Representantes de la fundación que preside Laurene Powell Jobs, casada con el fundador de Apple, visitaron el país y mostraron admiración por un concepto para la generación limpia que es único en la región.
Mientras la energía solar y eólica crecen en Argentina y el mundo, Laurene Powell Jobs, viuda de Steve Jobs, mostró un interés concreto en invertir en las energías renovables de Argentina, y especialmente en la generación distribuida comunitaria, un modelo que la sorprendió y le generó alto interés.
La esposa del fundador de Apple maneja un fondo de 3.500 millones de dólares a través de la Waverley Street Foundation, destinado a contribuir en la lucha contra el cambio climático, y Argentina podría ser el destino de parte de ese dinero.
El innovador concepto de generación distribuida comunitaria permite que una comunidad, grupo de vecinos, cooperativa o entidad local se organice para instalar y operar sistemas de generación de energía renovable.
La esposa del fundador de Apple maneja un fondo de 3.500 millones de dólares a través de la Waverley Street Foundation, destinado a contribuir en la lucha contra el cambio climático, y Argentina podría ser el destino de parte de ese dinero.
De esta forma, dos o más sujetos pueden declarar la administración conjunta de un equipo de generación renovable, consumir la energía generada y inyectar los excedentes a la red eléctrica pública.
Esto reduce los costos de inversión, proporciona energía confiable a localidades, especialmente en zonas desconectadas de la red, y ofrece la posibilidad de generar ingresos adicionales a partir de su venta al sistema de transporte y distribución.
Los colaboradores de la Waverley Street Foundation visitaron Brasil y encontraron que el sector ya está muy desarrollado. En Chile, también se toparon con un mercado maduro.
Sin embargo, en Argentina vieron un terreno con muchas oportunidades por explorar y desarrollar, lo que lo convirtió en un país atractivo para sus inversiones. Por eso captó particularmente el interés de Powell Jobs.
La fundación de la viuda de Steve Jobs en la Argentina
La metodología de generación distribuida comunitaria, que conquistó a la empresaria, ha tenido una penetración significativa en la provincia de Córdoba y también se utiliza en Mendoza y Santa Fe.
En el sector, se percibe también un gran potencial para que esta metodología sea aprovechada por parques industriales específicos.
Las energías renovables han crecido con fuerza en América Latina y en Argentina, pero aún hay mucho por hacer.
Los empresarios del sector han estado reclamando tarifas sinceradas y financiamiento, y una inversión como la que propone Powell Jobs podría ayudar a impulsar esto último.
A finales del año pasado, las autoridades de la Waverley Street Foundation se reunieron con el gobierno anterior, firmas de energías renovables y cámaras empresariales como CADER.
Las renovables, con buena performance en el país
El avance de las energías renovables en Argentina sigue batiendo récords, con un incremento del 21% en la generación verde durante el primer cuatrimestre del año.
Este crecimiento, que está en línea con las tendencias globales, se debe principalmente al aumento de la capacidad instalada en casi todas las tecnologías renovables, con un énfasis particular en el sector eólico, que aportó un 19% más en comparación con el mismo período del año pasado.
La energía eólica, que representa más de la mitad de la capacidad renovable en Argentina, contribuyó con unos 5.241 GWh.
Además, se registró un aumento en la producción de proyectos solares y de hidroeléctricas renovables debido a una mayor hidraulicidad.
Según el último informe mensual de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), durante el primer cuatrimestre del año se alcanzó una producción acumulada de 7.507 GWh, un 20,9% más que los 6.208 GWh del mismo período en 2023.
El récord cuatrimestral se anticipaba desde el inicio del año, con una generación mensual que superó consistentemente a la del año anterior.
Este crecimiento se debe a la inauguración de varios parques renovables a partir de la segunda mitad del año pasado, un mayor factor de carga en proyectos clave y menos horas fuera de operación por mantenimientos programados.