la demanda media mensual.
Los excedentes de oferta y demanda en cada uno de estos dos mercados deberán adquirir o vender los volúmenes excedentes o faltantes en el Mercado Spot, excepto la generación destinada al abastecimiento del mercado prioritario.
En el Mercado a Término (MAT) los grandes usuarios –incluidos los Grandes Usuarios de Distribuidoras (GUDI)- comenzarán a contractualizar su demanda de energía y potencia de manera libre en cuanto a precios, volúmenes y plazos entre privados.
Por otro lado, se determinó la descentralización de la gestión de combustibles, permitiendo el traslado por parte de los generadores de su costo, según corresponda, al Mercado a Término o al Mercado Spot.
De todas formas, la generación térmica con Contratos de Abastecimiento en el MEM, al menos en la etapa preliminar del proceso de normalización, continuará con una gestión centralizada en el aprovisionamiento de combustibles por parte de Cammesa.
Los tres tipos del mercado a término
Si bien la normativa reconoce la existencia del Plan Gas.Ar y fija, por lo tanto, reglas transitorias en el acceso a los combustibles por parte de los generadores, implica también la posibilidad de una disminución en los volúmenes comercializados de gas natural contractualizados en el marco de dicho programa que tiene caducidad en 2028, por lo que la descentralización será gradual.
Así, en resumen, en el marco del nuevo funcionamiento del MEM se establecen tres mercados, en donde se segmenta la oferta y la demanda del sistema: prioritario, a término y spot.
Desde el lado de la demanda, el mercado prioritario lo conforma el abastecimiento del segmento residencial y comercial por parte de las distribuidoras que en 2024 alcanzó los 104 Twh; el futuro mercado a término estará conformado por los Grandes usuarios –incluye GUDI- que el año pasado demandaron 36,2 Twh, mientras que el segmento spot estará destinado a la demanda no contractualizada en MAT y la insatisfecha en el mercado prioritario.
Por al lado de la oferta, la demanda prioritaria será atendida por contratos de abastecimiento térmicos, de abastecimiento renovables, generación hidroeléctrica, hidroeléctrica binacional, energía nuclear, centrales de Enarsa (las térmicas Manuel Belgrano y San Martín), la generación térmica sin contratos sin gestión de combustibles e importaciones de oportunidad.
El nuevo mercado a término se conformará por el Mater que viene demostrando su efectividad y competitividad en el segmento corporativo de las renovables, los nuevos proyectos térmicos, renovables e hidroeléctricos, y la generación térmica existente con transporte de gas natural firme adicional.
Finalmente, el segmento spot incorporará a la generación térmica sin contratos con gestión propia de combustibles y la generación renovable no contractualizada, lo que permitirá canalizar los excedentes y faltantes de energía del mercado prioritario y a término.
