La compañía siderúrgica mendocina, fundada por la familia Pescarmona, en 1907 pasa a manos de ARC Energy. Habrá un aporte de capital de 27 millones de dólares por la adquisición del 85% de las acciones.
El Gobierno nacional autorizó la venta de las acciones de la empresa siderúrgica IMPSA S.A. a la firma estadounidense ARC Energy.
“Privatizamos Impsa”, anunció el ministro de Economía, Luis Caputo, al culminar un proceso que comenzó hace más de ocho meses, cuando el Ejecutivo decidió vender las acciones de la emblemática empresa metalúrgica, fundada en Mendoza en 1907 por la familia Pescarmona.
A partir de ahora, ARC Energy, la compañía estadounidense, tomará el control de IMPSA, tras ofrecer 27 millones de dólares por la adquisición del 85% de las acciones en manos del Estado y de la provincia de Mendoza.
Según el Ministerio de Economía, IMPSA generaba pérdidas mensuales de 5 millones de dólares, además de una deuda con acreedores internacionales que alcanzaba los 576 millones de dólares.
Además, asumirá la deuda de 576 millones de dólares que la empresa mantiene con acreedores internacionales, entre los que se encuentra el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
IMPSA, con sede en Mendoza, es conocida por la fabricación de equipos especializados, como turbinas para centrales hidroeléctricas, grúas y reactores nucleares, que abastecen a los sectores de la metalurgia, la generación de energía y la tecnología.
“La Comisión Evaluadora de las ofertas para la venta de Impsa –compuesta por el Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep) del Ministerio de Economía, la Agencia de Transformación de Empresas Públicas y la provincia de Mendoza– recomendó la preadjudicación de las acciones de la compañía al consorcio IAF, cuyo principal socio es Arc Energy”, informó el Ministerio de Economía en un comunicado.
Estrategias de la empresa compradora
Arc Energy fue la única empresa en presentar una oferta para adquirir las acciones de IMPSA. “Es el complemento ideal para nuestra unidad de negocios y exportación de valor agregado”, señalaron desde la firma.
Fundada en 2011, Arc Energy se especializa en ofrecer soporte operativo a la industria del petróleo y gas, y cuenta con inversiones en diversas regiones del mundo, incluyendo Estados Unidos, América Latina, África, Asia y Europa.
En cuanto al capital accionario de IMPSA, el Estado argentino poseía el 63,7% de las acciones a través del Fondep, mientras que la provincia de Mendoza tenía el 21,2%.
El resto de las acciones se encontraban distribuidas entre los accionistas privados: la familia Pescarmona poseía un 5,3%, y un 9,8% pertenecía a acreedores, a través de fideicomisos de garantía.
“La decisión de vender las acciones del sector público está en línea con el objetivo de déficit cero del Gobierno y la política de no asignar recursos federales a empresas privadas, abriendo la posibilidad de que la compañía continúe su actividad de manera saneada dentro de un marco de economía de mercado. La provincia de Mendoza expresó su apoyo explícito a la decisión del gobierno nacional”, indicó la Secretaría de Comercio.
Un camino problemático que desemboca en la privatización
El proceso de estatización de IMPSA comenzó en 2020 cuando su CEO, Juan Carlos Fernández, envió una carta al entonces ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, solicitando apoyo para “garantizar la continuidad de proyectos nacionales de importancia estratégica para la Argentina”.
Ya en 2014 la empresa entró en cesación de pagos y acumulaba un pasivo superior a los 1.000 millones de dólares, cifra que logró reducir a menos de la mitad tras implementar un plan para restablecer sus operaciones.
En abril de 2018, Enrique Menotti Pescarmona decidió alejarse de la empresa, que había sido un emblema de la industria argentina durante más de un siglo.
En diciembre de 2020, el gobierno de Alberto Fernández confirmó que IMPSA había ingresado en el Programa de Asistencia a Empresas Estratégicas en Reestructuración de Pasivos (Paeerp).
Como parte de este proceso, el Estado asumió el pago del 75% de los salarios de los trabajadores durante cuatro meses.
En mayo de 2021, el Gobierno anunció una inversión de 15 millones de dólares, obteniendo el 63,7% de las acciones, mientras que la provincia de Mendoza aportó 5 millones de dólares y adquirió el 21,2%.
A pesar de este salvataje, la empresa nunca logró equilibrar sus cuentas. Según el Ministerio de Economía, IMPSA generaba pérdidas mensuales de 5 millones de dólares, además de una deuda con acreedores internacionales que alcanzaba los 576 millones de dólares.