El yacimiento, ubicado en Uspallata, podía explotarse por lixiviación, sistema que además de ser más eficiente saca placas de metal listas para vender. Pero la ley 7.722 no permite el uso de uno de los activos, así que deberán optar por otro proceso.
El proyecto minero de cobre más avanzado de Mendoza es San Jorge, que, si bien no está entre los más grandes del país, sí es uno de los centrales porque podría ser de los primeros en iniciar su producción. Pero para lograrlo deberá superar un obstáculo que ya lo frenó: quedar dentro de los parámetros de la ley provincial 7.722, que prohíbe el uso de una serie de químicos en la minería.
Para poder conseguir esto, la empresa cambió el proceso productivo que planteó en su Informe de Impacto Ambiental original.
Mientras antes iban a aprovechar que el yacimiento cuenta con minerales oxidados para hacer lixiviación, que permite una extracción más simple, ahora analizan recurrir a la flotación. Si bien necesitarán más energía y agua, con la segunda opción puede trabajar sin usar ácido sulfúrico, uno de los productos que prohíbe la ley.
Se trata de una decisión muy llamativa dentro del mundo minero. Es que tener minerales más fáciles de extraer por lixiviación es raro, por lo que son los yacimientos más buscados y celebrados. Además, la empresa no podrá producir in situ placas de cobre listas para vender, otro de los beneficios.
El avance, a pesar de la mayor complejidad del escenario por parte de la compañía, parece tener que ver con el cambio del clima social en Mendoza.
Es que en 2016 la minera a cargo anunció que iba a frenar los avances, a pesar de que contaba con años de trabajo e inversión en la zona, porque no estaban dadas las condiciones de licencia social.
En la actualidad, la provincia cuyana avanzó en esta materia y consiguió que se aprueben nuevas exploraciones, mientras trata de volver a incorporarse como un destino de inversiones.
El potencial geológico se convirtió en un tema de discusión y el gobierno provincial tomó como política de estado cambiar la percepción sobre la industria.
Además de fortalecer controles y crear nuevas legislaciones para que haya más controles a los procesos de la minería, la discusión sobre el impacto positivo en la economía provincial, contratación de trabajadores y apoyo a la industria y proveedores hizo que haya más acuerdo, al menos en el marco político.
Hay otro factor que también pude estar sumando para que avancen, a pesar de que deban elegir un sistema menos eficiente para trabajar. Se trata del precio internacional del cobre, que lleva años subiendo y se espera que toque nuevos récords mientras se acelera la demanda internacional.
A todo esto se suma que el avance de esta posible mina de cobre es clave para el trabajo que viene haciendo la provincia cuyana para ser referente en minería.
Es el primer informe de impacto ambiental de explotación de minería metalífera que analizan con las nuevas leyes. A su vez, puede ser una señal para los más de 35 proyectos en exploración mucho menos avanzada que tiene en el sur provincial.
En este marco es que Zonda Metals, hoy a cargo de San Jorge, reactivó el trabajo y ya lleva 62 millones de dólares invertidos, además de reactivar los pasos legales.
Cómo avanza el Proyecto San Jorge
En la actualidad la empresa a cargo espera la evaluación del estado para saber si puede avanzar y buscar los inversores para los casi 600 millones de dólares que costaría la puesta en marcha.
La firma presentó su nuevo Informe de Impacto Ambiental el pasado 10 enero, donde hicieron el cambio de la forma de extracción del metal. En el comunicado que hizo la minera detallaron que además aplica nuevas tecnologías de la industria para cumplir con los mejores estándares ambientales.
Mientras antes iban a aprovechar que el yacimiento cuenta con minerales oxidados para hacer lixiviación, que permite una extracción más simple, ahora analizan recurrir a la flotación.
Desde el gobierno mendocino se habló de que era posible que la Declaración de Impacto Ambiental salga durante 2025, a partir de lo cual San Jorge podría iniciar la construcción. En este caso, la mina tiene buenas chances de ubicarse entre los primeros en producir cobre del país, ya que podría iniciar cerca de 2028.
Esto es gracias a la gran ventaja que tiene el yacimiento: si bien es de escala pequeña a mediana, está ubicado cerca de infraestructura clave como líneas eléctricas, rutas y hasta de uno de los pasos internacionales más importantes del país hacia Chile. Esto también abarata la inversión necesaria.
El largo recorrido que lleva San Jorge
El proyecto que hoy lleva adelante Zonda Metals es el único con más de 14 años de exploración, trabajo en la comunidad y líneas de base ambientales. Pero este proceso no estuvo exento de polémicas.
El primer Informe de Impacto Ambiental que se presentó por el proyecto ingresó en 2008, un año después de que hubieran aprobado la Ley 7.722.
Estuvo más de dos años en revisión, pero fue rechazado, debido que las autoridades entendían que no cumplía con los requisitos y luego de que durante 2009 y 2010 asambleas vecinales se movilizaran en contra de la construcción y avance de la mina.
Tras esto hubo un nuevo intento por parte de los empresarios, planteando un proyecto biprovincial en un nuevo informe de Impacto Ambiental. Plantearon la posibilidad de extraer la roca en Mendoza, pero a través de lixiviación en San Juan, aprovechando que en la segunda provincia sí estaba habilitado el uso de sulfuros.
Este último plan no prosperó y en 2016 se conoció que la empresa (que en ese momento era CoroMining) había decidido paralizar los trabajos.
Ahora, con un clima social diferente, esperan concretar dos décadas después el proyecto que iniciaron en 2008.