Confirmó que el espíritu que guía a la nueva gestión es “retirar al Estado de la economía” y habló de dos modelos de negocio diferenciados para los servicios de pasajeros y los de carga.
El ministro de Infraestructura de la Nación, Guillermo Ferraro, ratificó el fin de semana que el gobierno que encabeza Javier Milei avanzará en la privatización de los trenes argentinos.
«Nuestra orientación, el vector con el cual trabajamos, es que todo lo que pueda hacer el sector privado, lo haga, y retirar al Estado de la economía», afirmó Ferraro en diálogo con Radio Mitre, al responder una consulta sobre el proyecto que tiene la actual administración en torno del sistema ferroviario.
En este sentido, remarcó que «hay distintas formas de hacerlo y distintas actividades e industrias que atañen al ferrocarril».
Nuestra orientación, el vector con el cual trabajamos, es que todo lo que pueda hacer el sector privado, que lo haga, y retirar al Estado de la economía».
Guillermo Ferraro, ministro de Infraestructura de la Nación
«Una cosa es el ferrocarril que transporta pasajeros y otra es el de carga«, refirió el ministro, tras lo cual destacó que «también está una estructura que se quiso hacer en la década del ‘90».
Sobre esto último, Ferraro se explayó: «Fíjese lo que es el Estado, este monstruo que crece solo, que cuando se privatizaron se trató de llevar a Argentina el modelo europeo, por el cual se creó una empresa que administre la infraestructura ferroviaria, esto es las vías y señalizaciones, y otra que administre la operación ferroviaria».
Privatización de los trenes y sistema open access
«Eso quedó abierto para que las unidades de negocios sean claramente diferenciadas hacia un sistema open access, por lo cual también se avanzó entre 2015 y 2016 mediante una Ley, pero nunca se implementó», añadió.
En relación con el sistema open access, el funcionario graficó: «Esto es que las vías estén a cargo de una empresa, ADIF, y que por ello cobre un canon a quien las use, tanto a operadores de pasajeros como de cargas».
«Así quedan definidos dos modelos de negocio con dos objetivos y dos performances: el que administra la infraestructura tiene la obligación y vende el servicio de mantener las vías bajo un régimen de carga y velocidad adecuados y por eso cobra un canon; el que opera el pasajero tiene un modelo de negocio y el de carga otro», distinguió, aunque reiteró que «nunca se implementó».
En cambio, señaló que «hoy está todo mezclado, y sobre esas dos estructuras, más otras que se crearon, se quedaron empresas de empresas y sobre eso una empresa madre, Ferrocarriles Argentinos S.A., que funciona como holding«, evaluó Ferraro sobre el actual modelo de los trenes en el país.
«Todo eso que está por arriba de estas dos estructuras es burocracia que se ha creado de manera inútil y que encarece todo el sistema», aseveró.
El futuro de una obra clave para Vaca Muerta
Entre los proyectos clave para el desarrollo del país en general y del sector energético en particular se encuentra la habilitación del tren a Vaca Muerta, que unirá el puerto de Bahía Blanca en la provincia de Buenos Aires con la formación neuquina.
Sin embargo, en el primer paquete de medidas anunciado por el ministro de Economía Luis Caputo, se incluye un freno total a la obra pública que, en todo caso, será delegada a la iniciativa privada.
En ese contexto desde La Libertad Avanza ya adelantaron que el Estado no invertirá fondos públicos para concretar el Tren Norpatagónico, crucial la logística y desarrollo de la región.
Incluso antes del recambio de Gobierno, Ferraro destacó la importancia de esta obra. “Tenemos la necesidad de usar el tren como instrumento de transferencia de carga», afirmó el ministro de Infraestructura ahora en funciones.
«Un ejemplo -amplió-. Si yo fuese quien diseñaba a principios del siglo pasado la infraestructura para una empresa inglesa diría que hoy el ombligo de la carga es Vaca Muerta, donde pasan millones de toneladas, no solo de arena, sino de elementos metalmecánicos para proveer a la industria del fracking de gas y petróleo, que hoy se hace por camiones. Se necesita un tren para que vaya y vuelva”.
Y señaló que esta obra vital deberá hacerse de forma privada: “Se trata de una industria como la petrolera, que mueve millones de dólares”, sostuvo.