Los aumentos de tarifas en los servicios de gas y electricidad que comenzaron a regir a partir del reciente 1 de noviembre se mantendrán por debajo de la inflación acumulada, pero a la vez intenta no volver a retrasar en demasía los valores teniendo en cuenta que el ajuste mensual que se había comprometido hace un semestre se tuvo que suspender en mayo, junio, y julio.
Ese aporte al sendero de reducción de nivel de precios de la economía, llevó a que en la actualidad las tarifas se encuentren entre un 30 y 45 por ciento debajo de su punto de equilibrio, algo que en el Gobierno se esperaba normalizar para comienzos de 2025, pero por el impacto que hubiera significado al bolsillo de millones de argentinos en plena recesión y ajuste obligó a moderar la reducción de la brecha.
En este caso, la cartera energética explicó que los ajustes se condicen con el objetivo de seguir bajando el gasto en subsidios y alinear los valores de las boletas a sus costos reales de producción de gas y generación eléctrica.
Esta misma consigna del Ministerio de Economía se trasladará al proceso de Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT) que debía ponerse en marcha -hoy puesto en duda- hacia fines de este año y que permitiría un incremento superior al ajuste mensual por inflación para intentar recuperar el terreno perdido en los últimos años, equilibrar las cuentas del sistema y lograr márgenes suficientes como para que las empresas vuelquen a la inversión en obras.
La cartera energética explicó que los ajustes se condicen con el objetivo de seguir bajando el gasto en subsidios y alinear los valores de las boletas a sus costos reales de producción de gas y generación eléctrica.
A la vez, con el objetivo de evitar mayores desembolsos al Tesoro, el aumento busca evitar que las distribuidoras incrementen las deudas ya existentes con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), un recurso convalidado por el Estado durante años de congelamientos tarifarios.
Así, para este mes, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) dispuso que la tarifa al usuario final se incremente 2,5%, para reflejar las actualizaciones de las tarifas de transporte y distribución de energía eléctrica, mientras que el Valor Agregado de Distribución (VAD) se incremente en un 6%.
A la vez se estableció la continuidad del esquema de subsidios de acuerdo a los tres rangos de segmentación, por lo que el N1 de mayores ingresos continuará sin bonificación alguna y pagará tarifa plena.
En tanto, los sectores más vulnerables incluidos en el N2 tendrán un subsidio del 72,91% sobre el costo total del servicio, y los de ingresos medios o N3 contarán con un beneficio equivalente al 55,94% del total.
Previamente, la Secretaría de Energía ya había determinado para el período estival que arrancó en octubre y se extenderá hasta abril, una reducción del precio estacional de la energía, en tanto que se mantuvo fijo en dólares para reconocer el precio del gas.
En este último segmento, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) también decidió continuar para noviembre con el sendero de actualización de los precios y tarifas de gas natural, que en los ítems de transporte y distribución fueron incrementadas en un 3,5%, lo que implica un aumento en la factura final del 2,7%.
En lo que va del año, en la desagregación por servicio se observa que el incremento más importante fue en la factura de gas natural con un aumento del 715% respecto a diciembre de 2023 y es explicado tanto por los aumentos tarifarios como por el aumento del consumo estacional.
De la misma manera, para el consumo base de los usuarios Residenciales N2 y N3, se aplicarán las bonificaciones establecidas al valor consignado a los usuarios N1, como así también el límite de consumo de la categoría por sobre el cual se aplicará un precio diferenciado.
Las tarifas que más subieron y cómo está la reducción de subsidios
En lo que va del año, en la desagregación por servicio se observa que el incremento más importante fue en la factura de gas natural con un aumento del 715% respecto a diciembre de 2023 y es explicado tanto por los aumentos tarifarios como por el aumento del consumo estacional.
El gasto en energía eléctrica aumentó 162% mientras que -como referencia- los servicios públicos que no dependen de factores estacionales muestran un aumento del 601% para el transporte y del 289% para el agua que tiene su propio factor de actualización.
Los subsidios a la Energía representan el 78% de los subsidios totales y aumentaron 134% a.a. nominal mientras se reducen 37% a.a. real en los primeros nueve meses del año.
El gasto en energía eléctrica aumentó 162% mientras que -como referencia- los servicios públicos que no dependen de factores estacionales muestran un aumento del 601% para el transporte y del 289% para el agua que tiene su propio factor de actualización.
Con los nuevos precios mayoristas fijados por la Secretaría de Energía a partir de octubre, y las bonificaciones en el precio otorgadas a los segmentos N2 y N3, la cobertura de costos del sistema eléctrico para la categoría residencial indica que, en promedio, el 49% lo aporta el usuario vía tarifas mientras que el 51% del costo lo aporta el Estado nacional.
Por otra parte, con los nuevos precios del gas PIST, y las bonificaciones en el precio del gas otorgadas a los segmentos N2 y N3, la cobertura de costos de abastecimiento del gas natural indica que en promedio el usuario residencial abona el 56% mientras el 44% del costo de abastecimiento es cubierto por el Estado nacional.