Con la próxima apertura del gasoducto, Enarsa puso en marcha un proceso acotado y cerrado de compulsa de precios entre dos empresas. Los dos oferentes en disputa son TGS y TGN.
El próximo 20 de junio se pondrá en funcionamiento el Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK) que, con solo la primera etapa completada, le ahorrará al país cerca de 4.200 millones de dólares en importaciones de gas. Ahora debe definirse la firma privada que estará a cargo de la operación y del mantenimiento del ducto.
Con la finalización de la obra a escasas semanas, la estatal Energía Argentina (Enarsa) resolvió agilizar el proceso licitatorio. La compulsa involucrará solo a dos empresas, Transportadora Gas del Sur (TGS) y Transportadora Gas del Norte (TGN), pertenecientes al Grupo Techint y a Pampa Energía respectivamente.
En cuanto a la normativa de la licitación acotada, se realizó una convocatoria privada en la cual ninguna de las empresas está obligada a presentar sus antecedentes técnicos y económicos. Alcanzará con un sobre en donde fijen la cifra que solicitan para hacerse cargo de las operaciones, lo más probable es que la compañía que ofrezca el precio más bajo sea la vencedora.
El contrato en juego tiene vigencia por 10 años y la definición se conocerá el miércoles de la semana que viene. La adjudicación se concretará directamente bajo el paraguas de la Ley 17.319 (de Hidrocarburos) y no bajo la Ley 24.076 (del Gas), por lo que el Enargas no tiene intervención en el proceso.
Tanto las facilidades del proceso como la elección de las compañías invitadas a ofertar responden a la experiencia conseguida por TGN y TGS como operadoras de grandes gasoductos. Cabe señalar, que ambas compañías habían conformado una Unión Temporaria de Empresas (UTE) cuando se adjudicaron los renglones 1,2 y 3 de la primera etapa del GPNK.
¿Qué se disputan las empresas?
La disputa por la operación y mantenimiento tiene mucho que ver con la segunda etapa del GPNK. Ambas empresas consideran que hacerse cargo del servicio las posicionará mejor para adjudicarse el tramo que va desde Salliqueló (Buenos Aires) hasta San Jerónimo (Santa Fe), donde hay un nudo de tubos que unen a todo el país.
La adjudicación se concretará mediante la Ley 17.319 (de Hidrocarburos) y no bajo la Ley 24.076 (del Gas), por lo que el Enargas no tiene intervención en el proceso.
Por un lado, TGS que pertenece a Pampa Energía, ya tiene presencia en el área concesionada y busca encarar con mejores condiciones económicas y operativas la concreción de una planta de licuefacción cerca de Bahía Blanca para poder exportar la producción de Vaca Muerta como GNL, proyecto que está llevando adelante en carpeta junto a Excelerate.
Además, la transportadora ya opera una planta aledaña a Tratayén, punto de inicio del gasoducto en Neuquén, y también al sur de la provincia de Buenos Aires, en las proximidades de Salliqueló, donde finaliza el recorrido del caño. De esta manera, TGS cuenta con personal y equipo a lo largo de la traza.
Por su parte, de adjudicarse el segundo tramo Techint aumentaría pronunciadamente su campo de acción. Hay que tener en cuenta que a través de su filial Siat-Tenaris, fue el único proveedor de la totalidad de los caños para la primera etapa. Por lo que la operación del ducto actual cobra un valor estratégico para la empresa.