El CEO de YPF presentó la nueva estrategia de la compañía: eficiencia, colaboración con la industria y una mirada estructural sobre el rol de la energía en la competitividad argentina. El megaproyecto de GNL con la italiana ENI y el desarrollo de Vaca Muerta son los pilares del plan.

En el 61° Coloquio de IDEA, en Mar del Plata, el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, fue contundente: su objetivo es que la energía se convierta en el motor estructural de competitividad para la industria nacional.

“Vamos a asegurar que el precio de la energía en Argentina sea de los más baratos del mundo. Lo lograremos con productividad, eficiencia y con la pasión de nuestra gente”, afirmó durante su exposición.

El mensaje marcó el tono de una estrategia que busca redefinir el rol histórico de YPF. Según Marín, la compañía ya no aspira a concentrar el mercado, sino a impulsar un ecosistema de empresas competitivas.

“Venimos a trabajar con la industria, no contra la industria. Otros pueden generar valor y operar mejor que nosotros”, aseguró Marín en el Coloquio de IDEA.

“Venimos a trabajar con la industria, no contra la industria. Otros pueden generar valor y operar mejor que nosotros”, aseguró, sintetizando un cambio cultural que prioriza la colaboración por sobre el monopolio.

El ejecutivo destacó que cada mejora en productividad tiene un impacto directo en la competitividad del país. “ExxonMobil tiene fracturas promedio de 22 horas; nosotros estamos en 20,5. Lo hacemos con equipos nacionales, ingenieros locales y un compromiso absoluto con la productividad”, ejemplificó.

Para Marín, detrás de cada indicador hay un valor humano. “El trabajo paga. La productividad emociona. La energía argentina va a encender el futuro del país”, sostuvo, introduciendo lo que define como un modelo de “capitalismo con emoción”, basado en el orgullo y la motivación de los trabajadores.

El CEO recordó un caso concreto que refleja ese espíritu: un operario logró reducir a la mitad el tiempo de parada de una planta industrial gracias a un incentivo y a la disciplina operativa. “Sin eso no hay productividad ni competitividad posible. El capitalismo sin emoción no sirve”, lanzó.

Vaca Muerta como misión generacional

El desarrollo integral de Vaca Muerta es, para Marín, una oportunidad histórica que no puede desaprovecharse. En ese sentido, anunció la expansión del Instituto Vaca Muerta, un programa de formación abierto a toda la industria que busca elevar los estándares de productividad, seguridad y eficiencia.

“Cuando entrenamos a cada trabajador para que entienda los riesgos y estándares internacionales, cambia todo el panorama”, aseguró el directivo, subrayando la importancia del conocimiento técnico como base del crecimiento.

El objetivo, explicó, es consolidar un ecosistema de empresas argentinas profesionalizadas, capaz de generar exportaciones energéticas por hasta 50 mil millones de dólares anuales. Una cifra que transformaría a la energía en el principal motor económico del país.

El megaproyecto de GNL con ENI

En paralelo, Marín detalló el avance del acuerdo con la italiana ENI para desarrollar un megaproyecto de Gas Natural Licuado (GNL), considerado clave para posicionar a Argentina como proveedor global.

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Horacio Marín detalló el avance del acuerdo con la italiana ENI para desarrollar un megaproyecto de Gas Natural Licuado (GNL)

El plan contempla inversiones por u$s48.000 millones en los próximos años: u$s25.000 millones en infraestructura y u$s20.000 millones en producción y licuefacción. El proyecto implicará la perforación de unos 800 nuevos pozos, muy por encima de los 150 que YPF mantiene actualmente en operación.

“El proyecto es sólido, con bases geológicas, legales y técnicas muy fuertes. La roca de Vaca Muerta es mejor que la americana, el know-how de YPF es único, y tenemos socios AAA que conocen el negocio del LNG y el trading internacional”, señaló Marín en los pasillos del Coloquio.

El financiamiento y el ruido político

El ejecutivo reconoció que uno de los principales desafíos para avanzar es el costo del financiamiento. Actualmente, YPF accede a tasas del 8,5%, muy por encima de las grandes petroleras internacionales.

Sin embargo, Marín fue enfático al destacar que las decisiones estratégicas deben trascender el corto plazo y el “ruido” coyuntural. “Lo que cambia el ambiente de negocios no es la volatilidad, sino las transformaciones estructurales. Cuando hay señales claras de apoyo financiero y político, los proyectos avanzan. Esto ya no es ruido: es estructural”, aseguró.

De acuerdo con sus proyecciones, el desarrollo de Vaca Muerta, el acuerdo con ENI y un marco legal estable permitirán que Argentina se consolide como exportador global de gas competitivo.

“No sé si nosotros vamos a estar acá en 2045, pero sí sé que YPF va a estar exportando 15.000 millones de dólares por año. Y eso es lo que importa”, concluyó.

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