La disposición del Gobierno nacional de implementar otras alternativas para el pago del boleto del Transporte Urbano de Pasajeros, ¿significa el fin de la SUBE?.
Desde el Gobierno dicen que no, que solamente “abre el juego” para que no sea “exclusivamente” la tarjeta Sube el mecanismo a utilizar para abonar el boleto de colectivo, tren o subte.
Sin embargo, y aunque no marque el certificado de defunción de un sistema que ha dado muestras acabadas de un funcionamiento acorde a los objetivos planteados tras su implementación, allá por el mes de mayo del 2009, indudablemente le quitará una buena porción de usuarios.
Debido a que, a partir del momento en que se instrumenten los mecanismos necesarios, se aceptarán otros cuatro medios de pago electrónicos, serán muchos los que dejen de lado la utilización de la tarjeta SUBE, más aún si, con la quita de los subsidios al transporte a las distintas jurisdicciones también se deja de utilizar la denominada Red Sube, también subvencionada por el Estado y que permitía achicar los costos cuando se hacía más de un viaje.
En primer lugar, se habilitará el uso de tarjeta de débito, que es lo más fácil y rápido de implementar, mientras que en etapas futuras se incorporarán las tarjetas de crédito, las billeteras virtuales y códigos QR.
La medida se tomó tras la realización de distintas mesas de trabajo entre la Secretaría de Transporte, el Banco Nación, el Banco Central, Nación Servicios y los representantes de distintos medios de pago, especialmente aquellos electrónicos inmediatos y los organismos privados vinculados a favorecer el mayor alcance de conexión a internet.
Se advirtió que la prueba piloto del nuevo sistema de pago en el transporte público comenzará en los colectivos de algunas localidades del interior del país, donde la dimensión de la flota permite una instalación más rápida de las antenas ya adquiridas, al tiempo que, en el transcurso del año se irán sumando nuevas localidades y modos, estando previsto que entre los próximos a sumarse, son el tren Urquiza y los subtes de la Ciudad de Buenos Aires.
Hasta ahora, la trazabilidad de la tarjeta SUBE permitía conocer con exactitud cuándo, cómo y de qué manera se había utilizado el servicio. Es de suponer que para los restantes sistemas también habrá una manera de determinar ese movimiento, pero todavía nadie ha comentado de qué forma se va a concretar esto.
Después seguirán el resto de las líneas de trenes y los colectivos de todo el país, para lo cual se necesita instalar antenas en las cerca de 30.000 unidades que hay a nivel federal, lo que llevará a ir poniendo en marcha el sistema de manera progresiva.
Si bien aún no hay fecha definida para que los nuevos medios de pago puedan ser utilizados, ya se iniciaron los procesos necesarios para habilitar el uso de tarjetas de débito y crédito, billeteras virtuales y aplicaciones bancarias, como primer paso.
Respecto a los tiempos, fuentes oficiales indicaron que «la primera etapa está prevista para septiembre u octubre, cuando se lanzará una prueba en colectivos en dos localidades del interior del país. En una segunda etapa, entre octubre y noviembre, se llevará a cabo la adaptación de los molinetes en el tren Urquiza y en los subtes de CABA».
Las estadísticas, un eje de la continuidad de la tarjeta SUBE
Desde el Gobierno insistieron en que el sistema de la tarjeta SUBE “seguirá funcionando como siempre, solo que ahora será una opción más para el pago del transporte”. Y aducen que el sistema SUBE “seguirá cumpliendo un rol clave para fiscalizar los servicios que prestan las empresas de colectivos y los gastos que realizan”.
Sin embargo, aún no se ha explicado fehacientemente, de qué manera se van a realizar estos controles cuando se utilice otro medio de pago.
Hasta ahora, la trazabilidad de la tarjeta SUBE permitía conocer con exactitud cuándo, cómo y de qué manera se había utilizado el servicio. Es de suponer que para los restantes sistemas también habrá una manera de determinar ese movimiento, pero todavía nadie ha comentado de qué forma se va a concretar esto.
