Las recientes inauguraciones en Chaco y Santiago del Estero ya generan un importante crecimiento del volumen de carga. Se esperan más habilitaciones en el segundo semestre.

El uso de trenes para el transporte de carga presenta una atractiva oportunidad de reducir costos para el sector de granos, pero encuentra en la infraestructura vial su mayor obstáculo. En ese sentido, se llevaron adelante distintas obras para abordar esta problemática y en los dos últimos meses se habilitaron dos nuevos desvíos ferroviarios.

En primer lugar, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) inauguró en abril una bifurcación de vía en la localidad chaqueña de Fortín Las Chuñas. En su primera carga la formación transportó 3.000 toneladas de maíz en un convoy de 60 vagones y se espera que en el mediano plazo el tráfico acumulado oscile entre las 50.000 y 60.000 toneladas.

El 12% de la carga transportada por la línea Belgrano el año pasado se originó en los accesos inaugurados en la zona productiva del NOA.

Asimismo, ACA anticipa la habilitación de un nuevo acceso de trenes en la planta que tiene en la localidad cordobesa de General Levalle, para antes de fin de año. Se anticipa que la obra permitirá aumentar la carga de soja, maíz y trigo entre 80.000 y 100.000 toneladas.

Por su parte, la Unión Agrícola Avellaneda (UAA) puso en funcionamiento un desvío que incrementa la campaña agrícola en curso entre 60.000 y 80.000 toneladas de soja y maíz, aumentando la capacidad para la operatoria hasta 50 vagones. La inauguración se dio a mediados de mayo en Pampa de los Guanacos, Santiago del Estero.

Actualmente, la capacidad de acopio de cereales y oleaginosas de esa empresa es de 35.000 toneladas en silos verticales y de 60.000 toneladas en silos australianos por lo que se proyecta a futuro el transporte de 200.000 toneladas/año con capacidad de carga de vagones de 350 toneladas/hora.

En Buenos Aires

En tanto, se realizan trabajos de reparación y armado de desvío en el punto de carga de la empresa Lartirigoyen en la localidad de Cañada Seca, provincia de Buenos Aires. Se anticipa su puesta en funcionamiento para la segunda mitad del año con un volumen proyectado entre las 30.000 y 40.000 toneladas.

El uso del ferrocarril en el rubro agrícola está en crecimiento y ya ha dado señales de lo que puede significar su desarrollo. De hecho, en los últimos 4 años se realizaron un total de 13 obras de desvío, gracias a las cuales la descarga en las terminales santafesinas durante 2022 aumentó un 41% en relación con 2021.

La tendencia se refleja de manera más clara en la línea Belgrano, ya que el 12% de su carga transportada el año pasado se originó en los accesos inaugurados en la zona productiva del NOA. En tanto, la descarga en las terminales portuarias de Santa Fe representó el 10,5% de lo que transporta la mencionada línea.

Belgrano Cargas, Santa Fe, Ministerio de Transporte
Las bifurcaciones ferroviarias permiten a las formaciones ingresar de forma directa a las plantas de acopio o a las terminales portuarias.

Estas iniciativas de articulación público-privada de mejoramiento de la infraestructura vial forman parte del Plan de Modernización que llevan adelante el Ministerio de Transporte y Trenes Argentinos Cargas (TAC). El titular de la cartera, Diego Giuliano, señaló que el objetivo de las bifurcaciones de vías “es hacer llegar el tren a más productores y productoras» porque «el ferrocarril es sinónimo de crecimiento, de desarrollo, de reducción de tiempos de traslado y de menores costos logísticos”.

Según se informó, obras como éstas, «con una mirada federal en el desarrollo de la red ferroviaria», lograron durante 2022 un crecimiento del 41% en la descarga de mercancías de los trenes en los puertos de Santa Fe.

“Trabajar en la llegada del tren a plantas productivas a través de la construcción de desvíos sobre la vía principal aporta al crecimiento de los trenes de carga permitiendo que más productores locales se suban al tren”, aseguró el presidente de TAC, Daniel Vispo.

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