La expansión del e-commerce trajo consigo nuevos desafíos para la industria de la logística, entre ellos hacer frente a una cada vez mayor demanda al mismo tiempo que se apuesta por reducir la huella de carbono del sector.
El sector de la logística enfrenta hoy nuevos y grandes desafíos. A la explosión de la demanda del e-commerce que vino de la mano de la pandemia de Covid-19 y del alza de los costos se suma el desafío de, al mismo tiempo que se crece, adecuarse a los tiempos que corren y ser cada vez más sustentables. En ese campo, los puntos de entrega suman una opción a considerar.
A medida que se expande, se convierte también en una de las industrias que más huella de carbono está generando, razón por la cual en el sector ya se comenzó a trabajar desde distintas perspectivas para avanzar hacia la neutralidad.
Un reciente estudio sobre las emisiones de carbono asociadas a la entrega de un paquete, desde su salida de un centro de distribución hasta el domicilio del destinatario, alcanzan 229g CO2e bajo un modelo tradicional de envío puerta a puerta.
Este mismo paquete, bajo un modelo de envíos a no domicilio, es decir a un punto de recogida común para varios paquetes, conlleva emisiones de carbono de 83g CO2e en promedio.
Así, un modelo de envíos a no domicilio tiene una capacidad de emisiones potencialmente evitadas de 146 g CO2e por paquete, lo cual representa una reducción del orden 64 por ciento.
Asimismo, dependiendo de la densidad de la red de puntos de retiro de paquetería, el ahorro de emisiones respecto a las entregas tradicionales puerta a puerta puede llegar hasta el 96%.
Estos cálculos incluyen las emisiones tanto del transporte utilizado en el reparto como del consumo de electricidad de las instalaciones donde se almacenan los paquetes que pueden ser lockers, sucursales y centros de clasificación.
Dependiendo de la densidad de la red de puntos de retiro de paquetería, el ahorro de emisiones respecto a las entregas tradicionales puerta a puerta puede llegar hasta el 96% por paquete.
El estudio, sin embargo, puntualiza la importancia de que el usuario final acuda a su vez al punto de recogida caminando o bien en bicicleta, ya que el potencial ahorro de emisiones alcanzaría el 86% respecto a un modelo de puerta a puerta.
Aunque el informe señala que esto ya sucede, todavía hay una gran porción de ellos que lo hacen por medio de algún medio de transporte que emite dióxido de carbono. Una encuesta analizada en el estudio reveló que el 62% de quienes utilizan puntos de recogida comunes se acercan hasta ellos caminando o en bicicleta, mientras que el 38% lo hace en transporte público o propio.
Cinco pasos hacia una “logística verde”
Claves para avanzar hacia una logística verde
1. Utilizar materiales sustentables
Probablemente, la solución más sencilla que casi todas las empresas pueden aplicar sin grandes costos iniciales es el uso de materiales sustentables. Como por ejemplo enviar los productos en envases reciclables y hacérselo al destinatario.
2. Optimización de la carga y el transporte
Si se optimiza al máximo el proceso de carga y se aprovecha al máximo el espacio del contenedor de transporte, se estará dando el paso correcto hacia una logística verde. No solo está aumentando la eficiencia de su proceso de carga, sino que también reduce costos y su huella de carbono.
3. Digitalización de los procesos
Todo el proceso de transporte de mercancías está lleno de papeleo a veces innecesario. Reducir el número de documentos en papel que se consume a diario, ya sea eliminando formularios innecesarios de sus procesos o digitalizando por completo sus operaciones es un buen paso a dar.
4. Transporte respetuoso con el medio ambiente
Hay muchas formas de mejorar los canales de transporte y reducir el impacto medioambiental. En los últimos años, el desarrollo de vehículos de transporte propulsados por fuentes alternativas (hidrógeno, electricidad, biocombustibles, etc.) ha avanzado notablemente. Sin embargo, si no se dispone de medios para invertir en soluciones alternativas todavía muy costosas, se puede al menos centrarse en la sustitución de aquellos camiones cuyos motores de combustión dejan tras de sí una huella de carbono demasiado grande.
5. Uso de fuentes de energía renovables
Sustituir fuentes de energía por variantes alternativas renovables es otro paso en el sentido correcto. Por ejemplo, se pueden instalar paneles solares en los edificios de logística. Esta solución puede ser más costosa al principio, pero puede compensar a largo plazo.