Siete provincias del Norte Argentino podrán comenzar a recibir en pocas semanas el gas de Vaca Muerta, a partir de la entrada de operaciones de la reversión del Gasoducto Norte que viene cumpliendo etapas de manera de estar disponible en septiembre para cambiar la orientación del flujo, y con ello cerrar años de importaciones desde Bolivia.
La obra del reversal del Gasoducto Norte, largamente demorada por el cambio de gestión de gobierno pudo retomarse aunque no a tiempo para aportar soluciones a la demanda del pico invernal, pero cambiará definitivamente la ecuación en el último trimestre del año, abriendo incluso la ventana de oportunidad para llegar con las exportaciones a Brasil a través de la infraestructura de Bolivia.
En los últimos días, la unión de empresas constructoras Techint y Sacde concluyeron antes de la fecha establecida en los contratos los trabajos de construcción del Gasoducto Norte -técnicamente, de Integración Federal-, una obra de 100 kilómetros que se extiende entre las localidad de Tío Pujio y La Carlota en territorio cordobés y que forma parte de los renglones 2 y 3 de la obra general licitada por Energía Argentina.
Para entonces, será necesario cumplir con otros hitos clave. El más inmediato es la obra que tiene a su cargo la empresa BTU bajo el renglón 3 que consiste en un tramo final de 22 kilómetros del Gasoducto de Integración Federal, además de 62 kilómetros de un loop -tendido paralelo- al Gasoducto Norte, en la misma provincia.
Las tres empresas –Techint, Sacde y BTU- ya habían sido adjudicadas en 2022 de las obras de construcción de los tres tramos del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner que se extendió desde la provincia de Neuquén hasta Saliquelló, en Buenos Aires, y que conformó una obra considerada récord por haber sido desarrollada en apenas 10 meses.
La unión de empresas constructoras Techint y Sacde concluyeron antes de la fecha establecida en los contratos los trabajos de construcción del Gasoducto de Integración Federal, una obra de 100 kilómetros que se extiende entre las localidad de Tío Pujio y La Carlota en territorio cordobés y que forma parte de los renglones 2 y 3 de la obra general licitada por Energía Argentina.
El otro gran hito pendiente se lleva adelante en forma paralela desde abril, cuando la empresa Esuco se hizo cargo de los trabajos de reversión de 4 plantas compresoras ubicadas en las localidades de Ferreyra y Deán Funes en la provincia de Córdoba, Lavalle en Santiago del Estero y Lumbreras en Salta, ubicadas sobre la traza del Gasoducto Norte operado por TGN.
La construcción de los ductos y la reversión de las plantas se habían licitado inicialmente como parte de un único renglón, pero la decisión de la nueva gestión fue separarlas para poder simplificar la operatoria y acelerar los plazos.
En total está demandando una inversión de 710 millones de dólares, de los cuales 540 millones de dólares son aportados por un crédito del Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe (CAF).
La conclusión del reversal del Gasoducto Norte permitirá, finalmente, llevar el gas producido en Vaca Muerta a las provincias del norte y abastecer a nuevas industrias y hogares, generar energía eléctrica y potenciar el desarrollo de nuevas actividades productivas como la minería de litio.
La capacidad total del ducto que cruza el norte del país tiene una capacidad de transporte de unos 20 millones de m3 diarios, de los cuales gran parte del flujo será para responder a la demanda local.
De ese total, se estima que podría quedar en el corto plazo un saldo exportable superior a los 5 millones de m3 diarios –quizás menor en el invierno-, lo que se deberá incrementar a futuro sustancialmente para aprovechar la oportunidad que ofrece la demanda de los usuarios industriales del sur brasileño, por lo que ya se anticipa la necesidad de nuevas obras de ampliación de ductos y de potencia en las plantas compresoras para incorporar al menos otros 10 millones de m3 diarios.
Así fue la obra del Gasoducto Norte
En el caso del tramo mayor que acaban de concluir Techint y Sacde, las empresas bajo la modalidad de contrato EPC (ingeniería, suministros y construcción), lograron en forma anticipada la condición de Apto para Funcionar (APF), adelantando las fechas previstas en el contrato y sus condiciones vigentes.
Durante la construcción del ducto se alcanzó un promedio de 3 kilómetros diarios de avance en la cuadrilla de soldadura ejecutadas en un solo frente, alcanzando un récord para este tipo de proyectos. Este hito fue posible gracias a tecnologías como la soldadura automática y la planta de doble junta, entre otras, que permitieron reducir los tiempos de ejecución.
La empresa Esuco tiene a su cargo uno de los hitos pendientes de la obra que son los trabajos de reversión de 4 plantas compresoras ubicadas en las localidades de Ferreyra y Deán Funes en la provincia de Córdoba, Lavalle en Santiago del Estero y Lumbreras en Salta, ubicadas sobre la traza del Gasoducto Norte operado por TGN.
Estos sistemas, utilizados en simultáneo por primera vez en el país por la UTE en el GPNK, posibilitaron realizar una mayor cantidad de soldaduras por día, minimizar errores y dar previsibilidad al ritmo de producción.
La construcción de los 100 kilómetros del Gasoducto Norte tuvo como desafío la ejecución de más de 30 cruces especiales, como rutas provinciales, arroyos y ríos. En el pico de la obra, trabajaron más de 1100 personas y se movilizaron más de 500 equipos de construcción.
El obrador principal se instaló en la localidad de Etruria y en Ticino se emplazó el campamento principal. Para su desarrollo fue necesario transportar más de 8.000 tubos de 12 metros desde Buenos Aires a Córdoba, lo que equivale a más de 2.000 viajes de camiones, que recorrieron más de 1.300.000 kilómetros sin incidentes.