Por “injustificadas demoras”, Enarsa les rescindirá el contrato a las empresas responsables de una obra clave para ampliar la capacidad del nuevo conducto. Descuentan que igual estará lista para el próximo invierno.
El Gasoducto Néstor Kirchner sufrió un ligero revés en una de sus obras complementarias esta semana ya que, tras sucesivas demoras en la construcción de una planta compresora, Enarsa resolvió rescindir el contrato con la UTE a cargo de los trabajos. Para que la cancelación se oficialice, restan algunos detalles administrativos.
Hasta resolver esos puntos, las firmas a cargo de la obra en Salliqueló siguen siendo Esuco y Contreras Hermanos, pero las tareas avanzan muy por detrás de lo pautado.
A finales del mes pasado, el progreso apenas superaba el 30% cuando la planta ya debía contar con el apto para funcionar (APF) desde el 4 de julio.
En el sector no pierden la calma ya que se trata de una obra civil que consiste principalmente en el montaje de los turbocompresores que ya fueron adquiridos por Enarsa.
Tanto esta instalación como el ducto Mercedes–Cardales no progresan como estaba pautado y son fundamentales para aumentar la capacidad de transporte del gasoducto troncal Néstor Kirchner.
Una vez finalizados todos los proyectos complementarios se podrá evacuar gas de Vaca Muerta hasta los grandes centros de consumo del país, cuestión clave para el abastecimiento interno en el invierno del año que viene.
En ese escenario, Enarsa se ve obligada a suspender las actividades y rescindir el contrato de la UTE, como adelantó Econojournal.
Desde las constructoras señalan que las demoras tienen que ver con dificultades para conseguir insumos. No obstante, las autoridades oficiales aseguraron que el desempeño de las empresas es malo. Y ponen como referencia el avance más veloz en las otras obras complementarias, incluida la planta compresora de Tratayén, a cargo de otra constructora.
A pesar de este contratiempo, en el sector no pierden la calma ya que se trata de una obra civil que consiste principalmente en el montaje de los turbocompresores. Además, las partes ya fueron adquiridas por Enarsa previamente y se encuentran en el sitio, por lo que no se espera un traspaso complejo.
En esa misma línea, señalaron que el tiempo no apremia y que el foco debe estar puesto en tener las plantas listas para mediados del año que viene. Sin embargo, se registraron problemas similares en la planta de Mercedes, que también está a cargo de Escudo.
“Está más avanzada (cerca del 60%) y tiene un plan de trabajo vigente para poner en funcionamiento la planta el 16 de noviembre. Pero fue el contrato que se firmó en agosto del 2022 (en el mismo acto que con el GNK) y tenían el APG para el 20 de junio. Su desempeño también fue malo”, indicó un allegado a Enarsa al medio.
En cuanto a las demás plantas compresoras, la que más progreso registra es la de Tratayén, que está a cargo de Sacde, y cuya inauguración está prevista para fines de octubre o la primera quincena de noviembre.
La capacidad de transporte del Gasoducto Néstor Kirchner
Cabe señalar que, sin estas instalaciones operativas, el sistema de transporte del GNK no puede escalar la evacuación de 11 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) a 24 MMm3/d, como está previsto que haga la planta de Salliqueló en conjunto con la de Tratayén, a cargo de Sacde, la constructora de Pampa Energía.
Lo primero en la lista de tareas para el gobierno es completar la recisión con la UTE Esuco-Contreras Hermanos. Para finalizar el trámite, resta que el área de Legales de la compañía termine de estudiar los pormenores del caso y su potencial costo para el Estado.
Luego, las autoridades oficiales deberán determinar la próxima compañía o unión empresaria que retomará los trabajos. En este marco, hay dos alternativas: licitar nuevamente, que demandará plazos extensos para cumplir con los pasos del proceso; la otra es que se convoque a la empresa que quedó segunda en el orden de mérito de la licitación realizada a fines de 2022.