El aterrizaje de emergencia del vuelo AR1526 de Aerolíneas Argentinas, que partió el miércoles desde Aeroparque rumbo a Córdoba y debió desviarse a Ezeiza tras una falla en uno de sus motores, no fue un hecho aislado.

La aeronave, un Boeing 737-800 de Aerolíneas Argentinas equipada con motores CFM56, sufrió una explosión en el propulsor izquierdo poco después del despegue, lo que obligó a cerrar temporalmente la pista de Aeroparque y afectó más de 40 operaciones.

Aunque no hubo heridos, el incidente expuso una secuencia de fallas similares que se repiten en distintas partes del mundo con este tipo de motorización.

Según confirmó la propia compañía, este fue el cuarto evento en menos de un año con motores CFM en su flota.

El motor CFM56, desarrollado por la alianza franco-estadounidense entre GE Aerospace y Safran Aircraft Engines, es uno de los más utilizados en la aviación comercial

La decisión inmediata fue suspender preventivamente ocho aeronaves con la misma configuración, a la espera de una evaluación técnica del fabricante y de otras aerolíneas de la región que también reportaron incidentes con estos propulsores.

El motor CFM56, desarrollado por la alianza franco-estadounidense entre GE Aerospace y Safran Aircraft Engines, es uno de los más utilizados en la aviación comercial. Está presente en más de 30.000 aeronaves en todo el mundo, especialmente en los Boeing 737 y los Airbus A320.

Su confiabilidad ha sido históricamente alta, pero algunos eventos recientes han puesto bajo escrutinio ciertos componentes internos, como los álabes de compresor.

Casos internacionales con motores CFM

A continuación, una tabla con antecedentes relevantes de incidentes con motores CFM56 en distintas aerolíneas:

El fabricante recomienda inspecciones profundas a los 17.200 ciclos (despegues y aterrizajes), pero en los casos recientes los motores no habían alcanzado ese umbral. Esto ha llevado a sospechar de defectos prematuros en componentes críticos, como los álabes de alta presión.

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Aerolíneas decidió no utilizar las aeronaves con ese motor para evitar cualquier riesgo.

En el caso de Southwest en 2018, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de EE.UU. concluyó que una grieta por fatiga en un álabe fue la causa de la explosión en pleno vuelo.

Reacciones y medidas

La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) fue notificada del incidente en Argentina y participa en la evaluación técnica. Mientras tanto, Aerolíneas Argentinas mantiene fuera de servicio las aeronaves afectadas y solicitó asesoramiento a otras compañías de la región que operan con la misma motorización.

La situación también reavivó críticas internas. La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) señalaron que no se trata de “hechos aislados” y reclamaron mayor proactividad en la gestión de riesgos.

Aunque la compañía estatal remarcó que todos los protocolos de mantenimiento fueron cumplidos y que sus tripulaciones están entrenadas para este tipo de emergencias, el hecho de que cuatro incidentes similares hayan ocurrido en un mismo año con el mismo tipo de motor plantea interrogantes sobre la vida útil real de estos propulsores y la necesidad de revisar los criterios de inspección.

La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos emitió una alerta en abril de 2023 sobre posibles fallas prematuras en motores CFM Leap-1A y GEnx, debido a “inclusiones de hierro” en el metal utilizado para fabricar componentes críticos.

GE Aerospace reconoció que el problema se originó en el proceso de filtración de materia prima y que estaba trabajando con proveedores para resolverlo.

Certificados falsos en piezas de motor

En septiembre de 2023, CFM alertó sobre la distribución de piezas con certificados falsos por parte de un proveedor británico, AOG Technics. La Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA) abrió una investigación sobre el caso, que afecta potencialmente a motores CFM56 utilizados en Airbus A320 y Boeing 737 NG.

“Varias piezas de motores CFM56 distribuidas por AOG Technics fueron proporcionadas con certificados falsos”, señaló la AESA.

La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) emitió un comunicado interno en el que calificó la situación como “alarmante” y pidió mantener una evaluación permanente sobre el estado de las aeronaves.

Por su parte, Ricardo Cirielli, secretario general de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), explicó que el problema radica en los álabes de los motores, que presentan fallas antes de alcanzar el umbral de ciclos recomendado por el fabricante.

“A nivel mundial también están teniendo problemas de este tipo. Lo que posiblemente ocurra es que se reemplacen a menos cantidad de horas”, afirmó.

La medida de Aerolíneas Argentinas fue adoptada en el plenario del Comité de Seguridad de la compañía, y se presentó como una acción preventiva basada en criterios de “altísima exigencia”.

En este contexto, los sindicatos no solo respaldaron la suspensión, sino que la consideraron una validación de sus reclamos previos sobre seguridad operacional.

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