La iniciativa apunta a disminuir las emisiones de carbono y propone reducir importaciones de insumos con impacto ambiental. Así, podrían surgir nuevas restricciones impositivas para comercializar estos recursos con el principal comprador.

El desarrollo de las actividades vinculadas a los hidrocarburos y el litio se ha visto potenciado con la riqueza de Vaca Muerta y de las salinas del NOA. La exportación de estos recursos se convirtió desde entonces en el objetivo principal tanto para el sector privado como para el Estado.

Uno de los principales compradores a nivel mundial es, por supuesto, Estados Unidos, nación que lidera las importaciones en litio y tiene fuertes inversiones en el mercado argentino. Sin embargo, la agenda sostenible de ese país busca modificar esa tendencia y senadores de ambos partidos elevaron un proyecto de ley que propone medir la “intensidad de carbono”.

La lista de las materias primas incluye efectivamente el gas natural, el petróleo crudo, el hierro y el acero, mientras que dentro de minerales críticos y estratégicos refinados aparece el litio.

Este concepto hace referencia al ritmo de emisión de un determinado gas de efecto invernadero durante una actividad o un proceso. Por ejemplo, cuántas toneladas de CO2 son liberadas a la atmósfera en la extracción de petróleo, en la fabricación de un producto o en la generación de electricidad.

La medida, titulada “Providing Reliable, Objective, Verifiable Emissions Intensity and Transparency (PROVE IT) Act“ busca de esta manera replicar el mecanismo que la Unión Europea utilizará para desincentivar las compras fuera del continente de productos con impacto ambiental. Los funcionarios estadounidenses detrás de la iniciativa son Kevin Cramer y Chris Coons.

Senado de Estados Unidos, PROVE IT
Kevin Cramer, el senador republicano que impulsa la ley.

En la presentación del proyecto en el Congreso, los senadores indicaron que, “estudiar la intensidad de las emisiones no es fácil y, en particular, encontrar un proceso justo para imponer aranceles a países que no tienen ninguna transparencia en torno a sus emisiones también será una parte compleja de cualquier mecanismo de ajuste de carbono fronterizo”.

El inicio del debate se da poco después de que la sanción de una ley contra la inflación también redefinió pautas para las importaciones de los Estados Unidos, ante las cuales desde la Argentina se intenta maniobrar para evitar efectos en las ventas de litio al principal comprador.

Impacto para la Argentina

Si bien Estados Unidos se ubica commo el principal exportador de petróleo a nivel mundial, es un gran importador de gas y con los recortes que sufrió la provisión de Rusia producto de la guerra, se espera que se vuelva un destino clave para la producción de Vaca Muerta. Además, la Argentina es su proveedor principal de litio.

Este escenario podría ser condicionado por el proyecto de ley que instruye al Departamento de Energía a determinar la intensidad de las emisiones de materias primas y productos industriales fabricados en los EE.UU. con insumos que se importen desde países que tienen acuerdos de libre comercio con la nación norteamericana.

La lista de las materias primas incluye efectivamente el gas natural, el petróleo crudo, el hierro y el acero, mientras que dentro de minerales críticos y estratégicos refinados aparecen el litio, cobre, cobalto, manganeso y níquel. Según los detalles de la propuesta, el Departamento de Energía tendrá dos años para compilar un informe, que se actualizará cada 5 años.

Se espera que una vez elaborado el documento, se empleará un sistema similar a la reciente regulación europea. Esta, que fue aprobada en mayo de 2023 por la Unión Europea consiste en implementar un Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono por fases, comenzando con una instancia de transición en octubre de este año y entrando en plena vigencia a partir de enero de 2026.

Litio, Jujuy
La Argentina es el principal proveedor de litio para Estados Unidos.

A partir de entonces, los importadores en la UE deberán comprar certificados de carbono correspondientes al precio que se habría pagado si esos bienes se hubieran producido en la UE. Las empresas, en tanto, deben comprar estos certificados en el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) para compensar las emisiones generadas en su actividad y así producir.

“El enfoque en el arancel en frontera es la clave, y el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono de la Unión Europea viene hacia nosotros de una forma u otra, por lo que proporcionará un evento de fuerza significativo, y esto agrega información”, dijo uno de los senadores, adelantando la implementación de ese modelo.

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