Una vez puesta en marcha, el conducto podrá mover 21 millones de metros cúbicos diarios. La instalación superó la etapa de prueba denominada GAS-IN, logrando cero fugas en todos sus circuitos.
La planta compresora de gas natural en Salliqueló está lista para iniciar sus operaciones esta semana, tras completar satisfactoriamente sus pruebas de funcionamiento.
Este desarrollo es crucial para aumentar la capacidad de transporte de gas desde el yacimiento de Vaca Muerta, alcanzando una capacidad de evacuación de 21 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d).
Este proyecto es complementario al Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GNPK), ambos encabezados por Enarsa, y complementa a la planta compresora de Tratayén, en Neuquén, en el otro extremo del conducto.
Juntas, estas dos instalaciones están diseñadas para potenciar la capacidad de distribución del gas, mejorando así la eficiencia del sistema energético nacional.
La construcción de la planta enfrentó varios retrasos, atribuibles a problemas de importación que se extendieron a lo largo del año pasado.
La iniciativa fue adjudicada a la UTE conformada por Contreras Hermanos y Esuco a finales de 2022. Y al igual que la de Tratayén, su conclusión se suma a la habilitación del primer tramo de la Reversión del Gasoducto Norte el 9 de julio de 2023.
Con la exitosa culminación del Gas-In, ya está operativo un tramo de 29 kilómetros del loop que conecta Tío Pujio con Ferreyra, en la provincia de Córdoba.
Mejorar el sistema es fundamental ante el fin de las importaciones de gas desde Bolivia, luego de casi dos décadas de un contrato de provisión que finalmente ha concluído. El 18 de septiembre, de hecho, los gasoductos argentinos dejaron de recibir el fluido desde el país vecino
Demoras en la planta compresora de Saliquelló
La construcción de la planta enfrentó varios retrasos, atribuibles a problemas de importación que se extendieron a lo largo del año pasado y se sumaron posteriormente al cambio de gobierno nacional.
El contrato original contemplaba que la planta estuviera lista para funcionar el 4 de julio de 2023, en paralelo con la inauguración del gasoductro.
Las demoras también se debieron a la tardanza en la formalización del contrato y la entrega del terreno para estudios preliminares y construcción.
Al recibir la obra en diciembre de 2023, Enarsa reportó un avance del 19% en la construcción, con un 27% en la obra civil, un 18% en la mecánica y un 10% en la obra eléctrica.
Finalmente, el nuevo gobierno de Javier Milei firmó un acuerdo el 3 de abril, estableciendo al 29 de junio como la nueva fecha límite.
Aunque Enarsa anunció que estaría lista para el 30 de julio, las constructoras indicaron que el término real sería a fines de septiembre, lo que finalmente se cumplió.
Un período de pruebas
Durante el fin de semana, se completó exitosamente la fase de prueba de GAS-IN, la cual mostró cero fugas y fueron completadas según lo proyectado. Esa instancia de evaluación integró todos los circuitos de gas principales y auxiliares de la planta, incluyendo el turbocompresor.
Una vez que se completaron esos pasos, se ejecutó lo que se conoce como comando “PJ1” de venteo real automático de emergencia de la planta, que obtuvo un resultado positivo y que permitió cumplir con los tiempos especificados.
Con la fase de pruebas concluida, la empresa coordinó con Enarsa y Transportadora Gas del Sur (TGS) el inicio de un período de pruebas de 72 horas, conocido como «Test run». Durante este proceso, la planta inyectará entre ocho y diez millones de metros cúbicos de gas al gasoducto NEUBA.