También se llevó tranquilidad a las personas que ya cuenten con beneficios sociales, afirmando que no tendrán que realizar otro trámite, y que seguirán viajando de la misma forma en la que lo vienen haciendo hasta ahora y anticiparon que se está analizando la posibilidad de incorporar, en algún momento, esos beneficios a los otros medios de pago.
La otra preocupación de los usuarios, es el final de la denominada Red SUBE, que permitía obtener descuentos a medida que se sumaban viajes en un mismo día. En ese sentido, el presidente de la Asociación Argentina de Empresas de Transporte Automotor (AAETA), Luciano Fusaro, confirmó la discontinuidad del esquema desde septiembre.
El beneficio que integra los medios de transportes públicos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) garantiza el acceso a descuentos de hasta el 75% en el valor total del pasaje. Los únicos excluidos son el Tren de la Costa y el Transporte Fluvial regular.
El fin del beneficio de la red SUBE en el AMBA, desde septiembre
«La red SUBE queda sin efecto en el AMBA desde septiembre», dijo Fusaro en recientes declaraciones radiales, aclarando que se podrán seguir utilizando en líneas que cruzan la General Paz y el Riachuelo, al igual que en trenes y subtes.
El beneficio RED SUBE garantiza el pago del 50% en el segundo viaje combinado y un 75% para el tercero, cuando cada trasbordo se realiza en hasta cinco combinaciones en un lapso de 2 horas.
Actualmente la RED SUBE incluye 388 líneas de colectivos, 8 corredores de Metrobus, 7 líneas de ferrocarriles (Mitre, Sarmiento, San Martín, Roca, Belgrano Sur, Belgrano Norte y Urquiza), 6 líneas de subte (A, B, C, D, E y H) y el Premetro.
La Secretaría de Transporte ya anunció que desde septiembre delegará a CABA y a la Provincia el mantenimiento del esquema la red.
El AMBA incluye CABA y 40 Municipios: Almirante Brown, Avellaneda, Berazatagui, Berisso, Brandsen, Campana, Cañuelas, Ensenada, Escobar, Esteban Echeverría, Exaltación de la Cruz, Ezeiza, Florencio Varela, General Las Heras, General Rodríguez, General San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz, La Matanza, Lanús, La Plata, Lomas de Zamora, Luján, Marcos Paz, Malvinas Argentinas, Moreno, Merlo, Morón, Pilar, Presidente Perón, Quilmes, San Fernando, San Isidro, San Miguel, San Vicente, Tigre, Tres de Febrero, Vicente López, y Zárate.
De acuerdo a los datos estadísticos, el 76% de los 10,2 millones de pasajeros que en promedio viajan todos los días hábiles toma dos colectivos por día.
Pese a los beneficios que conlleva el uso de la tarjeta SUBE, el Gobierno anterior no logró que la mayor parte de las ciudades del país, adhiriese a su implementación.
Hoy, según datos oficiales, se puede usar en 61 localidades del país: Área Metropolitana de Buenos Aires, Arrecifes, Azul, Bahía Blanca, Balcarce, Cipolletti, Chivilcoy, Comodoro Rivadavia, Concepción del Uruguay, Concordia, Coronel Rosales, Corrientes, Esquel, Formosa, General Pico, General Pueyrredón, General Roca, Gualeguaychú, Junín, La Banda, Mendoza, Necochea, Neuquén, Olavarría, Palpalá, Paraná, Partido de la Costa, Pergamino, Pinamar, Plottier, Puerto Gral. San Martín, Puerto Madryn, Rafaela, Rawson, Resistencia, Reconquista, Río Cuarto, Río Gallegos, Río Grande, Roque Sáenz Peña, Rosario, San Carlos de Bariloche, San Fernando del Valle de Catamarca, San Juan, San Luis, San Martín de los Andes, San Nicolás de los Arroyos, Santa Fe de la Vera Cruz, San Pedro, San Rafael, Santa Rosa, San Salvador de Jujuy, Tandil, Tornquist, Trelew, Ushuaia, Venado Tuerto, Viedma, Villa Allende, Villa Gesell y Villa María.
