Una firma de Ultramar que ya tiene el 50% de las dos compañías ofreció 2,38 millones de dólares por el paquete accionario que conserva Vicentin, actualmente en concurso preventivo.
La firma Inversiones Portuarias Andinas Limitada, parte del grupo chileno Ultramar, presentó una oferta para adquirir el 10,2% de las acciones de Playa Puerto SA por 1,887 millones de dólares y un porcentaje idéntico en Terminal Puerto de Rosario (TPR) por otros 500.000 dólares.
La propuesta fue dirigida a la empresa agroindustrial Vicentin SAIC, que actualmente se encuentra en concurso preventivo de acreedores. De concretarse la operación, Ultramar pasaría a controlar ambas compañías, dado que ya posee el 50% de las acciones en cada una.
TPR cuenta con una infraestructura portuaria clave en el contexto del sistema fluvial argentino.
La chilena envió la oferta ante el juzgado que lleva adelante el proceso concursal de Vicentin, a cargo del juez Fabián Lorenzini. En respuesta, los interventores de la agroexportadora pusieron paños fríos a la situación e informaron que estudiaràn la propuesta.
“No hemos analizado en profundidad aún los ofrecimientos por lo cual no podemos emitir aún una opinión fundada al respecto”, indicaron en el escrito elevado al magistrado.
Los representantes judiciales de Vicentin también señalaron que la venta de estos activos podría resultar una vía para reforzar la liquidez de la empresa concursada. “Consideramos necesario la realización de activos no esenciales –como lo son los objetos de las propuestas recibidas– a fin de obtener recursos para la magra caja de la concursada”, expresaron, dejando abierta la posibilidad de una evaluación positiva en el futuro.
Activos estratégicosen el puerto de Rosario
TPR cuenta con una infraestructura portuaria clave en el contexto del sistema fluvial argentino. Sus instalaciones comprenden 1600 metros de frente de atraque divididos en tres muelles y un predio de más de 65 hectáreas, con capacidad para almacenar graneles sólidos y líquidos, cargas generales y contenedores refrigerados.
Además, dispone de espacios diseñados para el manejo de mercadería peligrosa, lo que amplía su abanico operativo. El predio que ocupa Playa Puerto se encuentra lindero al de TPR y está dedicado principalmente a servicios logísticos.

Su cercanía operativa con la terminal portuaria representa una ventaja para la integración de actividades y la optimización de recursos. Esta proximidad estratégica es un factor que podría potenciar la rentabilidad del conjunto, en caso de unificar el control accionario.
La intención del grupo Ultramar de avanzar con la adquisición del 10,2% restante en ambas compañías aparece como una maniobra para consolidar su presencia en uno de los puntos logísticos clave del país. Dado que ya participa en la operación diaria de Playa Puerto y TPR, el control total permitiría unificar decisiones y establecer una estrategia de largo plazo sin interferencias de socios minoritarios.
La realidad del Puerto de Rosario, sin embargo, es compleja. Dos de los tres muelles no están operativos, y los concesionarios mantienen un vínculo tirante con el ejecutivo provincial, que reclama las inversiones comprometidas en reparación y ampliaciones antes de negociar una posible extensión del plazo de concesión.
Incluso, la provincia analiza llamar a una licitación y buscar un nuevo operador.
El delicado momento de Vicentin
La iniciativa de compra se presenta en un momento particular para Vicentin, que continúa atravesando una situación financiera compleja. La necesidad de generar ingresos inmediatos, frente a una caja debilitada, parece alinear los intereses de la concursada con los del grupo oferente. Sin embargo, el avance de la operación dependerá de la valoración final que haga el juzgado interviniente.
Si bien el grupo chileno no emitió declaraciones públicas sobre la operación, su historial en el sector sugiere un interés por fortalecer la red de infraestructura logística en la región del Paraná, clave para el comercio exterior argentino.
En los próximos días se espera que los interventores de Vicentin analicen en profundidad la propuesta y emitan una opinión formal al respecto. El juez Lorenzini deberá entonces evaluar si la operación cumple con los intereses del proceso concursal y de los acreedores involucrados.