La medida fiscal motivó compras inmediatas desde el gigante asiático. Cada buque Panamax trasladará unas 65 mil toneladas. Tras alcanzar el cupo previsto de U$S7.000 millones en sólo 72 horas, el Gobierno restableció los tributos a los productos agrícolas.

La baja de las retenciones al campo disparó las ventas al exterior y se viene un fuerte movimiento de carga en los puertos de Rosario. Esta semana se confirmaron 20 embarques de soja con destino a China, totalizando cerca de 1,3 millones de toneladas.

Cada buque Panamax contratado transportará alrededor de 65 mil toneladas, y las partidas se extenderán durante las próximas semanas, marcando un ritmo excepcional para la región. El volumen de contratos se concretó tras la medida del gobierno que eliminó temporalmente las retenciones a las exportaciones agrícolas.

Esa baja generó un incentivo inmediato para que los compradores aseguraran la mercadería argentina, acelerando la firma de acuerdos que normalmente se hubieran cerrado en un plazo más prolongado.

La política arancelaria de China y Estados Unidos favoreció la elección de la Argentina como origen de preferencia.

La combinación entre la oferta disponible y la reducción de impuestos hizo que el país se consolidara como opción prioritaria frente a otros proveedores internacionales y fue clave para cerrar los 20 contratos en tan poco tiempo.

Ventaja sobre Estados Unidos

La coincidencia entre la breve ventana sin retenciones y la concreción de estos embarques generó especulaciones en el mercado. Aunque no todos los contratos se cerraron en ese lapso, la posibilidad de aprovechar precios más competitivos frente a otros orígenes fue un factor que incidió en la toma de decisiones de los compradores.

En especial, la política arancelaria de China hacia Estados Unidos, que fija un 50% de derechos a la soja de ese país, favoreció la elección de la Argentina como origen de preferencia. Sin embargo, la promoción solo duró 72 horas, tras alcanzar el cupo estipulado.

En términos fiscales, el costo de mantener la exención habría implicado un sacrificio de recursos superior a los 1.600 millones de dólares. Ese cálculo fue central en la determinación de reimplantar los derechos de exportación, incluso frente al interés de productores y exportadores por que se extendiera la medida.

Los puertos se preparan

La logística en torno al Gran Rosario se prepara ahora para una actividad intensa. Las terminales de San Lorenzo, Timbúes, Puerto General San Martín y Rosario, entre otras, recibirán y despacharán los barcos que forman parte de este operativo.

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Argentina exporta 1,3 millones de toneladas de soja tras breve exención de retenciones.

La infraestructura local, diseñada para atender grandes volúmenes de granos y subproductos, deberá adaptarse a un ritmo acelerado de carga y despacho. El movimiento no solo involucra al personal de las terminales, sino también a estibadores, prácticos, remolcadores y demás servicios auxiliares.

El encadenamiento de tareas demandará una coordinación precisa para evitar demoras y garantizar la eficiencia de los embarques. La magnitud de la contratación de buques Panamax refleja que los compradores prevén un flujo continuo y no esporádico.

El impacto de la suspensión de las retenciones

Una decisión que estuvo en vigor durante apenas tres días fue suficiente para generar expectativas, acelerar operaciones y modificar el comportamiento de actores internacionales. El contraste entre la rapidez de la reacción de los compradores y la brevedad del beneficio tributario mostró la importancia de la previsibilidad en las reglas de juego.

A nivel global, el caso se inserta en un contexto de tensiones comerciales y competencia por el abastecimiento de materias primas. La soja argentina, junto con la brasileña, se consolidó como una alternativa estable frente a las restricciones impuestas sobre la producción estadounidense.

El balance de estas jornadas dejó un escenario de alta actividad portuaria, un ingreso de divisas importante y la confirmación del papel estratégico de la Argentina como proveedor de oleaginosas. Al mismo tiempo, mostró la rapidez con que los actores globales reaccionan ante cambios regulatorios.

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