La infraestructura desarrollada en el país es escasa y un obstáculo para el segmento, pero ya es posible llegar desde la CABA y el GBA a la costa atlántica. En qué otros lugares ya existen terminales.
Los autos eléctricos ganan mercado en el mundo, aunque a ritmos diferentes. En la Argentina es una tendencia que aún no se ha consolidado, pero registra un incremento en los últimos años. La adopción de este tipo de vehículos no solo enfrenta los precios elevados de los modelos híbridos importados, sino la limitada infraestructura de carga existente.
El país cuentra hoy con apenas 113 estaciones habilitadas para cargar vehículos eléctricos en todo el territorio. Así lo indica la dependencia de la Secretaría de Energía a cargo del segmento, en base a que a fines del año pasado se estableció el Registro Nacional de Infraestructura de Carga de Vehículos Eléctricos (VE) y Vehículos Híbridos Eléctricos (VHE).
La provincia de Córdoba también se suma a esta tendencia, con la implementación de cargadores en estaciones de servicio como la Shell de Río Ceballos y San Pedro.
La nómina oficial contabiliza las estaciones de carga registradas a nivel nacional bajo la categoría de “venta de combustibles líquidos + PRVE”.
De acuerdo al relevamiento, hay 51 terminales distribuidas entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el conurbano bonaerense y el Gran Buenos Aires.
Puntualmente, pueden encontrarse estaciones habilitadas en Pinamar, Chascomús, Las Armas, Leones, Avellaneda, Berazategui, Villa Martelli y Tigre.
Por otra parte, hay seis en Córdoba, seis en Santa Fe, y 18 en la región sur, incluyendo Neuquén, Mendoza y Tierra del Fuego.
Terminales de carga ultra rápida
En ese sentido, quizás el avance más destacado se vincule a la instalación de terminales de carga ultra rápida en puntos clave del país. Estas instalaciones ofrecen la posibilidad de abastecimiento en tiempos reducidos, incluso en tan solo 20 minutos.
Uno de los hitos destacados es la instalación de un cargador de 50 kW en Mar del Plata, específicamente en la Estación de Servicio de Shell ubicada en Constitución y La Costa, a fines del año pasado.
Esta iniciativa se ha extendido a otras localidades costeras como Pinamar, donde en enero se instaló un cargador de 24 kW en el Automobil Club Argentino (ACA) local.
La ciudad de Córdoba también se suma a esta tendencia, con la implementación de cargadores en estaciones de servicio como la Shell de Río Ceballos y San Pedro, donde se ha dispuesto un dispositivo de 180 kW, configurado para operar a 120 kW.
Asimismo, localidades como Arroyo Seco han visto la llegada de nuevos surtidores, contribuyendo al crecimiento de la infraestructura de carga eléctrica en el país.
Retrofit: convertir usados en autos eléctricos
Una de las acciones que ha tomado popularidad y ya se realizó en la Argeninta es convertir el remanente de autos con motores a combustión para que sean sustentables incluso en un período que les asegura también una segunda vida útil.
El proceso se llama Retrofit, que tiene una traducción literal cuyo significado es modernización, pero en el mundo de los autos se está aplicando al proceso de embellecer o restaurar un vehículo y convertirlo a una propulsión 100% eléctrica.
En Argentina, el emprendedor Constantino Abella y su PyMe Control Vehicular Argentino (CVA), es uno de los impulsores de esta técnica, aunque con algunas variantes que permiten dar mayor garantía al proceso, como su vinculación con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), con el que desarrolla también un sistema de verificación técnica de los vehículos adaptados.
“El resultado es un auto igual de eficiente, pero que contribuye a la reducción de emisiones, y es 20 veces más económico que comprar un auto eléctrico nuevo. Los motores de combustión tienen 2.000 partes versus 9 del eléctrico. El costo hoy es de 5000 dólares, pero ya está bajando aceleradamente”, explica Abella.
