Se especula con que el Gobierno aplique la postergada actualización del impuesto a las naftas, que ahora se vería amortiguada en surtidores por la eventual reducción de los precios de las petroleras ante la caída del Brent.
La Argentina vuelve a encabezar el ranking regional del gasoil más caro y escala al cuarto puesto en el caso de la nafta. Los precios actuales en dólares, calculados a partir del tipo de cambio oficial, reflejan una tendencia que preocupa al sector y genera presión sobre el Gobierno en vísperas de una nueva decisión impositiva.
El informe más reciente de la consultora Economía y Energía advierte que el litro de gasoil en el país cuesta u$s 1,26, el valor más alto de América Latina junto con México. En paralelo, la nafta súper se comercializa a u$s 1,20, solo por debajo de Uruguay, Chile y el propio México.
Desde comienzos de año, los combustibles acumulan un incremento promedio del 7,76%.
En las estaciones de YPF de Buenos Aires, el litro de súper ya supera los $1.190, mientras que la nafta premium se acerca a los $1.500. Este escenario posiciona a la Argentina por encima de Brasil y Paraguay, donde los precios son significativamente más bajos.
La brecha con el basoil de países vecinos
En el caso del gasoil, la diferencia es aún más pronunciada: en Chile cuesta u$s 0,98, en Paraguay u$s 0,90 y en Brasil u$s 1,07. Las brechas reflejan no solo decisiones internas, sino también la dinámica internacional del mercado energético.
Desde comienzos de año, los combustibles acumulan un incremento promedio del 7,76%. Las subas obedecen a una combinación de factores: ajustes dispuestos por las petroleras, variaciones en los biocombustibles y políticas fiscales postergadas que podrían reactivarse en breve. Mayo aparece como un mes bisagra para el precio en los surtidores.
La decisión clave pasa por la actualización de los impuestos a los combustibles, congelados de manera parcial en meses anteriores. De aplicarse en su totalidad, implicaría una suba cercana al 17% en la nafta, según estimaciones privadas. A esa posibilidad se suma el impacto del componente bio, que también podría forzar nuevos ajustes.

No obstante, la baja del precio internacional del petróleo podría funcionar como amortiguador. Esta semana, el Brent se negocia en torno a los u$s 67,93 por barril, el valor más bajo desde 2021. El retroceso responde, en gran parte, a las tensiones entre China y Estados Unidos, que enfrían las perspectivas de demanda global.
En ese marco, el presidente de YPF, Horacio Marín, aseguró que la compañía está preparada para operar sin pérdidas incluso con un barril a u$s 40. “Si hay una baja sostenida, el consumidor argentino la va a ver reflejada”, prometió. La frase condensa la tensión del momento: entre la presión fiscal, los costos internos y la posibilidad –aún incierta– de un alivio externo.
Repunte dispar en la venta de combustibles
Después de más de un año de caídas, las ventas de combustibles en las estaciones de servicio mostraron un leve repunte en marzo. Según datos oficiales de la Secretaría de Energía, la demanda de naftas y gasoil al público creció un 0,89% interanual, lo que marca un quiebre en la tendencia descendente que predominó desde fines de 2023.
El volumen total despachado al público fue de 1.404.669 metros cúbicos, con un desempeño dispar entre productos. Las naftas subieron 3,51%, mientras que el gasoil cayó 2,34%.
Dentro del detalle, se destacó el fuerte crecimiento de los combustibles premium: la nafta de mayor octanaje trepó 17,74% y el gasoil grado 3, un 11%. En cambio, la nafta súper y el gasoil común retrocedieron 0,64% y 9,46%, respectivamente.
Por operador, DAPSA lideró el repunte con un salto del 21,55%, seguida por Delta Patagonia (16,44%), Puma Energy (12,52%), Shell (7,65%) y Axion (4,93%). En contraste, YPF —que concentra más de la mitad del mercado— registró una baja del 3,15%, profundizando la pérdida de participación que arrastra desde hace meses.
El comportamiento también fue desigual a nivel territorial. Catorce provincias registraron subas en las ventas, con Chubut, Tierra del Fuego y Buenos Aires a la cabeza. Sin embargo, otras diez marcaron caídas, destacándose Tucumán, CABA y La Rioja como las más afectadas.