En un comunicado, el SUPeH adviritó que espera que los ocupen sus trabajadores y que “combatirá hasta las últimas” si intereses extranjeros buscan «remover» a la petrolera estatal como conductora de la inciativa.
El mega proyecto de la planta de GNL que encabeza YPF junto a la malaya Petronas despierta tantos intereses como disputas sobre quiénes serán los beneficiarios directos.
A la definición final de la ubicación de la instalación para la licuefacción del gas de Vaca Muerta planificada originalmente para Bahia Blanca, se sumó ahora una exigencia por parte de la Federación de Sindicatos Unidos Petroleros e Hidrocarburíferos (SUPeH).
Desde la entidad gremial, se mantuvieron al margen de la pulseada entre la provincia de Buenos Aires y la de Río Negro por la planta, pero reafirmaron la importancia de que sea YPF la empresa que lidere el proyecto y, especialmente, que en el proyecto se utilice únicamente personal bajo su convenio de trabajo. Así lo indica un comunicado con la firma del secretario general Juan Carlos Crespi y el Administrativo, Alejandro Fernández.
Tanto Rio Negro (Punta Colorada) como Buenos Aires (Bahía Blanca) quieren quedarse con el mega proyecto de GNL.
“Sabiendo la importancia que este megaproyecto representa, y los beneficios que generará a partir de su definitiva puesta en marcha para el país en términos de desarrollo energético que no tendrá precedentes en la industria, nos sentimos obligados desde estos albores mismos a realizar ciertas reflexiones que no pueden dejar de tenerse en cuenta”, empieza el documento.
“A través de esta iniciativa se generarán muchos puestos de trabajo que cubrirán compañeros que en su totalidad deberán estar bajo el amparo sindical de nuestra Organización Sindical”, agrega la misiva.
La iniciativa representa la inversión más importante de la historia del país, con un desembolso estimado en unos 40 mil millones de dólares.
Una vez que se instale la planta, Vaca Muerta se convertirá en uno de los principales proveedores de gas del mundo y el abastecimiento interno estará garantizado.
Actualmente, en el pico de consumo invernal, Argentina importa aproximadamente 30 barcos de GNL.
Cuando la planta alcance su capacidad máxima de producción, estará en condiciones de exportar más de 460 barcos. Esto se traduce en un ingreso superior a 20.000 millones de dólares por año.
La ubicación de la planta de GNL
Buenos Aires, con el importante puerto de Bahía Blanca y su complejo petroquímico como fundamento, apareció desde el primer momento como la sede «natural» para el mega proyecto de GNL.
Pero en el último tiempo surgió como competidora la provincia de Río Negro, que ofrece desarrollar en Punta Colorada una terminal portuaria «de última generación», posibilidad que tomó algo de aire en el contexto de la tensión política entre el gobernador Axel Kicillof y el oficialismo.
El presidente Javier Milei cuestionó al mandatario días atrás por no adherir al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones y deslizó que la planta de GNL se haría en Río Negro, poco después de que la provincia patagónica adhiriera con celeridad a esa norma aprobada con la Ley Bases.
No por nada el gobernador patagónico aseguró que el puerto para la planta se construiría en Punta Colorada y que, para albergar la inversión, será completamente privado, «sin consorcio de administración, gremios, municipios ni cámaras empresariales»
Kicillof, por su parte, contestó los dichos de Mieli en su cuenta de X: “Enoja y, a la vez, entristece escuchar al Presidente abordar un tema tan importante de manera tan superficial y grosera. Y, además, con tanta agresividad. No podemos naturalizar que quien conduce el Estado nacional y representa a nuestro país se maneje con tanta irresponsabilidad”.
“Espero que YPF y Petronas manejen el tema con seriedad y profesionalismo, sin dejarse influenciar por los comentarios trasnochados que escupe a diario el Presidente”, expresó el mandatario.
Más allá del cruce de declaraciones, el gobernador bonaerense apuesta a la importancia estratégica de uno de los puertos históricamente más importantes del país, con la ventaja adicional de un complejo petroquímico ya instalado y funcionando con el recurso que llega desde Vaca Muerta.
Además, antes de la intervención pública del Presidente en la definición, el intendente bahiense recibió al CEO de YPF, Horacio Marín, que tuvo un gesto claro. Poco después, Kicillof anunció que envió a la legislatura provincial un plan de beneficios para grandes inversores propio, diseñado especialmente para facilitar el desarrollo de la planta de GNL en la provincia.
