En el sector de hidrocarburos el monto mínimo para acceder a las ventajas del nuevo Régimen es de 600 millones de dólares en proyectos vinculados a la exportación de petróleo y gas. Pero esto cambia en otros segmentos. Altas expectativas de la CAEM.
Cuando ya empezaban a escucharse críticas por las dilaciones incluso entre algunos sectores políticos aliados, este viernes el Gobierno reglamentó el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), el programa diseñado para impulsar a ocho sectores clave de la economía con alto potencial exportador, entre ellos, la industria petrolera.
Se trata de una de las apuestas del presidente Javier Milei dentro de la Ley Bases y varias provincias ya adhirieron al régimen, además de que ya hay compañías trabajando en proyectos dentro de ese esquema.
En el caso específico de la producción de hidrocarburos, el monto mínimo de inversión para acceder a estos beneficios se fijó en 600 millones de dólares, una cifra que triplica el umbral de 200 millones requerido para otras actividades económicas.
El RIGI abarcará a ocho sectores estratégicos de la economía argentina: forestoindustria, turismo, infraestructura, minería, tecnología, siderurgia, energía, y petróleo y gas.
Según lo establece el artículo 29 del anexo del Decreto 749/2024, los proyectos del sector de petróleo y gas que apunten a acceder al RIGI deben estar orientados a la exportación, incluyendo la explotación costa afuera (offshore), con el mencionado piso mínimo de inversión.
Esto implica que la mayoría de los desembolsos en los yacimientos de Vaca Muerta podrían beneficiarse de este régimen, siempre que se dediquen a la exportación de su producción.
Para otros segmentos de la cadena de valor de hidrocarburos, como el transporte y almacenamiento, el mínimo requerido es en cambio de 300 millones de dólares.
Mientras tanto, los proyectos relacionados con el procesamiento, fraccionamiento, compresión, licuefacción, refinación, así como aquellos vinculados a la petroquímica y fertilizantes, deben alcanzar un piso de inversión de 200 millones de dólares, a la par de otros secotres de la economía.
Los beneficios en minería y otros seis secotres
Según se terminó de definir en el debate final que precedió a la probación de la Ley Bases en el Senado de la Nación, el RIGI abarcará a ocho sectores estratégicos de la economía argentina: forestoindustria, turismo, infraestructura, minería, tecnología, siderurgia, energía, y petróleo y gas.
Estas actividades han sido identificadas con acuerdo del Congreso como fundamentales, pero con dificultades intrínsecas para su desarrollo, muchas de ellas ligadas a la compleja situación macroeconómica del país.
Las inversiones en estos sectores son, por lo general, de gran envergadura y requieren un capital intensivo, además de largos plazos para obtener retorno.
En el caso de la minería, por ejemplo, se incluyen actividades que van desde la prospección y exploración hasta la extracción y explotación.
La Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) ya había señalado la importancia del RIGI para atraer las inversiones necesarias, proyectadas en 25.000 millones de dólares. «Es un impulso necesario para consolidar inversiones mineras«, afirmó la cámara en un comunicado.
Además, la reglamentación del RIGI ha abierto una nueva oportunidad para la industria automotriz, que hasta hace poco parecía cerrada.
El capítulo destinado a la Tecnología contempla la posibilidad de aplicar el régimen a inversiones en “Movilidad basada en nuevas tecnologías de motorización y tecnologías de transición energética”, lo que podría impulsar el desarrollo de la electromovilidad a nivel local.
Proyectos de exportación a largo plazo
Dentro de la reglamentación del RIGI, se estableció un apartado especial para los Proyectos de Exportación Estratégica de Largo Plazo, los cuales requieren una inversión mínima de 2.000 millones de dólares.
Un ejemplo destacado de este tipo de proyectos es el megaproyecto de gas natural licuado (GNL) que YPF y Petronas desarrollarán en Río Negro.
Para acceder a los beneficios del RIGI, el solicitante deberá demostrar, al presentar la solicitud de adhesión, que el proyecto tiene el potencial de posicionar a Argentina como un nuevo proveedor a largo plazo en un mercado global en el que el país aún no tiene una participación significativa.
Estos grandes proyectos pueden involucrar múltiples Vehículos de Proyecto Único (VPU), que es el término utilizado para cada iniciativa que busca recibir los beneficios del RIGI.
Principales beneficios del RIGI
Con la firma de Milei, Guillermo Francos y Luis Caputo, en el decreto se indicó que “el RIGI es una herramienta para atraer inversiones significativas para la economía nacional, que de lo contrario no se desarrollarían”.
En ese sentido, el RIGI ofrece una serie de beneficios clave para las empresas que participen en el programa, como la reducción del impuesto a las Ganancias al 25%.
Además, se implementará un sistema de amortización acelerada para bienes muebles e infraestructura, y los saldos de IVA serán devueltos en un plazo máximo de tres meses.
También se permitirá computar el 100% del impuesto al cheque como crédito en el impuesto a las Ganancias.
Las empresas que se adhieran al RIGI también disfrutarán de exenciones en el pago de derechos de importación y, durante los primeros tres años, estarán exentas de pagar derechos de exportación.
Por otro lado, el régimen establece facilidades para la liquidación de divisas provenientes de exportaciones, que se organizarán de la siguiente manera: un 20% podrá liquidarse después de dos años desde el inicio de la inversión, un 40% luego de tres años, y el 100% tras el cuarto año.