El proyecto de GBE se ejecutará en varias etapas a lo largo de cinco años e incluye la primera instalación para producir Combustible Sustentable de Aviación en el país.
El Grupo Bahía Energía (GBE) invertirá más de 200 millones de dólares en la construcción de un ambicioso complejo industrial en Bahía Blanca, que marcará un hito en la producción de biocombustibles en la Argentina y, en particular, del que está destinado a bajar las esmisiones de carbono de los aviones.
Este proyecto, que se ejecutará en varias etapas a lo largo de cinco años, incluirá la primera planta de bioetanol de la provincia de Buenos Aires y la primera instalación para la producción de Combustible Sustentable de Aviación (SAF) del país.
La primera fase del complejo estará centrada en la producción de bioetanol a partir de maíz, con una capacidad inicial de 150.000 metros cúbicos anuales.
Se espera que el anuncio oficial del proyecto se realice en breve en el Palacio Municipal de la ciudad bonaerense, con la presencia del intendente Federico Susbielles y de directivos de GBE, según reveló el portal Argenports.
La compañía, a través de su subsidiaria Biosanfe, ha trabajado durante meses para concretar esta iniciativa que busca generar un impacto positivo tanto en lo económico como en lo social, promoviendo el empleo y la descarbonización de la matriz energética en la región.
Las etapas del proyecto de biocombustibles
La primera fase del complejo estará centrada en la producción de bioetanol a partir de maíz, con una capacidad inicial de 150.000 metros cúbicos anuales, destinados principalmente al mercado doméstico para ser mezclados con gasolina, de acuerdo con la normativa vigente en Argentina.
En una segunda etapa, se construirá un segundo módulo que permitirá duplicar la capacidad de producción a 300.000 metros cúbicos, de los cuales una parte significativa se orientará a la exportación y a la producción de 50.000 toneladas anuales de SAF, un combustible esencial para la industria aeronáutica en su transición hacia un futuro más sostenible.
El complejo industrial se ubicará en un predio de 228 hectáreas sobre la Ruta Nacional N° 3, en el partido de Bahía Blanca, demandará entre 200 y 600 empleos directos durante su construcción, y se espera que, una vez en funcionamiento, la primera etapa genere 130 puestos de trabajo calificado.
En este sentido, la empresa ha establecido una colaboración con la Universidad Nacional del Sur (UNS) y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) para el desarrollo de programas de formación profesional, preparando a los futuros operarios y técnicos que se integrarán en las operaciones del complejo.
En una tercera etapa, se contempla la creación de una planta de biometanol, con una capacidad de 140.000 toneladas anuales, que aprovechará el dióxido de carbono generado en el proceso de producción de etanol.
La demanda de maíz, principal insumo del complejo, se estima en 730.000 toneladas anuales. Además, como subproducto del proceso, se generarán 230.000 toneladas de burlanda seca (DDGS), un alimento altamente proteico destinado a la alimentación animal tanto en el mercado local como en el internacional.
Financiación e impacto económico
En cuanto a la financiación, el Grupo Bahía Energía está gestionando créditos tanto a nivel local como internacional, y cuenta con el apoyo de la Bolsa de Comercio de Bahía Blanca.
La empresa ha destacado también el rol central que tendrá la Unión Industrial de Bahía Blanca (UIBB) en el desarrollo de proveedores y servicios que el complejo requerirá durante su construcción y operación, lo que generará un efecto multiplicador en la economía local.
El impacto del proyecto en la región promete ser significativo, no solo por la creación de empleo, sino también por el impulso a las economías regionales y la atracción de inversiones. Desde la empresa se destaca que este es un paso fundamental para posicionar a Bahía Blanca como un polo de desarrollo en la investigación y producción de biocombustibles.
Este complejo industrial no solo representa una oportunidad económica para la región, sino también un avance hacia un modelo energético más limpio y sustentable, posicionando a Argentina en la vanguardia de la producción de biocombustibles en América Latina.
