Ante la caída de producción que registra la gasífera boliviana, su infraestructura ociosa permitiría venderle gas de Vaca Muerta al socio más grande del Mercosur. La reversión del Gasoducto Norte será clave.
Los yacimientos de hidrocarburos en Bolivia están en su etapa final y la Argentina ya pidió formalmente utilizar los gasoductos del país vecino que queden liberados para enviar gas de Vaca Muerta hacia Brasil. En ese marco, la petrolera estatal boliviana está analizando opciones.
En la actualidad, gran parte del abastecimiento de gas regional depende de las reservas bolivianas, pero a partir de 2024 el suministro deberá ser complementado con otra fuente. Ante este escenario, recientemente la secretaria de Energía, Flavia Royón, se reunió con el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen Tapia, para barajar alternativas.
La idea es que el ducto boliviano que trae gas a la Argentina desde 1971, y que entra a Brasil por Yacuiba, modifique su dirección para que el gas de Vaca Muerta viaje en sentido inverso hacia el país vecino.
La roca madre ubicada en Neuquén es la segunda formación a nivel mundial y se posiciona casi de manera lógica como la próxima gran proveedora. A sus vastas reservas se le suman las distintas inversiones e iniciativas vinculadas a potenciar la capacidad de transporte, como la puesta en funcionamiento del Gasoducto Néstor Kirchner.
De todas maneras, para que los recursos de la Cuenca Neuquina lleguen a la infraestructura ociosa de Bolivia, más allá de lo que decida YPFB, es fundamental la reversión del Gasodcuto Norte, cuya licitación está planificada para los próximos días. Su avance se espera con expectativas desde ambas naciones.
La idea es que el ducto boliviano que trae gas a Argentina desde 1971, modifique su dirección para que el gas de Vaca Muerta llegue hasta Río Grande, en el centro de Santa Cruz de la Sierra, y allí se conecte con el ducto que desde principios de este siglo lleva gas a Brasil por Puerto Suárez, la frontera sur con ese país.
Bolivia y el gas de Vaca Muerta
Luego del encuentro entre Royón y las autoridades de YPFB, la petrolera boliviana comenzó a debatirse entre alquilar sus ductos para exportaciones de Vaca Muerta o, en cambio, comprar el gas y revenderlo a Brasil.
“Se están barajando muchísimas posibilidades, nuevas líneas de negocios. Y es lógico que si en su momento Argentina tiene un excedente exportable quiera llegar a un mercado competitivo como Brasil. Hoy por hoy la economía dice que lo más lógico es llegar (a Brasil) a través de infraestructura ya existente, ya operativa, ya amortizada, que es la de Bolivia”, indicó Oscar Claros, gerente de Contratos de Exportación de Gas Natural de YPFB.
Además, aclaró que ambos países aún mantendrán vigente el contrato firmado en 2006 por Evo Morales y Néstor Kirchner. Sin embargo, explicó que se trabaja en la adenda para actualizar los precios y volúmenes, considerando que, si la baja productiva en Bolivia sigue su tendencia, el aporte a las necesidades argentinas será marginal.
“Con toda nuestra exportación no estamos copando los ductos con la capacidad que tenemos de transporte. Tener más producto para transportar hace que usemos la capacidad ociosa y abrimos nueva línea de negocios. Independientemente de cuál sea el camino que escojamos, siendo transportadores o comprando y vendiendo el gas argentino o ambas cosas, tendrá un rédito para ambos países”, dijo el directivo.
Por su parte, Royón se pronunció en su cuenta de Twitter donde contó: “Recibí al presidente de YPFB, Armin Dorgathen Tapia, para dialogar sobre el abastecimiento de gas de Bolivia a Argentina. También tuvimos un intercambio sobre la posibilidad de exportar gas a Brasil utilizando la infraestructura de transporte existente en Bolivia”, dijo Royon en Twitter.