Aunque apoyó la transición energética, el presidente de Brasil aseguró que los los combustibles fósiles son indispensables para financiar un desarrollo más sostenible y limpio. El gigante del mercosur entró en enero como invitado a la organización de países produtores de Oriente Medio.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró su compromiso con la transición hacia energías limpias, pero subrayó que su país continuará explotando petróleo, dado que «el mundo no está preparado» para prescindir de los combustibles fósiles en este momento.
«Apoyo la transición energética, pero la realidad es que el mundo aún no puede dejar de depender del petróleo«, declaró Lula.
A pesar de manifestar su esperanza de que «en algunos años no sea necesario extraer más» crudo, Lula enfatizó que los combustibles fósiles siguen siendo imprescindibles y que serán fundamentales para financiar la transición hacia un modelo de desarrollo más sostenible y limpio.
«La industria petrolera, las energías renovables y los vehículos eléctricos no operan de manera aislada», habia afrimado el Secretario General de la OPEP, quien acusó a “los defensores de los minerales críticos” de dar evaluaciones “poco realistas”.
Con esta posición, el mandatario brasileño se alineó con las recientes declaraciones de Haitham Al Ghais, Secretario General de la OPEP, organización a la que Brasil se unió en enero de 2023 como invitado.
«La industria petrolera, las energías renovables y los vehículos eléctricos no operan de manera aislada», habpía arfirmado Al Ghais, y acusó a “los defensores de los minerales críticos” de dar evaluaciones “poco realistas”.
Reforzando la postura de la organización durante la conferencia innternacional de cambio cliático de la ONU (COP 28) celebrada en noviembre-diciembre de 2023, Al Ghais destacó que el petróleo y el gas no pueden ser simplemente eliminados del sistema energético mundial y sustituidos por vehículos eléctricos y plantas de energía solar y eólica.
En un contexto global que impulsa la transición hacia energías renovables y vehículos eléctricos como soluciones clave para mitigar el cambio climático, las declaraciones del líder de la organización que agrupa a los países productores de petróleo causaron un gran impacto en el sector energético.
No obstante, Lula destacó el compromiso de su gobierno con la protección del medio ambiente, una cuestión que ha priorizado junto con la lucha contra la pobreza y el hambre, así como la reforma de la gobernanza global, temas centrales de la presidencia brasileña del G20, la cual concluirá en noviembre próximo.
Lula y el offshore de Petrobras
Las declaraciones de Lula se dieron en el marco del apoyo de su gobierno al reciente anuncio de Petrobras sobre el descubrimiento de una acumulación de hidrocarburos en un pozo perforado en aguas muy profundas de la cuenca marina Potiguar, al sur de la prometedora región conocida como Margen Ecuatorial.
Estos yacimientos son considerados de alto riesgo ecológico debido a su proximidad a una zona costera sensible y rica en recursos ambientales.
El hallazgo fue realizado por el pozo exploratorio Anhangá en el bloque POT-M-762-R15, un área marina frente al litoral del nordeste brasileño, donde Petrobras tiene la concesión para explorar y explotar con una participación del 100%.
Este es el segundo descubrimiento de acumulaciones de hidrocarburos en la cuenca Potiguar por parte de Petrobras este año, tras haber encontrado un yacimiento en otro pozo, ubicado a unos 24 kilómetros de Anhangá.
Lula argumentó que, en la misma región donde se encuentran los yacimientos de la Margen Ecuatorial, Guyana ya está extrayendo petróleo, lo que indica que el riesgo «está presente».
Sin embargo, aseguró que la estatal Petrobras «ha demostrado históricamente su capacidad» para explotar pozos en aguas profundas y garantizó que Brasil «no hará ninguna locura» con estos yacimientos.
El mandatario reafirmó la confianza en la experiencia y competencia de Petrobras para manejar de manera segura y responsable la explotación en estas áreas, subrayando que el desarrollo económico y la preservación ambiental pueden ir de la mano si se manejan adecuadamente los recursos.
Petróleo y renovables en Brasil
Con su incorporación a la OPEP, Brasil se convierte en el vigésimo cuarto socio de la OPEP+ y el tercero de la región, junto a México y Venezuela, éste último uno de los cinco países fundadores del grupo en 1960 y que en la actualidad cuenta con una de las mayores reservas de crudo del mundo.
En este contexto, las renovables no paran de crecer. En 2023, el mundo generó por primera vez más del 30% de la electricidad con energías renovables, principalmente como resultado de la creciente penetración de las fuentes solares y las eólicas.
En tanto, la energía eólica terrestre en América del Sur experimentará un notable crecimiento en los próximos 10 años. Se prevé que la región duplicará su capacidad acumulada, alcanzando los 79 GW en la próxima década, con la instalación de 40 GW para 2033.
El gigante sudamericano mantendrá su liderazgo como el mayor mercado de la región, contribuyendo con el 54% del crecimiento regional total y añadiendo 21,5 GW para 2033. Le seguirán Chile, con 6,2 GW, y Argentina, con 4,5 GW.