No opera desde octubre de 2022, luego de que detectaron un inconveniente mecánico. Un equipo multidisplinario resolvió el problema con herramientas y procedimientos de ingeniería diseñados y fabricados en el país.
La empresa Nucleoeléctrica Argentina dio por concluidas las tareas de reparación del desperfecto mecánico detectado hace ocho meses en el interior del reactor de la Central Atucha II, y ahora, tras una etapa de mejoras en el diseño, podrá volver a generar energía nuclear a fines de julio o en los primeros días de agosto.
Nucleoeléctrica informó que «concluyó las tareas de corte y extracción del separador desprendido a 14 metros de profundidad dentro del reactor» de la Central Nuclear Atucha II, y de esta manera «se resolvió el desperfecto mecánico detectado en la instalación y se dio por finalizada la etapa más desafiante de la reparación».
La intervención, que comenzó el domingo 18 de junio, fue llevada a cabo por un equipo multidisciplinario, utilizando herramientas y procedimientos de ingeniería diseñados y fabricados por la compañía junto a proveedores locales.
El reactor ofrece una potencia de 745 Mw y, como las otras dos centrales con que cuenta el país, que son Embalse y Atucha I, utiliza uranio natural como combustible y agua pesada como moderador y refrigerante.
Tras resolver el desperfecto mecánico, la próxima etapa de la reparación estará abocada a «la implementación de mejoras en el diseño de la planta para reforzar la fijación de los separadores restantes, antes del retorno a la operación segura de la central».
De esta manera, fuentes oficiales afirmaron que se mantiene la previsión original de que el reactor vuelva a generar energía eléctrica a fines de julio o principios de agosto.
Un desafío de ingeniería
Durante las inspecciones de rutina realizadas en octubre del 2022 en Atucha II, personal de la empresa detectó que uno de los cuatro separadores internos del reactor se había desprendido y desplazado de su lugar de diseño, situación que requirió una intervención directa para su reparación.
El inconveniente en cuestión se trataba de una falla mecánica de la central que no implicaba riesgos para la seguridad de las personas o el ambiente, pero debido a las normas de seguridad internacionales a las que adhiere la central, desde entonces se mantiene parada su operación.
Luego de detectar el inconveniente, se creó un equipo interdisciplinario con personal de la empresa, y mediante estudios mecánicos, hidráulicos y el análisis documental, se realizó un diagnóstico de la situación.
Como resultado de este proceso, se decidió realizar la extracción del separador y se comenzó a trabajar en el uso de métodos de ingeniería de última generación para la implementación de herramientas robóticas y tecnológicas que permitieran optimizar los tiempos de reparación.
Dado que la pieza desprendida se encontraba a 14 metros de profundidad dentro del reactor, fue necesario el diseño de herramientas que se adaptaran a estas condiciones, una tarea innovadora realizada con éxito por equipos profesionales nacionales, que permitieron así una solución eficiente para el problema y a menores costos.
La Central Nuclear Atucha II comenzó a suministrar energía el 27 de junio de 2014, luego de que en 2006 se retomara la construcción paralizada en 1994 por cuestiones presupuestarias.
El reactor ofrece una potencia de 745 Mw y, como las otras dos centrales con que cuenta el país que son Embalse y Atucha I, utiliza como combustible uranio natural y agua pesada como moderador y refrigerante.
En tanto la Autoridad Regulatoria Nuclear oficializó en mayo pasado la extensión de la licencia de operación de la Central Nuclear Atucha II “Presidente Dr. Néstor Carlos Kirchner” (CNA II) y Nucleoeléctrica Argentina S.A. seguirá al frente hasta el 26 de mayo del próximo año.
El otorgamiento de la licencia de operación en 2016 fue considerado un hito en su momento ya que desde 1983 no se ponía en operación un reactor nuclear.