Se trata de un estudio experimental del CONICET. Fue publicado en una prestigiosa revista científica internacional y ya despertó el interés de una de las principales productoras del país.
La innovación no tiene límites cuando se trata de encontrar soluciones sostenibles y creativas para desafíos ambientales. Es el caso del descubrimiento de un equipo de científicos argentinos que cruza a la industria cervecera, la gastronomía y la producción de biocombustibles, con resultados extraordinarios.
Lo cierto es que investigadores del CONICET lograron aumentar significativamente la producción de un hongo comestible popular para generar biogás a partir de residuos de cervecerías artesanales.
El estudio experimental se enfocó en una variedad de «hongo ostra» ampliamente consumida a nivel mundial, con el objetivo de transferir esta tecnología a la industria para fomentar la reutilizacion de los residuos que genera una actividad gastronómica de expansión exponencial en la Argentina.
En verdad, el factor que define todo este combo virtuoso es la economía circular, un concepto fundamental en el contexto del transporte y la movilidad sostenible, que refiere a un modelo económico diseñado para maximizar el uso eficiente de los recursos y minimizar los desperdicios y la generación de residuos en todas las etapas del ciclo de vida de un producto o servicio, incluido el transporte.
Pero no sólo en el área del trasporte. Cualquier actividad económica se vale de este concepto, ya no para evitar los desperdicios sino para agregar valor al negocio.
Es el caso de elaboración de las cervezas artesanales. Fue en uno de los principales desechos que genera, “el bagazo de cerveza”, en los que se posó la mirada científica de los especialistas del CONICET.
Mediante biodigestores semicontinuos, científicos del CONICET transformaron en biogás los residuos de la producción de hongos ostra a partir de bagazo de cerveza.
De hecho, su estudio experimental se centró en una de las especies del “hongo ostra” de gran consumo a nivel mundial, muy utilizado en gastronomía y por otros sectores, con el objetivo de transferir la tecnología a la industria.
Este equipo utilizó el «bagazo de cerveza» como suplemento nutricional para la producción de estos hongos Pleurotus pulmonarius, logrando duplicar los rendimientos a escala de laboratorio, en comparación con el uso de sustratos convencionales.
Es decir: gracias al uso de uno de los residuos de la produccion cervecera, aumentaron sustancialmente la posibilidad de producir estos hongos, conocidos por su excelente sabor y valor nutricional, y apreciados en diversas preparaciones culinarias, desde platos a la plancha hasta ensaladas y salteados con vegetales.
Pero ahí no termina la magia. Posteriormente, mediante biodigestores semicontinuos, los científicos transformaron los residuos de la producción de estos hongos en biogás (metano), un combustible que puede alimentar generadores eléctricos y otras aplicaciones energéticas.
El desarrollo de los investigadores argentinos fue publicado en la revista especializada Waste and Biomass Valorization. Pero además, ya despertó interés en la industria cervecera como alternativa para la reutilización de uno de sus residuos industriales. Según revelaron desde el equipo de investigación del CONICET, la empresa Mycelio.Bio ya adoptó esta tecnología, utilizando bagazo de cerveza suministrado por Cervecerías y Malterías Quilmes.
La voz de los investigadores argentinos
El Dr. Edgardo Albertó, líder de la investigación y director del laboratorio UBFungi del INTECH (CONICET-UNSAM), destacó que este trabajo se enmarca en la economía circular, donde los subproductos de una actividad se convierten en materias primas para otra, maximizando así el uso eficiente de recursos.
El investigador señaló que la producción de hongos comestibles es una industria en expansión que puede beneficiarse enormemente del uso de desechos agrícolas e industriales, como el bagazo de cerveza, para aumentar la producción y reducir impactos ambientales.
El laboratorio cuenta con la capacidad tecnológica para cultivar diversas especies de hongos comestibles utilizando una variedad de sustratos, incluyendo desechos de la industria cervecera.
“La producción de hongos comestibles es una actividad en crecimiento en el mundo de la gastronomía. Además, lo interesante es que para la producción de este alimento nutritivo se pueden emplear como sustratos desechos de la agricultura o de la industria de la cerveza y de otros rubros y de ese modo no solo aumentar la producción, sino también disminuir los impactos ambientales”, puntualizó Albertó.
Y agregó: “En esta investigación, usamos como sustrato el bagazo de la cerveza, un desecho que se pudre rápidamente y que genera mal olor, lo que es un problema para las cervecerías artesanales que se encuentran en las grandes ciudades”.
Optimización del rendimiento y produccion de biogás
“Hemos podido producir 265 litros de metano por cada kilogramo de sólidos volátiles de bagazo puro y significativamente superior a la obtenida si se usa el sustrato agotado del hongo. Se trata de una considerable cantidad de biogás que se podría emplear para la producción de electricidad o simplemente como combustible”, informó Albertó.
A partir de este trabajo, los investigadores proyectan escalar los resultados en volúmenes dos órdenes de magnitud mayores a los empleados en el laboratorio a nivel de escala planta piloto. b“Estamos en la parte final de nuestro objetivo que es poder desarrollar conocimiento y tecnología para poder transferirla al sector privado”, subraya Albertó.
El rack de tres biodigestores semicontinuos empleados por los investigadores en el estudio permite controlar todas las variables necesarias para estudiar y optimizar el proceso de generación de biogás.
También se puede medir la producción diaria de biogás y caracterizar y analizar su composición, en especial su contenido de metano, que es el combustible buscado.
Estos equipos fueron adquiridos con fondos gestionados por la UNSAM y se contó con la contribución del Consejo Federal de Ciencia, Tecnología e Innovación (COFECYT) de la Provincia de Buenos Aires.
Cada año en Argentina se producen más de 400.000 toneladas de bagazo de cebada como un subproducto del proceso de elaboración de cerveza.
Este bagazo se forma durante la maceración y el filtrado en la producción de cerveza y, gracias a su elevado contenido de minerales y proteínas, constituye un sustrato natural altamente beneficioso para el cultivo de hongos frescos.
Sostenibilidad y reducción de emisiones
En un mundo cada vez más preocupado por la sostenibilidad y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el biogás emerge como una solución innovadora y prometedora.
No solo es una fuente de energía renovable, sino que también ejemplifica los principios fundamentales de la economía circular al convertir los residuos orgánicos en recursos valiosos.
El biogás, principalmente compuesto de metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2), es un combustible versátil y limpio que puede sustituir a los combustibles fósiles en diversas aplicaciones.