La minera Lithium asegura que su estrategia de reducción de costos y expansión regional le permitió enfrentar la caída de precios internacionales. En paralelo, en Salta avanza con el desarrollo de la cuenca Pozuelos-Pastos Grandes, en conjunto con Ganfeng.
Mientras el precio del litio busca el equilibrio en el mercado internacional, la actividad minera aumenta en Jujuy. Esta semana, Lithium Argentina reportó que la producción en el yacimiento Cauchari-Olaroz alcanzó en el segundo trimestre de 2025 unas 8.500 toneladas, lo que representa un incremento interanual del 18%.
Según la empresa, la operación superó el 85% de su capacidad instalada, con un costo de producción que se redujo a 6.000 dólares por tonelada gracias a mayores volúmenes y a la implementación de medidas de optimización. De esta manera, la minera espera hacer frente a un panorama global desafiante marcado por picos y caídas en el precio del litio.
El informe de Lithium para el segundo trimestre de 2025 indicó que los ingresos del período alcanzaron los 64 millones de dólares.
“Si bien las condiciones del mercado del litio han sido más volátiles en los últimos meses, la compañía se mantiene bien posicionada gracias a una ejecución disciplinada, control de costos y un enfoque en operaciones seguras y eficientes”, señaló Sam Pigott, presidente y CEO.
Sumando los balances publicados hasta ahora, el primer semestre del año cerró con un acumulado de aproximadamente 15.700 toneladas, lo que, de acuerdo con la firma, mantiene el proyecto encaminado para cumplir con su meta anual de entre 30.000 y 35.000 toneladas. Las mejoras operativas implementadas en los últimos meses fueron clave para sostener esta tendencia.
En tanto, el costo de ventas del segundo trimestre fue de 63 millones de dólares, mientras que el costo operativo en efectivo se ubicó en 6.098 dólares por tonelada de carbonato de litio vendido. La compañía remarcó que los costos fueron aproximadamente un 8% más bajos que en el primer trimestre, como resultado de las iniciativas de reducción de gastos y el aumento de la producción.
Por último, el informe arrojó que los ingresos del período alcanzaron los 64 millones de dólares, con un precio promedio realizado de 7.400 dólares por tonelada. Este valor se vio impactado por la caída de los precios internacionales del litio, un comportamiento que la compañía había anticipado en sus proyecciones para el año.
Otro proyecto de litio, en Salta
En paralelo a la operación en Cauchari-Olaroz, Lithium Argentina y su socio Ganfeng avanzan en Salta con el desarrollo de la cuenca Pozuelos-Pastos Grandes, que incluye distintos proyectos con participaciones accionarias variadas.
Entre ellos se cuentan Pozuelos-Pastos Grandes, de propiedad total de Ganfeng; Pastos Grandes, en el que Lithium Argentina posee el 85% y Ganfeng el 15%; y Sal de la Puna, con participaciones respectivas del 65% y 35%.

Para fines de 2025 está previsto finalizar un estudio de viabilidad que evaluará alternativas para alcanzar hasta 150.000 toneladas anuales de carbonato de litio equivalente, utilizando un proceso híbrido de extracción directa (DLE). La iniciativa contempla la posibilidad de sumar socios estratégicos o inversores con participaciones minoritarias.
Asimismo, avanza en China la construcción de una planta de demostración con capacidad de 5.000 toneladas anuales, cuya ingeniería se desarrolla en ese país, mientras que la instalación en Argentina está proyectada para 2026. Este proyecto permitirá evaluar nuevas tecnologías de procesamiento que podrían aplicarse a mayor escala.
La expansión de Cauchari-Olaroz
En cuanto a la expansión de Cauchari-Olaroz, se planifica una Etapa 2 que sumará una capacidad de producción adicional de 40.000 toneladas anuales de carbonato de litio equivalente. El diseño prevé aprovechar la infraestructura ya existente de la Etapa 1 y el método de evaporación solar, integrando innovaciones tecnológicas para mejorar la eficiencia.
La compañía indicó que está preparando una solicitud para incorporar la Etapa 2 al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI). Este marco busca otorgar beneficios fiscales y aduaneros a proyectos de gran escala, lo que podría favorecer la competitividad del desarrollo.
Pigott destacó que el objetivo de la firma es “crear una estructura operativa más eficiente que aproveche las nuevas tecnologías y las economías de escala, y que se base en nuestra trayectoria en Cauchari-Olaroz”.