Según el Servicio Meteorológico las temperaturas no serán tan frías entre junio y agosto. Así, se podrá reducir la importación de gas. Además, prevé períodos de precipitaciones por encima de la media, que beneficiarán al sector hidroeléctrico.
Las condiciones climáticas son imponderables que condicionan muchos aspectos de la cadena productiva y más aún en países como la Argentina. Entre los segmentos más influenciados se encuentra el energético, que parece estar a punto de ingresar en un escenario más favorecedor, especialmente en la disponibilidad de gas, debido a un invierno más cálido que el de otros años.
Como nación importadora de GNL cuando el aumento en la demanda del recurso se potencia en los períodos más fríos, se desemboca en un mayor costo. De esta manera, si la previsión del SMN se confirma, es probable que el grueso de las compras energéticas sea menor, reforzando la tendencia superavitaria de la balanza sectorial.
Por otra parte, no solo llegarían menos buques de gas comprimido provenientes de Bolivia, sino que se espera un recorte en las importaciones de gasoil y fueloil, combustibles sustitutos para la generación termoeléctrica. Los combustibles son clave en épocas de saturación del sistema para suplir el faltante de gas natural, situación que más se reitera en invierno.
Además, de acuerdo al Pronostico Climático Trimestral del SMN, las zonas donde las temperaturas menos bajarán son los principales centros residenciales, donde el consumo de gas es mayor.
Las áreas donde el fenómeno impactará con mayor fuerza son: el Litoral, este de Buenos Aires, región del NOA y Cuyo. En tanto, se espera una temperatura “normal o superior a la normal” en Córdoba, oeste de Santa Fe, oeste de Buenos Aires y La Pampa.
El alivio de las lluvias
Las precipitaciones, cuya falta golpeó tan duro en el último verano, son ahora otro aliciente del próximo período invernal, durante el cual se prevén lluvias “superiores a lo normal” sobre el norte del Litoral, este de Buenos Aires y oeste de Patagonia; y “normal o superior a la normal” sobre el sur del Litoral, oeste de Buenos Aires, La Pampa, sur de Cuyo y este de Patagonia.
Estas condiciones son beneficiosas para las principales centrales hidroeléctricas, que aumentarán su producción con el mayor movimiento fluvial. Así se acotaría aún más la necesidad de generación térmica a base de combustibles fósiles y bajarían las importaciones de electricidad desde Brasil.
Se debe tener en cuenta que las previsiones climáticas se refieren a condiciones medias durante el periodo analizado y no contemplan aquellas singularidades de los eventos de escala subestacional, como por ejemplo intensidad de sistemas frontales, olas de calor o de frío, bloqueos atmosféricos u otros condicionantes.
Importación energética en el primer cuatrimestre
La balanza comercial energética mantuvo en abril la tendencia superavitaria del mes anterior y en el acumulado del primer cuatrimestre del año se registró un saldo positivo superior a los 260 millones de dólares. La reducción se debe en gran parte a la caída en los precios internacionales.
De acuerdo al Pronostico Climático Trimestral las zonas donde las temperaturas menos bajarán son los principales centros residenciales, donde el consumo de gas es mayor.
Los datos se desprenden del último informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). En términos generales, lo que se desprende del documento es que los ingresos por ventas al exterior se mantuvieron similares. Mientras que, en lo que hace a las importaciones, hubo una caída interanual superior al 21%.
En tanto, las exportaciones englobadas en la categoría Combustibles y Energía (CyE) del primer cuatrimestre del año aumentaron un leve 0,4%, respecto al mismo período de 2022. Y las importaciones del segmento Combustibles y Lubricantes (CyL) cayeron un 21,2%, en el mismo período.
En dólares significa que los envíos al exterior del trimestre fueron por un total estimado de 2.660 millones de dólares. Mientras que en el mismo período de 2022 el resultado fue de 2.672 millones de dólares, es decir, unos 12 millones de dólares más. Con las condiciones climáticas de este invierno se espera que la tendencia continúe.