Las principales transportadoras de gas del país manifestaron su interés en construir el ducto de 480 kilómetros que abastecerá al proyecto Argentina FLNG, de Southern Energy. La obra, clave para la exportación energética, definirá en diciembre su esquema de desarrollo.
Las dos grandes transportadoras del sistema troncal argentino, Transportadora de Gas del Sur (TGS) y Transportadora de Gas del Norte (TGN), expresaron su intención de participar en la construcción del gasoducto del proyecto de GNL de Southern Energy, que transportará el recurso de Vaca Muerta al Golfo San Matías, en la provincia de Río Negro.
Se trata de un conducto estratégico de 480 kilómetros y 36 pulgadas de diámetro, pensado para alimentar al proyecto Argentina FLNG, impulsado por Southern Energy, la sociedad integrada por Pan American Energy (PAE), YPF, Pampa Energía, Harbour Energy y Golar LNG.
Ambas empresas cuentan con experiencia en obras de gran envergadura y con la infraestructura necesaria para integrar el nuevo ducto a la red existente.
De acuerdo con información de Bloomberg, Southern Energy definirá en diciembre el modelo de desarrollo del gasoducto.
La empresa evalúa dos opciones: que el ducto quede bajo la propiedad de los accionistas del consorcio y la construcción y operación se liciten a terceros, o que una transportadora asuma el control total de la infraestructura, cobrando un canon por el transporte del gas.
En cualquiera de los dos escenarios, TGS y TGN aparecen como los candidatos naturales para ejecutar el proyecto, tanto por su capacidad técnica como por su extensa presencia en los sistemas de transporte de gas del país.
Ambas cuentan con experiencia en obras de gran envergadura y con la infraestructura necesaria para integrar el nuevo ducto a la red existente.
Interés y expansión de TGS
El CFO de TGS, Alejandro Basso, confirmó que la empresa “evalúa su participación”, aunque evitó adelantar definiciones.
La compañía, controlada por Pampa Energía y la familia Sielecki, está actualmente embarcada en el Gasoducto Perito Moreno, una obra valuada en US$ 780 millones que se desarrollará entre 2025 y 2027.
“Ya contamos con casi US$ 70 millones en préstamos bancarios para financiar importaciones en el marco del RIGI y analizamos nuevas fuentes de financiamiento para completar el proyecto”, señaló Basso durante una presentación ante inversores.
TGN busca crecer en el norte y hacia Brasil
Por su parte, TGN, controlada por Tecpetrol y CGC, también atraviesa una etapa de expansión. La compañía impulsa el gasoducto Vicuña, destinado a abastecer los proyectos de litio del norte argentino, y estudia una ampliación de su red hacia Brasil, un mercado en plena expansión.
“La eventual participación en el ducto de Southern Energy nos permitiría fortalecer la presencia en la Cuenca Neuquina y diversificar el portafolio de operaciones”, destacaron fuentes de la compañía.
El corazón del proyecto de GNL de Southern Energy
El gasoducto proyectado será el eje logístico del plan Argentina FLNG, una infraestructura clave que transportará gas desde Vaca Muerta hasta el puerto de San Antonio Este, en Río Negro.
Allí operarán los barcos factoría del consorcio: unidades flotantes de licuefacción (FLNG) que procesarán el gas natural para convertirlo en GNL destinado a la exportación.

La obra está diseñada para abastecer al segundo barco del consorcio (MKII), actualmente en construcción en China, e incluye un tramo terrestre de 20 kilómetros y dos tramos submarinos que enlazarán el sistema San Martín con las unidades flotantes.
El proyecto alcanzará una capacidad total de 5,9 millones de toneladas anuales de GNL (MTPA), lo que lo convierte en el primero del país en producir gas natural licuado a escala industrial.
La estructura accionaria de Southern Energy SA (SESA) se reparte entre PAE (30%), YPF (25%), Pampa Energía (20%), Harbour Energy (15%) y Golar LNG (10%), esta última responsable de aportar la tecnología flotante.
Una tendencia global en expansión
En el plano internacional, los proyectos FLNG (Floating Liquefied Natural Gas) ganan terreno por su menor costo, mayor flexibilidad y plazos de ejecución más cortos que las plantas terrestres.
Según la consultora Rystad Energy, la capacidad global de GNL flotante crecerá de 42 millones de toneladas anuales en 2030 a 55 millones en 2035, casi cuatro veces más que en 2024.
Actualmente existen 60 plantas en operación, 23 en construcción con financiamiento asegurado y 80 en etapa de planificación.
“Los proyectos FLNG, que antes enfrentaban limitaciones técnicas, hoy alcanzan tasas de eficiencia comparables a las terminales terrestres”, destacó Rystad en su último informe.



