Así lo adelantó el presidente de la estatal de la provincia en la expo AOG 2024. Apuntan a capitalizar la nueva demanda de amoníaco impulsada por los mercados de energías limpias.
ENSI (Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería) se encuentra en un ambicioso proyecto para reactivar su planta de agua pesada y diversificar su producción con el objetivo de atender la creciente demanda mundial de amoníaco.
Este insumo es clave en industrias como la de fertilizantes y en el mercado emergente del hidrógeno, donde cumple un rol fundamental en el transporte y almacenamiento de energía. La inserción en este segmento pretende ubicar a la firma como una potencial proveedora internacional del químico.
La expansión hacia una producción más amplia de amoníaco requeriría inversiones adicionales en infraestructura.
La novedad fue dada a conocer en el marco de la exposición AOG Patagonia 2024 por Alexander Berwyn, gerente general de ENSI, quien destacó la importancia de este proyecto para el sector energético argentino en su conjunto.
Con una inversión inicial de 30 millones de dólares, el plan tiene un plazo estimado de 18 meses para reactivar la planta y comenzar la producción de agua pesada y amoniaco.
ENSI cuenta con una ventaja estructural en esta iniciativa: la planta posee dos reactores de síntesis de amoniaco, que permitirán abarcar tanto la producción de agua pesada como de amoníaco, proporcionando flexibilidad y eficiencia a la operación.
Sin embargo, la expansión hacia una producción más amplia requeriría inversiones adicionales en infraestructura. Berwyn indicó que se necesitan aproximadamente 300 millones de dólares, lo que elevaría la inversión total a cerca de 350 millones de dólares.
Los desafíos nacionales en un mercado emergente
La idea es optimizar la planta y adaptarla a las exigencias de los mercados internacionales, particularmente en Europa y Asia, donde el amoniaco está ganando relevancia tanto como insumo en fertilizantes como en el contexto de la transición hacia combustibles alternativos.
Sin embargo, ENSI enfrenta el desafío logístico vinculado a la distancia a los puertos, lo que implica dificultades para la exportación del producto. A pesar de ello, la cercanía de la planta a los recursos de gas de Vaca Muerta representa una ventaja competitiva significativa.
La empresa podría optar por una red de ductos similar a los gasoductos, optimizando así el transporte del amoniaco desde la planta. ENSI también explora la reactivación de la producción de agua pesada, un producto que se espera sea demandado hacia 2027 o 2028, principalmente en Canadá, donde actualmente se proyecta un nuevo reactor que utiliza este insumo.
Ubicación estratégica
La ubicación de la planta sobre los vastos recursos de gas de Vaca Muerta no solo ofrece una ventaja estratégica en términos de abastecimiento de materia prima, sino que también respalda la sostenibilidad del proyecto.
ENSI se enfocará en el aprovechamiento de energías sostenibles, maximizando la eficiencia de los recursos energéticos nacionales, lo que podría consolidar a Argentina como un referente en la producción de amoniaco y agua pesada a nivel global. Además, esta iniciativa representa un impulso para el desarrollo de la industria local, promoviendo inversiones significativas en la región y generando oportunidades de empleo en Neuquén.
De concretarse, esta reactivación no solo fortalecerá la posición de Argentina en la industria energética, sino que también abrirá nuevas posibilidades para el desarrollo de soluciones energéticas sostenibles y competitivas en un mercado que avanza rápidamente hacia una transición energética más ecológica y eficiente.