Luego de una década, la provincia de Mendoza alcanzó la menor baja en producción de petróleo. Si bien está muy por debajo de niveles históricos, se empiezan a ver los primeros resultados de una política en materia de hidrocarburos que lleva adelante a través del programa Mendoza Activa para alentar el desarrollo de proyectos convencionales, el plan de inversiones de YPF y el estímulo a los proyectos de recuperación terciaria para los campos maduros de la Cuenca Cuyana.
Así, la provincia busca aprovechar la ventana de oportunidad que también se abre para el crudo pesado como el que caracteriza los bloques convencionales mendocinos, al tiempo que avanza la tarea de exploración de la porción del no convencional de la Cuenca Neuquina que asoma por el sur de la provincia, en el departamento de Malargüe.
Pero fortaleciendo esa historia de provincia petrolera, Mendoza cuenta con una de las mayores refinerías del país. La planta de Luján de Cuyo de YPF abastece de combustibles a la región centro y norte de la Argentina y en los últimos dos años lleva adelante un plan de inversión de 650 millones de dólares.
Las obras buscan no sólo ampliar la capacidad de tratamiento del crudo de Vaca Muerta que ya representa la mitad del petróleo que se produce en el país, sino mejorar la calidad de sus productos a tono con los estándares mundiales de menor contenido de azufre.
También se vincula a Luján de Cuyo, la inminente finalización del Oleoducto Vaca Muerta Norte que sumará capacidad de transporte hacia el nodo Puesto Hernández, en el limite de Neuquén y Mendoza, desde donde parte del shale oil tendrá destino de exportación hacia Chile pero también a alimentar la demanda creciente de la refinería.
En los últimos dos años, informó recientemente el Gobierno local, el programa de reintegros Mendoza Activa atrajo propuestas de inversiones por $36.400 millones, duplicando las previsiones más optimistas de la ley de incentivos aprobada en la Legislatura en 2021 y por la cual hoy están en marcha 70 proyectos con 380 pozos intervenidos.
Así, la provincia logró en 2022 tener la menor baja en producción de la última década, con 301 millones de dólares en upstream en todo Mendoza, por lo que superó en 80% las inversiones ejecutadas en 2021.
Esto se suma a los $17.000 millones resultados de Mendoza Activa durante 2023, un programa pionero en Argentina que supera lo aportado por el Estado por el aumento de producción, siempre de acuerdo a cifras oficiales de la provincia.
Licitaciones permanentes
Además, este año se espera licitar 12 áreas hidrocarburíferas con el nuevo modelo de “licitación continua”, que agiliza y da continuidad a las inversiones con llamados sucesivos, que además permiten facilitar las etapas del proceso licitatorio.
La idea de este modelo disruptivo de adjudicación es que si van quedando áreas sin concesionar, sigan en carrera como para generar una especie de licitación permanente. También se está instrumentando lo que se denomina “Iniciativa privada”, por la cual las empresas o un tercero pueden presentar una propuesta de inversión sobre un área libre y si desde el punto de vista técnico es aprobada, se licita inmediatamente.
De esta manera, en estos dos últimos años post pandemia, la provincia implementó mecanismos para mantener los niveles de producción de petróleo convencional, logrando incentivar las inversiones e incremento de producción.
Empresas profundizan sus líneas de trabajo
En este sentido, las empresas operadoras llevaron a cabo planes de reactivación y optimización de pozos, como también reactivaron la actividad de perforación de pozos productores en la provincia, después de varios años de inactividad.
En ese marco, se inscribe la reciente firma del decreto que oficializa una inversión de 54,6 millones de dólares en recuperación terciaria en el área Chachahuen Sur (Malargüe) y que forma parte de un acuerdo macro de inversiones firmado por Mendoza con YPF en 2021.
Se está instrumentando lo que se denomina “Iniciativa privada”, por la cual las empresas o un tercero pueden presentar una propuesta de inversión sobre un área libre y si desde el punto de vista técnico es aprobada, se licita inmediatamente.
El acuerdo estipula que, una vez que se acrediten las inversiones, que incluyen 24 obras, la empresa pagará en conceptos de regalías 9% sobre la producción incremental.
La inversión, producirá cientos de puestos de trabajo directos e indirectos, ya que se incluyen obras como el acueducto troncal, líneas de energía, montaje de plantas, líneas de inyección a pozos, conexión de fibra óptica, perforación de pozos monitores e ingeniería de desarrollo integral.
Mendoza, el norte de Vaca Muerta
Finalmente, hay una gran expectativa por la perforación en la Vaca Muerta mendocina que está llevando adelante YPF, que comenzó en el primer trimestre del año, con un proyecto piloto que contempla dos pozos horizontales de 1.000 metros.
Van a una profundidad de 2.500 metros y luego de la perforación se comenzará con el proceso de fracturas que están previstas para noviembre y diciembre. A partir de allí, se comenzarán a tener los resultados de este proyecto y la factibilidad de que Mendoza se pueda convertir en productor de recursos no convencionales.
Para ello hay un desafío muy grande en términos de infraestructura. El piloto que YPF desarrolla en el bloque, de ser exitoso, puede acarrear la perforación de más de cien pozos, pero la provincia deberá acompañar con infraestructura de caminos, red eléctrica y acelerar el proceso de creación en en la zona de Malargüe un polo petrolero y minero para impulsar la sinergia de la operadora del que y a red de proveedores.
